"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 3 de septiembre de 2015

La imagen del niño sirio

Como es trivial y vomitivamente habitual, los medios se han lanzado a culpar a Europa de esa muerte sobrecogedora. Por favor, miren hacia el Este. Por favor, miren a esa religión islámica, incompatible con la civilización. Ellos son los primeros en usar sus niños como escudos o proyectiles según les convenga.

Europa, si tiene una culpa, es haberse construido beatíficamente, como un paraíso aislado el mundo, realmente sin política de seguridad y de prevención de lo que iba a pasar tarde o temprano en Oriente. Europea es una casa con pilares de barro. Pero nosotros no somos responsables de esas matanzas a que se dedican el Estado Islámico, el gobierno sirio, la guerrilla oponente, etc. La zona es un polvorín de estados fallidos que se caen irremisiblemente, y nos lanzan a nosotros sus víctimas.
 
Y ahora descubrimos que Europa no está preparada para esto, porque se hizo de espaldas a esta tragedia. Bien. Europa tiene que cambiar, tiene que reconocer que se equivocó, pero no tiene capacidad para ir a arreglar las cosas allí, ni para absorber todas la víctimas que van a seguir viniendo por millones.
 
Vivimos en un mundo ficticio de espaldas a lo que nos rodea, que es muy distinto de nuestras diarias y cómodas cuitas, en comparación. Nos preocupa el paro, y mira, resulta que llaman a nuestra puerta seres humanos que huyen de la guerra y la muerte. Y a nosotros no se nos ocurre más que culparnos, hacer mohines, u hacer chistes progres sobre el niño sirio y Europa indiferente. Si somos estrictos, que esas víctimas no vivan como nosotros, con la seguridad de que gozamos, no es culpa nuestra, sino de sus estados islámicos fallidos.
 
Porque hay que reconocer que sólo hay una solución, y es muy desagradable: ir a poner paz allí, con todas las consecuencias. Y eso no somos capaces, y EEUU, después de haber sacudido el avispero con la guerra de Irak y primavera árabe, se ha vuelto de espaldas.
 
Así que debemos ir pensando que, como decía Isaia Berlin, hay problemas que no tienen solución, al menos perfecta. Nuestra cultura nos ha enseñado, desde la ilustración, que todo problema tiene solución y que no hace falta más que buscarla racionalmente. Pues no. Este problema no ofrece más que soluciones con aristas desagradables, que nos afectarán a todos. A la larga será una bendición, seguro, porque de estos éxodos nacen grandes civilizaciones milenarias, que los bardos cantaran con regocijo. Pero nosotros habré al muerto.
 

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