"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 10 de febrero de 2018

Weekend

No hay operaciones, ergo no hay news, ergo la angustia crece. ¿Qué pasará el lunes? Japón será el primer en verter una advinanza. 
Los fines de semana se hacen bien largos cuando sentimos que tenemos abiertos en canal demasiados temas. ¿Lo habremos hecho bien el viernes? ¿Nos habremos precipitado en nuestro pesimismo, u optimismo, o hemos sido suficientemente prudentes? 
Leo en Ioannis Kantartzis lo que me parece un bueno consejo: 

Si no está satisfecho con los resultados de su trading o si está deseando alcanzar el próximo nivel, probablemente no se esperaría esto. Pero si lo consideramos detenidamente, la gran parte de la psicología en el trading entra en esta categoría. El razonamiento es muy simple: La mayor parte de “cuestiones psicológicos” no trata de psicología, sino de un trading malo. Por ejemplo, muchas veces traders novatos dicen que “no pueden aguantar la presión” cuando están perdiendo y por tanto entran en pánico y cierran la posición. Posteriormente concluyen que “tienen que trabajar en su psicología”. Sin embargo, no se trata de un problema psicológico aunque se sienten mal por haber sufrido una pérdida. Es más bien un problema de trading - si asumimos demasiado riesgo, nos asustamos con facilidad. Y si encima nuestro stop-loss está mal posicionado o nuestra gestión de riesgo es mala, acabaremos cerrando las posiciones en “puntos de preocupación” y no en los niveles correctos. Lo que necesita un trader en una situación como ésta, es volver a empezar con su sistema. Necesita pautas firmes para la gestión del riesgo y niveles de stop-loss predeterminados. 

Creo que es un bueno consejo, pero yo no lo sigo. No especulo en bolsa. No lo hago por el bien de uds. Soy gafe. 
Además, el problema ya no es hacerlo bien, sino que el resultado conjunto no sea catastrófico. Si todos somos prudentes, el mercado en su conjunto puede que caiga más, lo que aumenta la tendencia bajista. Individualmente no somos nada. Es la “falacia de la composición”, que el individuo cree que se puede salvar actuando con la cabeza fría, y no. Sus acciones pueden ser de empresas sólidas, pero a veces esto se lo lleva por delante una reacción colectiva inesperada en una dirección. 
Veo que mucha gente se agarra a lo bien que está la macro. Sobre esto, quiero decir una cosa. La macro en EEUU está demasiado bien, lo que ha despertado la sospecha de que los tipos de interés van a a subir rápido, más de lo que se esperaba el viernes 2. De todas formas, lo de los salarios ha sido cono la gota que desborda el vaso, porque lo importante es que había demasiado euforia, amplificada  por el gobierno por los twits de Trump, diciendo que los mercados están equivocados, que la economía va de cine y más que va a ir gracias a su plan fiscal... que no puede más que aumentar la subida de tipos. 
Hace una semana el plan se veía favorable a las bolsas. Ahora se ve como añadir más leña a un fuego que arde a los bestia, demasiado, y habrá que echar agua: tipos de interés. 
Volviendo a La macro, repito una vez más que soy seguidor de Minsky. Los ciclos no proceden de la economía real. La Gran Recesión la originó una crisis financiera. Una burbuja inmobiliaria, que por cierto, son las peores. Esta vez se trata de La Bolsa, lo que le quita carga de profundidad. 
Es decir, creo que podemos afirmar que estamos ante un 1987, o un 2000, pero no un 2008. Creo. 
El problema es la tupida - y desconocida - red del apalancamiento de un  sector a otro. Según he leído hay posiciones muy apalancadas. Del FT:

Prácticamente todas las clases de deuda de EE. UU. (Soberana, corporativa, no asegurada, hogar / personal, préstamos para automóviles y deuda estudiantil) están en niveles récord. Los estadounidenses ahora deben $ 1bn en deuda de tarjetas de crédito, y una cantidad más o menos equivalente de préstamos estudiantiles y autocréditos que, como la calidad de la hipoteca subprime que desencadenó la crisis financiera de 2008, tienen una calidad crediticia en gran parte baja (y por lo tanto de alto riesgo). Las compañías estadounidenses han agregado $ 7.8bn de deuda desde 2010 y su capacidad para cubrir los pagos de intereses está en su punto más débil desde 2008, según un informe del Fondo Monetario Internacional de abril. Con un total de obligaciones de deuda públicas y privadas estimadas en 350% del producto interno bruto, la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE. UU. Ha descrito recientemente el camino de la deuda (y los déficits) de los Estados Unidos casi doblándose en los próximos 30 años. Pero esto no es solo un fenómeno de los EE. UU. A nivel mundial, el panorama es igualmente precario, con una deuda obstinadamente alta en Europa, aumentando en Asia y aumentando en mercados emergentes más amplios. Una década después del comienzo de la crisis financiera, el mundo tiene las características de una nueva crisis de la deuda.

En todo caso, la deuda mundial ha subido desde 2008, privada y pública, lo que nos deja más inermes ante eventos salidos de madre, así como los bajos tipos de interés, que dejan poco margen para bajarlos más. Esto es lo que más me preocupa, porque va a haber desapalancamiento, ya lo hay en el crédito de la banca, y eso ciertamente afectará a la Macroeconomía, ineludiblemente. Eso seguro: como el crédito deje de fluir, La macro se resiente. 
Si los mercados llegan a rozar la economía, veremos cierto nerviosismo en los bancos centrales, que tienen gran parte de la culpa, pues no han hecho sus deberes de reforzar la regulación financiera macroprudencial. El apalancamiento es la expresión de su fracaso. Pero están más impotentes que en 2008. En 2008 se sacaron un as de la manga, y funcionó, aunque Bernanke dice “que no por las razones que pensamos”. Hoy no podrían hacerlo. Habría que volver a al posición 2008, que sus balances estuvieran limpios. Apenas ha empezado la accion de desescombro. Están saciados de bonos, ¿y serían ahora capaces de volver a comprar otra vez la misma cantidad? Pero dejemos esto para el escenario improbable de que los mercados sigan inciertos y contagien a la economía real. 

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