"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 14 de diciembre de 2014

Una casta fascista de izquierdas

"Podemos es una banda de adorables científicos locos armados con bombas nucleares"


Los que se hacen ilusiones con Podemos -como partido perfectamente democrático- es que no saben quė es democracia y qué es Podemos. Podemos no quiere defender la leyes democráticas porque le impiden aplicar su programa máximo, el que esconde ahora debajo de un envoltorio tranquilizador; tranquilizador para los ignorantes, ciertamente, porque ni siquiera ese envoltorio tiene el más mínimo sentido de orden democrático. Quién piense que cuando llegue al poder hará un ejercicio de moderación, como lo hizo el PSOE en el 1979-82, debe ir al oculista porque tiene algo en los ojos que le impide ver con claridad.

La Democracia es la compleja organización del poder para regular las libertades de los individuos. Eso implica necesariamente leyes que regulan el acceso al poder de los que no lo tienen. Popper decía que la esencia de la democracia era la transmisión del poder sin derramamiento de sangre. Los demás sistemas que aparecieron y se extinguieron en la historia resolvían ese problema con la violencia y sangre, y la declaración sagrada del rey o emperador de turno. Este quería que sus descendientes le sucedieran, pero siempre había algunos cortesanos vigilando las debilidades del monarca y su familia para romper la línea sucesora. La democracia ha resuelto eso con eficacia por primera vez en la historia, pese a ejemplos constantes de rupturas violentas en regímenes etiquetados como democráticos. Lo cual, por cierto, de demuestra que la democracia tiene enemigos y que debe tener leyes de defensa de la democracia.

Podemos no es un partido democrático, y no lo puede ser. Cabe albergar la sospecha de que cuando llegue al poder cambiará las leyes, empezando por la Constitución, para impedir que la oposición pueda alternarse en el poder. Como prueba, En Libertad Digital, una esclarecedora entrevista de un universitario que sufrió el ambiente de violencia fascista - eso si, de izquierdas- en su paso por la Facultad de ciencias Políticas, en donde Podemos dio sus primeros balbuceos como organización. Desde luego no una organización ejemplar, que se recatara de tener grupos violentos a su favor, que son los que monopolizaron el "orden" y la "unanimidad". Todo bajo el bonito lema de la libertad de expresión, que encubría una realidad bien distinta, un régimen de terror. No es la única universidad que ha caído en la desidia y en monopolio de los grupos ultra izquierdistas. Mis amigos profesores me cuentan que tienen que armar se de valor cuando van a dar sus clases.

Reproduzco algunos párrafos de la entrevista con el testigo, aunque recomiendo que la lean completa. Es una descripción muy vívida de un ambiente que me redordaba los lejanos años en que el PCE monopolizaba y manipulaba la universidad con modos fascistas:

"Mi paso por la Universidad fue esclarecedor. La imagen que yo tenía de la Universidad Complutense cuando con 17 años hacía las maletas era la de aquel edificio del Rectorado al principio de la Avenida Séneca. Un edificio señorial de ladrillo rojo y tejado de pizarra que recordaba al Monasterio de El Escorial, un edificio impresionante para una de las primeras universidades de España. Sin embargo la Facultad dePolíticas parecía el estercolero de la Complutense. La Facultad era oscura y fría, literalmente. La iluminación pobre y los sistemas de calefacción… En enero no te quitabas el abrigo en clase.

La primera impresión que recibes, el primer mensaje que la Facultad te transmite cuando eres un recién llegado es que aquí hay quien manda y quien manda dice lo que le apetece. La Facultad era el señorío, el cortijo de alguien. Me impresionaron los carteles que malcolgaban de las paredes de ladrillo vivo defendiendo a etarras, claramente pro-chavistas, de ultraizquierda y anarquistas. Carteles de tres metros defendiendo a De Juana; las cabezas de los 183 diputados del PP colgando del techo, como ahorcados, sobre el título de "culpable" por la Guerra de Irak; goras a ETA en los baños...

