"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Dinero electrónico, tipos de interés negativos

JFV, viejo conocido de esta páginas, exhibe su frondosa e inabarcable sabiduría en tres artículos sobre Bitcoin. Le agradezco mucho la inspiración que me ha proporcionado sobre un tema que tiene poco que ver con el dichoso engendro.
 
Voy a pararme en el que creo el punto ensencial de la exhibición de JFV. JFV cree que bitcoin no es útil, pero que una moneda electrónica alternativa podría resolver el gran problema de la "cota de interés cero", o "Zero Lower Bound", que impide a la política monetaria "alcanzar el tipo de interés negativo que permitiría volver a un nivel de inversión compatible con el pleno empleo." Entrecomillo lo que es una interpretación mía de lo que es central en la macro: el paro.
Hay dos modelos fundamentales para afrontar el problema del paro (quitando aquellos que simplemente lo ignoran). Uno es el mayoritario, que dice que el paro es culpa del mercado de trabajo. El paro podría ser cero a cualquiera nivel de producción si el mercado de trabajo es flexible. Hay un matiz que introducen los neo keynesianos, que son las fricciones que impiden que los precios y salarios se ajusten rápidamente. Pero eso sólo requiere un poco de política monetaria, que ayuda a suavizar esas fricciones que contraen la demanda.
 
El otro modelo es el keynesiano, que dice que el paro puede ser permanente, y ni siquiera con la ayuda de la flexibilidad de precios y salarios se pelee resolver. Es un ataque frontal contra la otra economía (que, como he dicho, es la mayoritaria, la que usan los bancos centrales), pues cambia el orden de relaciones entre variables. En el modelo anterior, los cambios de precios y salarios, ayudados o no con política monetaria, restauran el equilibrio general. Este segundo modelo lo niega, pues las reacciones racionales de los agentes no son conductivas a un conjunto mejor, sino a una pérdida de producción duradera y no suficiente para acabar con el paro.
 
¿Qué pinta Bitcoin en todo esto? bueno, pues si hubiera una forma de dinero, que permitiera bajar los tipos de interés a niveles negativos, el problema de la Cota de Interés Cero (CIC, o ZLB) sería cosa del pasado. El dinero de hoy no lo permite, pues si el banco central bajara el tipo de interés a cotas negativas, a partir de cierto momento sería rentable retirar los depósitos de los bancos y guardarlos en billetes, que no pagan tipos de interés. Eso supondría el colapso de la economía moderna.
 
Así, se supone que si no es Bitcoin, un dinero electrónico podría lograr borra ese límite. Entonces, el tipo de interés podría bajar lo que fuera para reponer el nivel de inversión de pleno empleo.
 
Esto, a su vez, se basa en la firme creencia que existe un "tipo de interés natural", vieja idea de los liberales austriacos, que es el que iguala el ahorro y la inversión, y que es el nivel de equilibrio no inflacionario (Esta idea está firmemente arraigada en lao modelosno keynesianos). El tipo de interés natural establece el nivel de inversión que se puede financiar con el ahorro disponible, y el salario "natural" establece el pleno empleo. Los inversores contarían con estas dos variables, más el precio de venta de sus productos, para fijar el nivel de inversión y de contratación.
 
¿Existe tal cosa, un tipo de interés natural? Keynes decía que no, y esa era una de sus innovaciones frente a las teorías anteriores: no existe un tipo de interés "natural" único, y ningun nivel garantiza que se vuelva a pleno empleo. ¿Por qué? Porque los inversores tiene un esquema de futuro muy volátil, subjetivo, porque en realidad no existe información sobre el futuro que permita hacer valoraciones objetivas. Por lo tanto, el nivel de inversión no depende del tipo de interés de los préstamos, sino de la rentabilidad esperada de la inversión, que por su características es incierta. De modo que no hay una conexión fija entre el tipo de interés que puede determinar el BC y la rentabilidad que predicen los empresarios. Y si estos son pesimistas, no ven claro su previsión de ventas (demanda, más importante que el coste financiero), ya puede ser el tipo de interés negativo, que eso no devolvería el pleno empleo.
 
Keynes veía insuficiente bajar el tipo de interés, y proponía animar las expectativas empresariales, dándoles señales de que la demanda se iba a sostener mediante un aumento del gasto público. Gasto público que sería fácilmente financiable a tipos de interés cero. Al recuperarse la economía, la deuda creada se iría saldando gracias a la subida de los ingresos fiscales. Es decir, Keynes veía el déficit (y el superávit posterior) como una medida contra cíclica, suavizando los inevitable bandazos de euforia y pesimismo que acompañan siempre la incertidumbre de los inversores.
 
He simplificado mucho para centrarme en las diferencias esenciales entre ambos modelos o, mejor, entre ambas actitudes filosóficas. Estas diferencias se han intentado saldar con modelos de síntesis (Hicks, Samuelson), que en realidad, como dice Minsky, han sido traiciones a Keynes, es decir, a su actitud escéptica sobre el equilibro con pleno empleo. En último término, Minsky dixit, sólo hay euforias y depresiones, excesos, no un nivel estable que conocido con el pleno empleo. Entre unas y otras, puede haber valles estáticos, prolongados, con tasas de paro altas, pero no conducen a una estabilidad social precisamente. No hay una tendencia alcista a la que se vuelve a través de los ciclos.
 
Retomando el tema de la moneda electrónica, si su magnífica aportación es que el tipo de interés pudiera bajar sin limite a zonas negativas, no creo que eso fuera la cura definitiva del paro. La política monetaria ha demostrado su impotencia para lidiar ella sola con la depresión, pero no porque el tipo de interés no pueda pasar de cero, sino porque toda la liquidez, o gran parte, se ha ido a la especulación, creándose de nuevo una burbuja financiera tan peligrosa o más que la de 2007. ¿Qué burbuja no provocaría un tipo de interés de -5%?
 
En realidad no es la "cota cero" lo que limita la restauración de la normalidad, sino las expectativas que no alcanza a controlar el banco central. En la imagen, el diferencial de tipo de interés del bono privado BAA (no manipulable por la FED) y el bono público a 10 años (si manipulable por la FED), lo demuestra:
 
Superiores al tres
Por mucho que baje la FED los tipos a su alcance, el tipo de interés privado "va a su aire", y vemos que últimamente ha vuelto a posiciones superiores al 3%, cota históricamente muy superior a la media del 2%. Sin embargo, eso ha sido compatible con una sobre valoración bursátil de la que parece que ahora se está cayendo en la cuenta.
 
Si comparamos recesiones (zonas sombreadas) vemos que nunca había subido tanto el diferencial como en la última, la más grave. Esto muestra la incapacidad del BC para controlar las expectativas empresariales que se componen de valoraciones subjetivas del futuro.
 
Con todo esto no quiero decir que me adhiero plenamente al mídelo de Keynes. Simplemente que la alternativa tiene mas agujeros que un queso de gruyere.
 

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