"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 6 de noviembre de 2018

Los afectados

España es un país de “afectados”. Afectados por las hipotecas, afectados por los sellos, afectados por las pensiones... éstos grupos de afectados, espoleados a su vez por grupos de letrados más o menos responsables, se constituyen en verdaderos grupos de presión que quieren forzar la mano del gobierno a su favor, tengan razón o no. A veces, el gobierno incluso legisla Ad Hoc para “recompensar” a éstos afectados, sin tener en cuentas las consecuencias finales de tales actos de dudosa democracia, como es legislar por el interés de un grupo de gente particular. 
Así, las calles de Madrid y capitales de provincias se llenan fácilmente de afectados, convocados por rápidas asociaciones formadas con su representación legal bien articulada. 
Ya dije en una ocasión que los afectados de las pensiones, salvo una minoría, no tenían razón, pues durante el periodo de crisis habían ganado poder adquisitivo, con revisiones de sus pensiones positivas y más altas, en todo caso, que la variación de precios. La preocupación por la fuerza del movimiento les llevó a plantear con audacia la revisión de las pensiones por el IPC, lo que era un verdadero desatino para el equilibrio presupuestario y la economía española. El gobierno, por su parte, se lanzó a buscar fuentes de renta de las que extraer las cantidades que compensarán el agujero que iba a hacer en sus cuentas esa revisión por IPC, muy jugosa desde el punto de vista electoral. Las transacciones financieras fueran la victima propiciatoria, pues nadie, ningún grupo social con poder de voto, iba a protestar porque se hiciera un agujero más en la banca y demás entidades financieras. 
Agujero que ya había comenzado a formarse en la famosa sentencia del Supremo sobre el impuesto de las CCAA por Actos Jurídicos Documentados firmados por notario al formalizarse una hipoteca, impuesto que el pura lógica económica no tiene sentido y habría que suprimir. Primero eran los beneficiados de la hipoteca los que debían pagar el impuesto, pero el TS sentenció que no, que debía ser la banca, además de hacerse cargo con retroactividad de 4 años de lo que había pagado el cliente. Desatino tras desatino. Aquí el que no es de izquierda barata es porque no se ha enterado de qué va la fiesta. La fiesta va de matar este país a golpe de desatinos, hasta que llegue el desatino mayor (seguramente desde Cataluña), y fenezca España. 
En un acto de vergüenza apenas escondida, el Supremo suspendió la sentencia del 16 de octubre y se espera otra sentencia inminente que, de momento, ha dividido al tribunal en dos bandos irreconciliables. Salga lo que salga, será una chapuza. Si sale la traslación del impuesto al sujeto pasivo banca, sería un agujero muy grave en las cuentas patrimoniales de algunas entidades, pues desde hace cuatro años han firmado hipotecas bajo un supuesto legal que ahora no sería válido, y con efectos retroactivos. Algunas entidades lo pasarán mal. Ayer, en un rasgo de irresponsabilidad característico de estas agrupaciones de afectados, decía que como la banca había pasado con holguna los Test de estrés mandados por el BCE, tenía suficiente dinero para hacerse cargo del pago. Pero no es descartable que entonces la banca intente repercutir contra el Estado, lo que tendría gracia si lo consigue, que el bucle montado por hacienda por motivos recaudatorios se convirtiera en un boomerang contra los españoles, paganinis por definición. 
En fin, los “afectados”. Son las nuevas órdenes mendicantes, que desaparecieron de Europa durante el Renacimiento protocapitalista, pero no en España, donde duraron más allá del siglo de oro. 
Y así vamos, engordando unos grupos de afectados, y sus correspondientes letrados, verdaderos beneficiarios de estas historias. ¡Qué grandes tipos los abogados! Es una profesión especial que les exime de juicio moral, es más, se lo prohíbe en nombre de la defensa de su cliente. Pero cobrar cobran. Y cuantos más errores cometa el Estado, mejor para ellos. Afectados & Abogados, una unión de intereses muy beneficiosa. 

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