"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 5 de agosto de 2018

Al fin y al cabo, ¿no son la mayoría?

- ¿así, que según ud, las cosas en política pasan sin razón aparente? 
- así es, Señoría. Mire ud por ejemplo lo del conflicto del taxi. Durante más de una semana se han paralizado las ciudades de España. ¿Por qué? Porque los que se autodenominan taxistas, y no reconocen en derecho a llamase así a los que no son como ellos, no quieren que se altere la proporción de 1/30 que hay entre los nuevos entrantes - considerados capitalistas buitres explotadores - y las licencias que ellos consideran las únicas éticas.
Las otras formas de trabajar el transporte personal, que es llevado por esas empresas “torturadoras, esclavistas”, consiste en que el cliente llama a un teléfono, le vienen a buscar, le llevan sabiendo de antemano cuanto le cuesta, y le tratan con buenas maneras. Ya se sabe, “los esclavos son muy serviles con sus señoritos.”
- pero oiga, eso es otra forma de taxi, ¿no? 
- chiiis, no sea burro, señoría, Taxi es taxi, como No es no! Taxi y taxista sólo hay uno: el que posee en propiedad una licencia que le permite un pequeño monopolio, porque se conceden muy pocas, y aunque son documentos oficiales, luego son revendibles a un tercero, que paga una millonada porque hay muy pocas. Así se mantiene el nivel deseado de tarifa arbitraria y de capitalización, que es lo que se revaloriza la licencia. Estos son los buenos, los fetén, los “ángeles del volante”. Los demás son aspirantes a chiquilicuatres, porque nunca tendrán la consideración de sátrapas de los verdaderos taxistas, con su licencia - o licencias, porque hay algunos con 50 o 100 - en la mano, lo que le convierte en un empresario con empleados... 
 - y el problema,¿ cuál es?
 - Pues los otros, los “sin nombre” apenas personas, quieren trabajar. Ellos preferirían que les dieran una licencia, y entrar en el sacrosanto bandidaje de la cueva de Ali babá, pero los Taxistas se niegan a que se den licencias al primero que la desee... porque entonces su capital, su licencia, transferible por un pastón, se hundiría su precio. ¡Hay que estar a las duras y a las maduras! dice. A mí mi licencia me ha costado lo mío en servicias y sobornos, se ha revalorizado gracias a su escasez, y mis “derechos” son inviolables. En realidad no son taxistas, son especuladores de licencias con otro nombre. Y atascan una ciudad de 4 millones de habitantes tan panchos. Como dicen ellos mismos chuleandose, “no hay grúas ni tanques suficientes para desalojarnos...
Y eso lo sabe el gobierno, así que éste le pasa el marrón a las CCAA, pero sólo si lo quieren. 
Así que seguiremos siendo servidos por esta banda de maleducados engreídos, cada vez más crecidos, que tratan al cliente como quiere. Mientras, los subhumanos, sirven más barato, tratan con educación al cliente, que además sabe de antemano el precio del servicio... tras lo cual hay una mentira, pues como contaba uno de ellos, son pagados como trabajadores normales, con contratos laborales con sus derechos, etc. 
Después de ver la actuación chulesca de ayer a dos representantes del taxi, usaré las alternativas subhumanas cuando pueda, y pediré que las licencias del taxi sean libres, y sobre todo que no sean transferibles. Verás como se les pasan esos humos de dueños del mambo. 
- y por qué dice que las cosas pasan porque pasan en política? 
- quería decir que lo que rije es la ley del más fuerte. El gobierno es cada vez más débil, aparte que éstos temas tan cutres no le interesan. Esto no decide gobiernos. ¿Tenemos poder para resolverlo? No, pues arreando, que pase lo que sea, intentamos decir que negociamos, y que se despellejen. ¿Cuales son los débiles? Hombre! Los subhumanos, los del 1/30. Bien, pues que sigan jodiendose, que ellos son tan pocos que no van a paralizar la ciudad. Ceder otra vez ante los de siempre, ya está. Al fin y al cabo, ¿no es la mayoría? Si pueden parar una ciudad, lo son, y nosotros representamos siempre a la mayoría. Y así en todo. 
- Por oiga, ¿eso no convierte al gobierno en mafioso?
- No jodamos señoría, no jodamos. Que esas palabras las carga el diablo. 

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