Ahora es Alemania quien se equivoca estrepitosamente al rechazar la contraoferta de Grecia de aceptar la prolongación del rescate en vigor por seis meses. (Aquí la carta formada por Varoufakis). Se equivoca lamentablemente, porque había conseguido acumular puntos gracias a la patosería del gobierno de Grecia, en particular de Varoufakis.
Ahora, con toda la torpeza del mundo, se reviste del papel de villano, y pone además en peligro toda la estabilidad financiera de la zona. Era el momento de conceder al adversario la recuperación de su poder de persuasión ante su país. Es cierto, Alemania ha de mirar hacia sus filas, lo que ha hecho hasta ahora con bastante acierto.No iban a sublevarse los alemanes sólo por eso.
La carta de Varoufakis no tiene nada que puede a interpretarse como intransigente, ninguna línea roja, y dejaba abierto el resultado de las negociaciones. No hay nada en la carta que no odia haberse rechazado mañana en la reunión especial del Eurogrupo. En realidad, los acrredores habían ganado y moralmente, y así lo reconocía Varoufakis al volver a la mesa negociadora.
¿A qué viene esa intemperancia de Alemania, que ha cogido por sorpresa incluso a Jeroen Dijsselbloem, el presidente del Eurogrupo -quién había aceptado la oferta de Grecia? Es imposible entenderlo, a menos que Alemania haya de idido sido machacar a Grecia, al coste, pequeño, de no cobrar, pero al riesgo, enorme, de generar una nueva crisis. Ese riesgo sólo se corre por razones sólidas, no por demostrar su fuerza, que, en la nueva relación de fuerzas, se ha esfumado. Tener de tu parte cierta razón moral es mucho más que lo que te adjudica la estúpida Teoría de Juegos.
Esto es un juego que va más allá de la puta Teoríaesa, que tanto se ha mencionado. En la realidad hay muchas sutilezas que no caben en un esquema teórico racional. Los dos contendientes han exhibido errores que les han debilitado. Hasta ahora era Grecia la que se había equivocado. Alemania le ha devuelto el favor...
NOTA: aquí, la opinión de Krugman, no muy diferente
Ahora, con toda la torpeza del mundo, se reviste del papel de villano, y pone además en peligro toda la estabilidad financiera de la zona. Era el momento de conceder al adversario la recuperación de su poder de persuasión ante su país. Es cierto, Alemania ha de mirar hacia sus filas, lo que ha hecho hasta ahora con bastante acierto.No iban a sublevarse los alemanes sólo por eso.
La carta de Varoufakis no tiene nada que puede a interpretarse como intransigente, ninguna línea roja, y dejaba abierto el resultado de las negociaciones. No hay nada en la carta que no odia haberse rechazado mañana en la reunión especial del Eurogrupo. En realidad, los acrredores habían ganado y moralmente, y así lo reconocía Varoufakis al volver a la mesa negociadora.
¿A qué viene esa intemperancia de Alemania, que ha cogido por sorpresa incluso a Jeroen Dijsselbloem, el presidente del Eurogrupo -quién había aceptado la oferta de Grecia? Es imposible entenderlo, a menos que Alemania haya de idido sido machacar a Grecia, al coste, pequeño, de no cobrar, pero al riesgo, enorme, de generar una nueva crisis. Ese riesgo sólo se corre por razones sólidas, no por demostrar su fuerza, que, en la nueva relación de fuerzas, se ha esfumado. Tener de tu parte cierta razón moral es mucho más que lo que te adjudica la estúpida Teoría de Juegos.
Esto es un juego que va más allá de la puta Teoríaesa, que tanto se ha mencionado. En la realidad hay muchas sutilezas que no caben en un esquema teórico racional. Los dos contendientes han exhibido errores que les han debilitado. Hasta ahora era Grecia la que se había equivocado. Alemania le ha devuelto el favor...
NOTA: aquí, la opinión de Krugman, no muy diferente
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