"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 3 de mayo de 2016

Kessler y el armisticio. Las "Consecuencias económicas de La Paz"

1918. Alemania ha perdido la guerra. Se declara una revolución confusa, en la que participan soldados rasos derrotados y partidos de izquierdas (Rosa Luxemburgo). En ese caos, llega la noticia brutal del armisticio. Aquí, la valoración que hace Kessler del Armisticio (recuérdese la acerba crítica de Keynes), y de la caótica situación de Alemania. Kessler llama al Armisticio "un acto de venganza de Clemenceau" presidente de Francia, quien, efectivamente, había impuesto su deseo de venganza a los demás aliados vencedores, EEUU y Gran Bretaña. Es lo mismo que dice Keynes en su "Consecuencias económicas de La Paz". El Armisticio fue la semilla de la Segunda Guerra Mundial. 

Berlín, domingo 10 de noviembre de 1918
Fuimos luego al Reichstag, donde teníamos cita con Haase. En el vestíbulo los soldados nos pararon diciéndonos que ayer algunos soldados habían vendido armas a civiles, y que por eso nadie podía entrar en el Reichstag. En el tejado vi ametralladoras. Se teme un ataque de Spartakus (Rpsa Ludemburgo) o de los contrarrevolucionarios. Schickele renunció a la visita con Haase. Fuimos a ver a Cassirer en la Victoriastrasse, donde en estos días hay una especie de punto de encuentro. En la Siegesallee encontré a Max Bethusy con su mujer, que estaban allí como espectadores de la revolución. Bethusy se preguntaba si él, como oficial licenciado, había de ponerse a disposición. Le contesté: ¿a disposición de quién? 
En casa de Cassirer hablamos con Schickele y otros sobre la situación. La mayoría la ven desde una perspectiva pesimista. En este momento todo gira en torno a la pregunta de quién ganará, si los partisanos de Liebknecht, y con ellos el terror rojo, o bien la parte moderada de la socialdemocracia. Schickele opina que los bolcheviques ya han vencido. Desde su punto de vista Haase desarrolla una política ambigua. Todos los esfuerzos deberían estar dirigidos a alejar del bolchevismo a Haase y al ala derecha de los independientes e integrarlos en una asamblea nacional constituyente. Mientras hablábamos, se oyeron disparos en el Reichstag, ametralladoras, parecía. Después supimos que el tiroteo se ha producido durante una concentración popular ante el monumento de Bismarck. Por la tarde he estado de nuevo en casa de Cassirer con Schickele, que ve las cosas cada vez más negras. Sobre las cinco, Bernstein ha llegado del Reichstag y ha traído esperanzadoras noticias. Dijo que se habían unido los independientes y los socialistas con la intención de formar gobierno...

Entre tanto llegan las condiciones del armisticio. ¡Avasalladoras! Se trata de un acto de violencia de una rudeza sin precedentes, encaminado a llevar el hambre a nuestras ciudades y la esclavitud al pueblo. Es un acto de venganza de Clemenceau, la cual a su vez reclamará venganza: “¡ Que la sangre caiga sobre vosotros y sobre vuestros hijos!”. Francia es la que lamentará este documento del modo más amargo. Pero, de momento, deberemos someternos, pues no tenemos nada, ni voluntad, ni valores, ni fuerza, ni ejército. Todo se ha gastado hasta el último céntimo. Liebknecht tomó ayer el Palacio con dos hombres. En Potsdam el primer regimiento de la Guardia se fue a casa sin más. Sólo opusieron resistencia mi regimiento, el tercero de la Guardia de ulanos y la Guardia de los húsares. La revolución ha empezado en Berlín hace apenas 24 horas, y ya no queda nada del antiguo orden, ni del ejército. Nunca el armazón interno de una gran potencia se ha pulverizado tan completamente y en tan poco tiempo. Por la tarde una edición extraordinaria de Vorwärts ha anunciado: “Se ha realizado la unión entre los dos partidos socialdemócratas; Ebert, Scheidemann, Landsberg, Haase, Dittmann y Bath formarán el nuevo Gobierno”. Con ello se ha salvado por lo menos la esperanza de que se nos ahorre el terror. F.G., con quien me he encontrado, se ha convertido en el conductor de un coche rojo. Dice que fue realmente salvaje la refriega de anoche en la esquina de Unter der Linden y Friedrichstrasse para hacerse con el café Victoria. Según cuenta, “oficiales” habían disparado desde allí y sus compañeros de Infantería de Marina lo asaltaron, pero no encontraron otra cosa que piezas de uniforme de oficiales. Me parece mera propaganda de Spartakus. 
No se cuestiona que Alemania se convierta en una república... 

Y Alemania se convirtió en la República de Weimar, que nació lastrada como una republica débil ante la imposible tarea de imponer a sus ciudadanos las condiciones del armisticio. 15 años turbulentos después (hiperinflación, deflación, depresión... Hitler ganó la selecciones, fue nombrado canciller y dio el golpe definitivo a Weimar. 

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