Después de enterarse en el vestuario que la había armado en las redes asociales, se cargó de dignidad y, como un solo hombre, dijo "que después del mundial del 2018 se iría de la selección".
Es decir, que está dispuesto a aguantar los ataques a "su dignidad" dos años. Mientras, irá aguantando estoicamente que le silben en los campos de la España Imperial, esa que tanto odia por haber conquistado Cataluña y de la que quiere separarse ya. Porque, no sé si lo saben, Cataluña es una colonia de la España Imperial.
Lo que no sé es porque no usa la dignidad correctamente y da un portazo ahora mismo, no volviendo a vestir un uniforme que le da erisipela y mala conciencia. No, pero el independentismo de Piqué va por plazos, es un futurible que puede aguantar años mientras se forra los bolsillos y sube su cotización, aunque sea bajo el yugo de la España Imperial. No vaya a ser que España Imperial gane el Mundial otra vez y el no esté presente para gastar una bromita, la enésima que le consienten, con la estelada o lo que sea.
Brillante la reacción de la FEF, del seleccionador, y de los periodistas lameculos, que dicen que hay que hacer lo que sea para que lo repiense. Brillante porque es la expresión perfecta de esta España mía, esta España nuestra, que no es ni deja de ser. Y brillante también TVE, muy brillante. Y les pagamos todos.
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