"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 2 de marzo de 2023

Ferrovial

No son los impuestos, imbécil

Ferrovial y su abandono de Madrid como sede social no es por eludir impuestos. Es por no poder estimar con cierta seguridad cuál será el marco jurídico del año, y al año que viene, etc. Y eso es culpa del gobierno, que cambia todos los años el marco jurídico sin que el empresario puede fijar sus expectativas jurídicas mínimas. Para rematar bien la faena, los ministros de ramo ya han amenazado a Luis del Pino, por su “Olvido de lo que le debe a España” en su larga carrera. Con permiso, ¿este gobierno corsario, con patente de corso, tiene en cuenta lo que España le debe a Ferrovial? 

El empresario es un factor de producción generalmente desdeñado en la opinión pública. Tampoco es que la Economía académica marque con precisión su impagable función, salvo como un factor residual después de descontar la inversión. Creo que los mejores economistas de hoy, con el cerebro machacado por los modelos de Equilibrio General, de un solo agente universal que es el consumidor pero también el inversor, tampoco se molestan mucho en hurgar en la función empresarial. 

Sin embargo, el empresario es una función tan crucial para la marcha de la economía, que el mismo Lenin, fundador del Comunismo en la tierra, tuvo que recurrir a los empresarios para hacer funcionar “aquello” que se había atascado por culpa de su aberrante política. Eso sí, avisando que en cuanto se pusiera en marcha la producción, mandaría matar a los “burgueses“ obligados a gestionar “aquello”.

Y, ¿que era  eso tan delicado que los burócratas no podían levantar?

El empresario es el que decide cuánto capital invertir - inmovilizar - en los próximos años, que tenga la suficiente rentabilidad para pagar a los prestamistas y dejar un margen de beneficio empresarial. Una función que el obrero no puede hacer, como demostró Lenin. Tiene que ser un especialista que no abunda. Para que esa función sea satisfactoria, es necesario reducir la incertidumbre que pesa sobre el futuro a la mínima expresión. Especialmente la incertidumbre jurídica, que puede emborronar totalmente la estimación del beneficio por encima del tipo de interés pagado por la deuda. Inmovilizar tiene unos costes. Una inversión alternativa, sea del mismo empresario, sea de otro, que no podrá acceder a los fondos que se han comprometido ya. si se equivoca reiteradamente quebrará. Lo suyo es que los acreedores liquiden y decidan el destino de lo que quede. Menos en España, claro, país donde nos gloriamos de muchas empresas zombies quebradas, pero sostenidas en parihuelas por manipulación del estado. Por ejemplo, el Pís, ese periódico al que ya nadie cree pero siguen manteniéndolo a flote,¿por? Quí lo sà.

Lenin logró por unos buenos años de cosecha y empresarial con su implantación de la Nueva Economía Política, que se vino abajo cuando  enfermó y murió. La Nueva Política Económica fue reemplazada por el Primer Plan Quinquenal de Stalin en 1928.En efecto, los burgueses fueron fusilados. Luego ya fusilaron a sus propios compañeros, pero es otra historia. 

Es lo que pretende el siniestro juego de este gobierno, aún que de momento solo con la ruleta rusa. 

No duden que habrá más multinacionales que huyan buscando climas jurídicos más templados, aunque sea al norte.  

Aquí, desde el bachillerato, nos enseñan que el empresario es un piojo sanguinolento chupa-sangres, y lo mejor es exterminarlo, después de expropiarlo, claro.

No son los impuestos.

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