En todo caso: unos okupas se desalojan entre ellos y las autoridades no pueden hacer nada porque la honorable municipalidad (siempre espesa y ocupada en lo suyo, como es trincar) pues está dividida en sus lánguidos apoyos a unos okupas frente a otros.
Por lo visto, el Sindicat de l'Habitatge de Mataró está muy bien considerado por la alcaldesa (o alcaldeso), o sea, por el grupo mayoritario del ayuntamiento. (Aquí mejor consulten el artículo referenciado, pues la verdad, sigo confuso).
Esto me recuerda a una novela de Wenceslao Fernández Flórez, “La novela número 13”, que describía el estado de desorden y anarquía (o anarquía y desorden, es lo mismo) durante la República y la guerra civil española. Libro que yo leía cuando preparaba la selectividad, el examen de entrada a la universidad - entonces un examen duro que salvé gracias a los temas que me tocaron -…
Wenceslao contaba amenamente cosas así, y yo, que entonces vivía una sociedad estable, me partía de risa y me parecía imposible que sucedieran cosas así. No puede ser - me decía -, esto es imposible.
Bueno pues lo era, como podemos ver ahora que están pasando aquella vieja película en cinemascope a todo color.
Otro buen libro de Wenceslao es “Haciendo de república”, unos artículos cortos en los que insistía en lo mismo. En uno de ellos contaba como un fallecido ateo había sido enterrado en suelo santo por ser de familia muy influyente. Cuando llegó la república, sus compañeros de partido decidieron enterrarle en suelo non santo; pero para ahorrase el penoso trabajo de cavar, mover, cavar otra vez , etc., decidieron correr la vaya separadora y declarar non santa a tan noble zona. De este pelaje hubo muchas, a juzgar por las numerosas variaciones sobre el mismo tema.
Pero lo que más me fascinó en mi juvenil imaginación fue, en La novela número trece, la historia de un pueblo gobernado por anarquistas que un día decidieron ir desnudos por obligación, pues eso de vestirse era burgués y reaccionario. El experimento fue un fracaso, porque desnudos somos más feos que vestidos: más vale sugerir que enseñar. Eso lo sabe cualquiera, salvo gente ideologizada, o deschavetada, que es lo mismo.
En resolución, esto es lo de siempre: Libertad sin Orden. Una de las primeras cosas que prefigura la anarquía es suprimir el derecho de propiedad y instaurar el derecho a la Okupación. Pero claro, hay muchos que se encuentran en la anarquía como pez en el agua… sobre todo si están en connivencia con los poderes.
6 comentarios:
Un post delicioso. Su lectura ha sido un gran placer. En cuanto a la inmundicia que retrata, pues que quieres que te diga; como dice un amigo mío, cuanto peor mejor. El paciente solo mejorará cuando todo reviente.
Es un teoría tentadora pero me temo que no está garantizada una salida potable
¿Has visto lo del imán de Salt? Piso gratis a cambio de orden público.
Sí, lo he visto. Catastrófico.
Captas el sarcasmo?
https://x.com/Jongonzlz/status/1901183495268974611?t=nnTmrj_ZpJwK2zW4PdvZaw&s=19
Claro!
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