"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 11 de marzo de 2015

Hace diez años. Mirando hacia atrás con ira

Hace diez años se produjo el atentado terrorista del 11-M. Nunca se supo quién lo cometió. Nunca se quiso saber. Cada año hago la pregunta siguiente: ¿me puede decir alguien cómo se llama el condenado que cumple condena por el atentado? No, nadie lo sabe. Debe ser porque nadie ve razón alguna para creerlo.

No sé si esta pasión por olvidar es única de los españoles. Sucedieron cosas irremediables entonces. Fue por casualidad o no, pero entonces llegó un señor a presidente de gobierno que empezó a desmantelar los pocos resortes de nación que quedaban. Es posible que no hubiera conspiración en aquel atentado, pero sí que la hubo después, cuando el presidente del gobierno se puso a negociar con ETA con cadáveres encima de la mesa, y levantó a Artus Mas y su patético Estatuto de Cataluña, y le dio las llaves de la Independecia. Luego su sucesor no hizo más que montarse en la ola. La ola de la conspiración desatada.

Que todo fuera una concatenación de hechos casuales, o que una intención llevó a la otra, no lo sé. Lo que sé es que si dio una saudida telúrica al rumbo de España, que dejó de ser un país normal para ser un país cada vez más desencajado. No se puede decir, claro, que la corrupción empezara ahí. Pero sí que tomó una velocidad increíble, porque el deseo de tapar cosas malolientes se hizo frenético. Me refiero a toda la corrupción, no sólo la económica, que no es más que una anécdota. Me refiero a la corrupción que ve con entero desahogo que la policía tenga sus propias iniciativas de investigación, fuera del marco jurídico, a que este marco jurídico deje mucho que desear.

Lo de un presidente de comunidad grabando por un comisario, quien parece ofrecerle ser compinches en algo totalmente ilegal, pero luego resulta que le estaba espiando para denunciarle, pero al parecer sin orden judicial, con la intermediación de un productor de cine-presidente de un club de fútbol, íntimo del comisario... es para darle vueltas y no parar. Darle vueltas y preguntarse: ¿cuando se jodió todo? Porque lo que sabemos es que en algún momento empezó esto. Sobre todo porque cada uno sigue en su puesto, como si nada: el del ático, el comisario, el ministro, el del fútbol y único productor de cine, según parece... Recuerden el caso faisán: altos cargos avisando a terroristas que iban a por ellos...

Siempre va a haber cloacas. Mientras haya quién lleve las armas, siempre va a haber portadores de armas corruptos; lo que pasa es que lo normal es que intenten camuflarse en el paisaje, no que intervengan y arbitren por encima de sus mandos y encima presuman de hacerlo. No es normal. Lo normal es leer eso en una novela negra y pensar ¡ufff, lo que debe haber por ahí debajo! Pues sí, es lo normal, un cierto ruido subterráneo que no invade la vida corriente más que cuando estalla un escándalo. Pero no es normal que aquí ya no haya escándalos.

- Oye, que aquí un amigo eh? - Que tu eres buena persona, eh? Si si que se te ve en la cara! ¿Yo? pues anda que tú... - que nada, genial habéis estado genial, un volquete de putas para celebrarlo! - Bueno, ya esto, eh... no me interesa que se sepa... ¡No claro! Para esto estoy yo aquí, que soy una tumba eh!

Y nadie se extraña.

Mirando hacia atrás con ira, a mí, esto último, me explica lo de los silencios a del 11-M. No el 11-M, sino los silencios. El elocuente silencio de los muertos, en España siempre muy respetado. En cambio, si hablaran, se les amordazaría. Bueno, es lo que se hace con los deudos.

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