Pero no me impresionaba tanto eso como el hecho de que no hubiera carteles alternativos, ninguna respuesta, ninguna opinión opuesta. Y yo no me podía creer que en una Facultad, ¡en la de Políticas!, que alberga unos 3.000 alumnos y 300 profesores, todos pensaran lo mismo y todos fueran de ultraizquierda.

En mis primeros meses en la Facultad me advirtieron en Nuevas Generaciones (donde colaboraba en algunas campañas): "Mejor no te definas porque a finales del curso pasado a dos de los nuestros les pegaron una paliza de muerte en el aparcamiento de la Facultad".

- ¿Hasta ese punto estaba ideologizada la Facultad de Políticas?

Clarísimamente ideologizada. Entre las cuatro paredes de Somosaguas han construido su pequeño reino totalitario. No sabría decir qué fue antes, si el huevo o la gallina, porque cuando yo llegué a la Facultad el huevo aún estaba siendo empollado, pero la realidad es que existe una mayoría de alumnado de ultraizquierda muy movilizado y activo y una mayoría de profesorado que utiliza sus clases para movilizar a los alumnos de ultraizquierda y desactivar a los que no lo son.

No digo que los dirigentes de Podemos defiendan el enfrentamiento físico contra quienes piensan distinto, pero sí me atrevo a afirmar que en la Facultad de Políticas de la Complutense hay grupos violentos organizados, de ultraizquierda y sobre los que los actuales dirigentes de Podemos se han apoyado y a los que han alimentado, protegido y engordado. Es la misma metáfora del árbol y las nueces.

Basta con coger el bus A en Moncloa hasta Somosaguas y darse un paseo por sus pasillos. Nadie en su sano juicio puede creerse que en una Facultad en la que se piensa tanto como en la de Políticas, todos, 3.000 alumnos, 300 profesores, piensan exactamente lo mismo. Entonces, ¿por qué solamente una tendencia es visible?

- ¿Dirías, entonces, que la Facultad está gobernada por la izquierda más radical?

Sí, sin duda. La Facultad se mueve entre la izquierda y la ultraizquierda. Hay moderados y hay grupos violentos que campan a sus anchas sin oposición. La casta parece cómoda en ese entorno.

- ¿Casta?

Sí. Existe en la Facultad una casta (profesorado) de ultraizquierda que deja su huella en cada clase, son como pequeñas notas, advertencias. Todo aquel que ha sido alguna vez alumno sabe lo difícil que es enfrentarse a un profesor. El profesor es la autoridad, es quien tiene al final de día tu futuro en sus manos. Un suspenso injustificado y, si quieres protestar, prepárate para un proceso larguísimo que perderás y que, además, te estigmatizará frente a los demás profesores.

2 comentarios:

Pablo Bastida dijo...

Aunque es de sobra conocido no viene mal recordar este estremecedor corte del camarada Iglesias;"un comunista que pierde es un mal comunista", "Lenin no dijo Comunismo en 1917, dijo Paz y Pan", "La izquierda tiene que aprender a vestir el traje de la victoria". Lo que a mi personalmente hace que se me revienten los granos es pensar que esta facultad de políticas es, por definición, una facultad de niños bien despreocupados del paro y esas cosas. Los americanos tienen un término para estos centros: Diploma mills, fábricas de diplomas, de diplomados a medio formar, inempleables, característicos de países en desarrollo... ¿Salidas profesionales? Ya veremos, no hay prisa por trabajar, de eso se encargan papá y mamá. En algo tienen que ocupar el mucho tiempo libre que su ligero trabajo académico les deja, ¿en que mejor que en "cambiar el mundo"?
https://www.youtube.com/watch?v=yRez-9pNdAA

www.MiguelNavascues.com dijo...

Cuanto me alegro de que me digas esto, sobre todo lo de
Lenin, porque siempre me ha parecido tácticamente un perfecto leninista.
Por cierto, como le,gusta hablar y hablar y escucharse, y no dejaría nadie meter nada. En eso me recuerda a Fidel, quién por lo visto hasta cuando iba de putas no dejaba de hablar y hablar de marxismo. Y los tontos de los,españoles los vamos a meter en su caballo de Troya en nuestra propia casa. ¡Qué divertido!