Una inmensa extensión de terreno, casi inhabitado (59.000 ha), y con riquezas en el subsuelo, conocidas y por conocer, en el mundo tecnológico que se nos viene. Trump ha soñado en voz alta y ha dicho “qué bien si esa tierra inhabitada fuera nuestra”. “La compraremos”.
No lo ha dicho por decir. Lo ha dicho pleno de sentido; es claro que Rusia le había echado El ojo y China necesita sus materias primas como el agua. Es decir, más pronto que tarde empezarán a conspirar para hacerse con ella y garantizarse las materias primas del futuro.
Entonces, me viene una pregunta: ¿por qué co——s Europa, que lleva desde fundación mirándose el ombligo, no ha hecho ni un movimiento de acercamiento a una isla que es, además, del estado Danés, y que éste lo haya ido soltando con acuerdos de autonomía que han llevado al final, a que Groenlandia se saliera de la UE, sin que nadie haya pestañeado,…
La UE ha tenido años y años para aprovechar la situación de ventaja y, mediante negociaciones pacíficas, podría haber consolidado el status europeo de la isla, mejorar la vida a los 59000 ha, y explotar conjuntamente sus riquezas que nosotros tenemos que comprar a países hostiles. Pero no; ni una mueca. Ni una señal de alarma, y eso que los habitantes estarían, seguro, deseando seguir en la UE, ¡a cambio de algo claro! Por ejemplo, escuelas, sanidad, universidades, que para tan poca gente no sería tan caro… ¡E incentivos para emigrará allí y contribuir a su enriquecimiento, coño!
Sí, lo han oído bien: hasta hace unos 10 años Groenlandia era un Estado autónomo del Estado danés. Estaba en la UE. Al parecer, nadie se dio por aludido.
Esto deja negro sobre blanco lo que ha sido la UE: un nido de garrapatas infatuadas, que ha malgastado el dinero a espuertas en mirarnos el ombligo, y gastarnos el dinero de nuestros hijos en bagatelas, mientras mirábamos de reojo a los “fascistas” americanos, que nos cubrían nuestra seguridad sin tener la mínima conciencia de ello. ¡Americans go home coño! ¿Y ahora, de qué nos extrañamos?
Uno de los últimos logros de la UE es el famoso tapón de las botellas de refrescos
que no puede caerse, pero que consigue que el contenido se esparza alrededor del vaso y manchar todo lo que hay en un par de metros… Un gran adelanto ecológico.
Mientras, en nombre de esa ecología, la industria alemana se ha ido al garete y el país lleva dos años sin crecer. Mientras, nos estamos alejando de las decisiones mundiales importantes y de la inversión en la tecnología que va a ser clave ya. Y mientras, nos amenazan todos los días con una guerra contra Putin para la que hemos de dedicar un buen pedazo de nuestras renta para hacerle frente; para qué, me digo, si la tenemos perdida de antemano.
Es decir, ahora que se habla de la generación perdida de los milenials, que no van a poder vivir como sus padres (por lo que ya están con razón muy cabreados), ¿les decimos con una sonrisa que tienen que prepararse para una guerra letal, y además queremos que se pongan a tener hijos?
Mejor mirar para otro lado. Por cierto, ¿con qué patriotismo les animamos a que “defiendan con ardor Europa” que no es más que un tinglado de burócratas que dedica sus meninges a idear taponcitos reutilizables?
2 comentarios:
La Doctrina Monroe tiene unos 200 años de vigencia. Hasta las focas de allí sabían que su destino era ser de los EEUU. Ahora bien, yo no he oído a nadie decir que Groenlandia va a ser el estado 51, al menos de momento. Les espera ser un Territorio de ultramar, como la Samoa Americana, no vaya a ser que los nativos decidan no explotar tal o cual yacimiento. O que quieran vender los derechos al mejor postor, no necesariamente al Tío Sam.
Es todo un disparate. Venimos de los romanos, pero se nota muy poco
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