"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 26 de marzo de 2017

El difícil (o imposible) camino de salida para Grecia... y el euro

El cuadro adjunto indica el tortuoso - e incierto - camino de salida de la postración para Grecia, según Nick Malkoutzis.

 

La única vía decente de salida es la marcada por la línea azul a la izquierda, que sería posible si Tsipras puede optener del Eurogrupo & co más cesiones sobre la deuda y sobre las exigencias del superávit primario. Con esas concesiones, como dice Malkoutzis, Grecia podría acceder a los programas de Expansión Cuantitativa (QE) del BCE, lo que le permitiría volver a los mercados de emisión de deuda, una señal de mayor confianza para los inversores. (Es disparatado que a Grecia se lhaya impedido acceso al QE del BCE, por cierto, por un problema de definición de standares de deuda).


The best-case scenario

If Tsipras’s administration is able to reach a staff-level agreement (SLA) with the institutions, this would pave the way for a commitment by the eurozone for medium-term debt relief and a deal on Greece’s fiscal path, which would consist of primary surplus targets that would be lower than the 3.5 percent of GDP originally envisioned and for less than the 10 years agreed in the fraught summer of 2015.

Armed with these gains, the coalition could then oversee the return of growth to the Greek economy as well as access to the European Central Bank’s quantitative easing programme. In turn, this would create more favourable conditions by pushing Greek sovereign yields down to around 5 percent, which would enable a small, medium-term issue as part of a modest return to the international bond markets. If Greece can refinance its debt on the markets, the chances of needing a fourth bailout programme diminish and Tsipras can lead the country out of its so-called “memorandum era”.

This would be a significant moment for Greece and its people, but also a much more positive legacy for Tsipras and SYRIZA to take with them than the last couple of years in power.

Sin embargo, hay dos alternativas que podrían alterar ese camino "virtuoso". 
La primera sería que Tsipras no tuviera fuerza suficiente para firmar ese acuerdo, lo que le dejaría en extrema debilidad política y llevaría a elecciones anticipadas. Estas serían presumiblemente ganadas por la derecha, pero sin mayoría absoluta. O se forma una gran coalición, o Grecia queda sin gobierno y va camino a la puerta de salida del euro, como se ve abajo a la derecha. 
La segunda es que Merkel no haga ninguna concesión en cuanto a aliviar la deuda de Grecia o las exigencias fiscales, lo que desviaría fatalmente el GPS hacia la bifurcación roja (debajo de la for de Merkel), lo que de nuevo impediría políticamente a Tsipras firmar un acuerdo adverso y llevaría de nuevo a... elecciones anticipadas, de nuevo con la incertidumbre política antes descrita... y la posibilidad de ir a un Grexit. 
Grecia es el mayor lastre de Europa, pero no crean que el único. El problema de Europa se ha querido restringir a un problema electoral constreñido al presente, que se evaporará a medida que la economía vaya mejorando y la amenaza populista se evapore. 
Error. El problema de Europa es que no ha llegado a ser una nación, unida políticamente y con transferencias fiscales mutuas e indiscutibles. O eso, o se renuncia al euro. Con una unidad definitiva, Grecia sería una región, como lo es Extremadura en España, con libertad de circulación, una fiscalidad única - los griegos pagarían impuestos según su nivel de renta - y con un gasto público definido en función de criterios iguales para todos. 
No es así. El problema es que antes de llegar a eso se decretó la unidad monetaria. Mal hecho. Porque la Unidad política es una utopía que Alemania & co nunca, nunca, permitirán alcanzar. Por algo Merkel no hace más qu hablar, de n tono indo mal, de una "Europa a dos o más velocidades". Está preparando sus elecciones, ante un electorado que le daría una patada a Grecia. Signo inequívoco de que tarde o temprano el euro llegara a una congestión. 

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