Deuda exterior pública. Aplicación de fondos

Juan Carlos Barba  tiene un excelente artículo sobre la precaria situación financiera de la economía rajoyana.

Hace unos días, en "La irrefrenable marcha de la Deuda pública", veíamos sobre todo cómo el PP ha usado todas las artimañas contables para reprimir la deuda y que no pasara del 100% del PIB. Método. Meter cada vez más deuda debajo de la alfombra. Recuerden este gráfico:

Que son las cantidades cada vez mayores medidas debajo de la alfombra.

Pero la deuda exterior, está ahí, y una gran parte se debe a deuda pública, como se ve aquí:

Juan Carlos se centra en la consecuencias en la deuda exterior, que sigue avanzando. Llega ya al 106,3% del PIB. Es decir, en un año ha superado a la mal ya del mundo que era... La nuestra. Triste récord.

Juan Carlos se hace la lógica pregunta de dónde a ido ese dinero que hemos cosechado fuera.

Podría pensarse, como hacen algunos, que se está invirtiendo mucho pero que estas inversiones aún no están teniendo el retorno esperado. Sin embargo, hay dos datos que desmienten esta pretensión. El primero es la evolución de las exportaciones, que según publicó hace poco Eurostat nos sitúa, en cuanto a su crecimiento, en el furgón de cola en el primer trimestre del año y muy por detrás de Alemania, Francia e Italia.

El segundo es que, si así fuera, deberíamos ver un enorme incremento en la inversión en equipo, y no es así, como se puede observar en el gráfico. Se ha producido un cierto aumento, pero sumamente modesto. Es decir, solo una pequeñísima proporción de esa deuda externa está yendo a inversiones productivas.

La economía española rajoyana se ha basado en lo contaría de lo que predica. Dice que las cosas han ido bien, gracias a la política de austeridad y de reformas estructurales. En realidad no se ha hecho ni una cosa ni otra. Lo que se ha hecho es sostener la demanda de consumo a base de endeudamiento y gasto público, lo que ha generado un empleo basura, como no podía ser de otro modo si los que contratan no ven un horizonte firme.

Aquí discrepo de los que dicen que la culpa es de las nuevas formas de contratación. Es la escasa demanda, el estancamiento de las horas trabajadas, y la escasa confianza en el futuro de una economía que vive al día.

Tiene razón Juan Carlos: La falta de relación entre las entradas de dinero y la inversión es un augurio nefasto, porque la deuda exterior aumenta (recordemos: la más alta del mundo en %PIB).