"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 25 de abril de 2024

La carta de Pedro Sánchez a los españoles

 La carta de Pedro Sánchez es una ignominia. Desde julio del 23, cuando no ganó las elecciones, pero se alió con los enemigos de España democrática para retener su cargo, he mantenido la sospecha de que Sánchez iba a hacer algo insólito para perpetuarse en el poder. Estaba seguro que ya nada sería normal.

Pues ahí está, lo ha hecho. La carta es una proclamación de un ser excepcional que se ama profundamente a sí mismo y que, por ende, debe llamar a sus huestes, porque últimamente le han tocado demasiado su alma impoluta en la cruel persecución de su amada esposa. Los negocios ilícitos con fondos públicos de su mujer no son motivo de dimisión, mucho menos de explicación; son motivo de tocar el tam tam de la tribu “progre” para hacer frente a la “derecha y extrema derecha”, es decir, a todos los que estamos deseando acabar con esta siniestra pesadilla. 

Sí, lo ha hecho. Y al hacerlo ha enseñado sus cartas. “Estos son mis poderes”. Yo no me voy de aquí ni con agua caliente”. 

No dice “volveré”, sino “no me voy”. 

De otra forma: “vosotros apedreadme, insultadme, odiadme, que yo siempre os sorprenderé. Yo siempre sacaré un conejo de la chistera, lo que sea, lo que haga falta, para reforzar el muro que he levantado entre los españoles”. 

“Me gusta que me odiéis. Ya habéis visto que recibo al rey con las manos en los bolsillos. Pronto le perderéis de vista. Y a otros. Yo soy la democracia”. 

4 comentarios:

Pablo Bastida dijo...

Magnífico. Ha capturado usted a la perfección la pérfidia y al mismo tiempo la pequeñez del personaje, inmenso a sus propios ojos. Recuerda al Ricardo lll de Shakespeare: "Yo soy yo. Ricardo ama a Ricardo " Y ya está. Pura egolatría. El resto de nosotros se la pelamos. No dejará detrás nada digno de pervivir, pero hará lo que sea por resistir.

antonio j. almarza dijo...

La carta de Sánchez es a la política como el gato de Schrödinger a la física cuántica: No sabemos si tenemos o no presidente del gobierno. Pero es seguro que le gusta cazar ratones.

Anónimo dijo...

Me ha venido a la memoria el caso Banca Catalana. Las similitudes son obvias. Si a Pujol le funcionó...
https://youtu.be/KKfbt1FCuvg?si=wClQJSl00v-tEA_L

www.MiguelNavascues.com dijo...

Siempre funciona porque el pueblo traga. A sus incondicionales se sumarán los que estaban en cierto modo de duda, desarbolados por una intensa campaña de lágrimas y berrinches de los adictos, que conseguirán atraer a muchos otros. En mi familia los hay, por ejemplo, que se dejarán llevar por las fanfarrias resonantes desde la calle Ferraz, sede del PSOE. Además, Pedro es muy guapo. Que sea un poco trastocado da igual. No hace falta que sean muchos, pero sí fanatizados. Habrá - ya las hay - jueces que han tenido la ocurrencia de iniciar diligencias contra la mujer de Sánchez, esa tal Begoña a punto de ser declarada virgen.
En España siempre ha habido gente así. La igualdad ante la justicia se nos ha dado en escasos y muy breves momentos de esta triste historia de España. Las hordas casi siempre han respondido bien a los toques de corneta de asamblea de las tropas que, una vez sueltos de sus cadenas, pueden ir a matar franceses, curas (1833) quemar iglesias (1931-39) que los que manejan los hilos ven complacientes fumando un puro desde un balcón.
Este país absurdo ha sido siempre muy pasota para defender sus derechos ; prefiere los derechos tomados en la calle, aunque duren muy poco, pero al menos hay sangre derramada.
La vocación de los españoles es someterse ciegamente y poner su vida a disposición de un matón que no le dará libertad ni trabajo, sino le exigirá fidelidad ciega y encargos dudosos. Todo con tan de no fichar en un trabajo.
Sánchez se saldrá con más suya. Y la suya puede vestirse de muchas maneras.