El acuerdo alcanzado ayer por el Eurogrupo y Grecia no es una bicoca para el país heleno. El lunes, martes a más tardar, tiene que presentar la lista de reformas estructurales que se compromete llevar a cabo, por el "privilegio" de una prórroga del asfixiante rescate de 4 meses; ellos pedía 6.
Por lo tanto, hasta el martes, la situación sigue abierta. Grecia no es u país ejemplar en estructura de mercados. Hace unos años, leí un informe de al OCDE que decía que el estado tenía participación en cualquiera cosa que tubiera forma de empresa. Dgmqsiasoa fuepos de interés no interesados en reformar eso.
Es más, el gobierno actual quería ir en contra de esas reformas. Es decir, el pacto que ha formado Grecia va contra natura, contra la ideología de su gobierno de Syriza y su aliado, un partido xenófobo, anti alemán y sumamente nacionalista.
Por lo tanto, lo único que veo, pese al empeño de Varoufakis de presentar el acuerdo como un gran triunfo -como es lógico, por otra parte- es que Grecia está con más quintales de presión sobre la cabeza, aparte del ambiguo margen concedido en el nivel de superávit fiscal, pero que no ha sido concretado.
Supongo que esto no va a gustar en los miembros de Syriza, y de otros partidos parlamentarios que soñaban con un país desligado de la tiranía de Alemania y del euro.
Es estúpido decir que uno quieren traer la revolución comunista pero seguir dentro del euro. Más estúpido es, dentro de ese planteamiento, empezar las negociaciones amenazando y despreciando al adversario, cuando este tiene claramente menos problemas si se llega a la ruptura que el chulesco Varoufakis.
La chulería no le ha servido de nada. Si el lunes se firma definitivamente, habrá cuatro meses de agonía de la economía griega, con una deuda pública aún mayor, que según algunas fuentes está en el 181% de PIB.
Cuatro meses en que el gobierno griego no va a poder aplicar lo que prometa, cuatro meses de inestabilidad, al va o de los cuales, sino antes, en junio, estamos otra vez con el melón abierto pero más podrido.
Grecia no puede vivir en el euro. Tenían que haberle ofrecido salir ordenadamente del euro, y así poder demostrar que su maravilloso plan "económico" es válido. Donde no es válido es en el euro.
No ha se ha resuelto nada, salvo aplazar la decisión definitiva; siguen dando patadas a la lata (Kicking the Can) a lo largo del camino. Dentro de cuatro meses, Grecia está peor y con problemas más agudos de liquidez. Si es que llegamos a eso.
Por lo tanto, hasta el martes, la situación sigue abierta. Grecia no es u país ejemplar en estructura de mercados. Hace unos años, leí un informe de al OCDE que decía que el estado tenía participación en cualquiera cosa que tubiera forma de empresa. Dgmqsiasoa fuepos de interés no interesados en reformar eso.
Es más, el gobierno actual quería ir en contra de esas reformas. Es decir, el pacto que ha formado Grecia va contra natura, contra la ideología de su gobierno de Syriza y su aliado, un partido xenófobo, anti alemán y sumamente nacionalista.
Por lo tanto, lo único que veo, pese al empeño de Varoufakis de presentar el acuerdo como un gran triunfo -como es lógico, por otra parte- es que Grecia está con más quintales de presión sobre la cabeza, aparte del ambiguo margen concedido en el nivel de superávit fiscal, pero que no ha sido concretado.
Supongo que esto no va a gustar en los miembros de Syriza, y de otros partidos parlamentarios que soñaban con un país desligado de la tiranía de Alemania y del euro.
Es estúpido decir que uno quieren traer la revolución comunista pero seguir dentro del euro. Más estúpido es, dentro de ese planteamiento, empezar las negociaciones amenazando y despreciando al adversario, cuando este tiene claramente menos problemas si se llega a la ruptura que el chulesco Varoufakis.
La chulería no le ha servido de nada. Si el lunes se firma definitivamente, habrá cuatro meses de agonía de la economía griega, con una deuda pública aún mayor, que según algunas fuentes está en el 181% de PIB.
Cuatro meses en que el gobierno griego no va a poder aplicar lo que prometa, cuatro meses de inestabilidad, al va o de los cuales, sino antes, en junio, estamos otra vez con el melón abierto pero más podrido.
Grecia no puede vivir en el euro. Tenían que haberle ofrecido salir ordenadamente del euro, y así poder demostrar que su maravilloso plan "económico" es válido. Donde no es válido es en el euro.
No ha se ha resuelto nada, salvo aplazar la decisión definitiva; siguen dando patadas a la lata (Kicking the Can) a lo largo del camino. Dentro de cuatro meses, Grecia está peor y con problemas más agudos de liquidez. Si es que llegamos a eso.
2 comentarios:
No se, pero lo de los cuatro meses se me antoja relacionado con las eleccciones en España
No me había dado cuenta. Puede ser que España haya presionado para eso, o haya coincidido con en interés de otros países.
Publicar un comentario