El izquierdismo de El País es hilarante, a la par que simpático, porque esos tres personales presentados así es como si dijera que vuelve Franco. ¿Vuelve Franco?
Aquí basta defender la familia, la libertad, la integridad de España - su existencia, quizás negada por miembros de tan insigne buque periodístico - y la eficacia económica para convertirlo en un facha.
El sentido de la familia de Casado no creo que sea el de Franco. Aquí se casa y forma una familia el que quiere, el que no no, no hay ninguna presión para hacerlo. Ahora bien, hay que defender el bienestar de los hijos, apoyar a las madres, lo que no me parece una política facha, al revés.
Pues no, no creo que Casado sea un facha. Ni Aznar. Me interesa de Casado que va a defender con más interés que Rajoy la integridad territorial, o eso creo. No creo que eso sea facha. Creo que su gestión económica puede ser mejor que la del PSOE, siempre descontrolada y que acaba en catástrofe.
De paso, si Casado hace lo que ha prometido de cambiar la Ley de Memoria Histérica (sic) y esos histéricos dejan su macabro juego de mover muertos, bien muertos desde hace décadas, pues me daría por satisfecho. Mientras la izquierda se empeñe en liquidar la Transición, gracias a la cual tienen el mismo espacio que los demás para alcanzar el poder político, seremos víctimas de juegos de espejitos de discoteca y no de políticas serias.
Son ellos que son víctimas de sus macabros sueños.
Que nos dejen en paz.
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