Según lo cuenta Varoufakis en su reciente libro, "Adultos en la sala" - del que el Telegraph entresaca algunos capítulos -, Tsipras sufrió un ataque de cangüelo, le insinuó algo de un posible golpe de estado, y decidió dar la vuelta al sentido del referéndum, rindiéndose incondicionalmente ante los burrocratas de Bruselas.
Varoufakis no se lo podía creer. Una tragedia griega con todos sus aditamentos convertida en una docudrama vergonzoso.
Pueden leer lo demás en el Telegraph, en donde hay también un artículo de Evans-Prichard sobre el tema.
El domingo, en Francia, podríamos asistir al mismo docucrama si Marine Le Pen se lo pone difícil a Macron en la segunda y definitiva vuelta. Macron tiene casi todas las de ganar, pero no todas. Esta vez los perdedores de la primera vuelta no cerrarán filas en torno a él, y si la abstención es alta, Le Pen tendría algunas posibilidades. García Domínguez ha hecho sus cábalas, que le conceden alguna chance a Marine. Una alta abstención reflexiones rezaría la fidelidad del voto garantizado.
Entonces, Marine se vería acosada por un muro invisible, pero cierto, de presiones de todo tipo - de Europa y de dentro - para que renuncie a su objetivo estrella de cargarse el euro. Se podría ver en la misma posición que Tsipras, lo que daría lugar a situaciones peculiares e imprevistas... ¿sería capaz Le Pen de dar un giro de 180 grados por la presidencia de Francia? Yo creo que sí. Sobre todo si los mercados desatan todas las furias.
En fin, que no esperan días entretenidos...
2 comentarios:
Por cierto, ¿quien es el entrañable caballero de la foto?
Paul Léautaud
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