"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
domingo, 14 de julio de 2024
MENAS como solución a nuestros problemas
sábado, 13 de julio de 2024
Secular stagnation. Releyendo a Larry Summers
domingo, 7 de julio de 2024
El cristianismo luterano, germen de la sociedad abierta y de la economía moderna
Los ritos eclesiásticos que sirvan para mantener la paz y el buen orden en la iglesia, como ciertas celebraciones, fiestas y similares. Sin embargo, estas cosas no son necesarias para la salvación. Todas las ordenanzas y tradiciones instituidas por los hombres con el fin de aplacar a Dios y merecer la gracia son contrarias al Evangelio y a la doctrina acerca de la fe en Cristo. Por consiguiente, los votos monásticos y otras tradiciones relacionadas con la distinción de las comidas, los días de ayuno, etc., son inútiles y contrarias al Evangelio.
Sinopsis artículo 16: Asuntos Civiles
Toda autoridad en el mundo y todas las leyes, fueron creadas e instituidas por Dios para el buen orden. Los cristianos, sin incurrir en pecado, pueden tomar parte en el gobierno y en el oficio de príncipes y jueces; asimismo, decidir y sentenciar según las leyes imperiales y otras leyes vigentes, castigar a los malhechores con la espada, participar en guerras legítimas, litigar, comprar y vender, prestar juramento, tener propiedad, contraer matrimonio, etc.
Condenan a los anabaptistas, que enseñan que ninguna de las acciones anteriores son cristianas.
Condenan también a aquellos que enseñan que la perfección cristiana consiste en abandonar casa y hogar, esposa e hijos y prescindir de las cosas ya mencionadas. Al contrario, la verdadera perfección consiste sólo en el genuino temor a Dios y auténtica fe en Él. El Evangelio no enseña una justicia externa ni temporal, sino un ser y justicia interiores y eternos del corazón. El Evangelio no destruye el gobierno secular, el estado y el matrimonio. Al contrario, su intento es que todo esto se considere como verdadero Orden Divino y que cada uno, de acuerdo con su vocación, manifieste en estos estados el amor cristiano y verdaderas obras buenas. Por consiguiente, los cristianos están obligados a someterse a la autoridad civil y obedecer sus mandamientos y leyes en todo lo que pueda hacerse sin pecado. Pero si el mandato de la autoridad civil no puede acatarse sin pecado, «se debe obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hechos 5:29).
Sinopsis artículo 17: Del regreso de Cristo para el Juicio
También se enseñan que nuestro Señor Jesucristo vendrá en el último día para juzgar y resucitar a todos los muertos, para dar a los creyentes y elegidos la vida y gozo eternos. Pero los hombres impíos y los demonios le condenará al infierno y al castigo eterno.
Rechazan a los anabaptistas, que enseñan que los demonios y los hombres condenados no sufrirán pena y tormento eternos.
También se condenan algunas enseñanzas judías que ahora se propagan, que antes de la resurrección de los muertos, sólo los santos y piadosos ocuparán el reino del mundo y aniquilarán a todos los impíos.
Sinopsis artículo 18: Del libre albedrío
El hombre tiene cierta libertad para llevar una vida exterior honrada y para elegir las cosas que entiende la razón. Pero sin la gracia, ayuda u obra del Espíritu Santo el hombre no puede agradar a Dios, temer a Dios de corazón, creer, ni arrancar de su corazón los malos deseos innatos.
«La naturaleza humana puede decidir si trabajará en el campo o no, si comerá o beberá o visitará un amigo o no, si se pondrá o quitará el vestido, si edificará casa, tomará esposa, si se ocupará en algún oficio o si hará cualquier cosa similar que sea útil y buena. No obstante, todo esto no existe ni subsiste sin Dios, sino que todo procede de Él y se realiza por Él. En cambio, el hombre puede por elección propia emprender algo malo, como por ejemplo arrodillarse ante un ídolo, cometer homicidio, etc.»
sábado, 6 de julio de 2024
Utopías para crédulos
martes, 2 de julio de 2024
Arcadi Espada sobre la France de hoy. No va muy desencaminado
lunes, 1 de julio de 2024
Hacia dónde vamos?
“Si Biden insiste en ser candidato, sería necesario un golpe de mano en la Convención demócrata de agosto para sustituirlo, lo que rompería con la tradición de la política norteamericana y dejaría al partido en un estado maltrecho. En uno u otro escenario,una victoria de Trump se hace cada vez más probable y, con ello, el riesgo de que Estados Unidos deje de ser una democracia convencional y abandone sus responsabilidades como líder de Occidente.” Antonio Caño, The Objetive, 1 de julio.
sábado, 29 de junio de 2024
Dos temas de hoy
jueves, 27 de junio de 2024
Libertad y sus oponentes
lunes, 24 de junio de 2024
El error de los liberales dogmáticos
sábado, 22 de junio de 2024
Los alucinados de hoy
jueves, 20 de junio de 2024
Europa, al borde de una crisis sin precedentes
martes, 18 de junio de 2024
Occidente visto por Federico Rampini
Sin embargo, de esa guerra salió una cosa buena: la entronización de la “democracia eficaz”, que EEUU exportó al resto del mundo. Especialmente eficaz en Europa, gracias al Plan Marshall americano, que se concedió con la condición de que los países europeos abrieran sus mercados a la libertad de comercio. Fue un gran impulso a cuyo rebufo se montó el teatrillo de la Comunidad Europea, que era una cosa muy decorativa pero que sin el apoyo de EEUU no hubiera cuajado. Apoyo que empezó con ingentes ayudas y la entrega de la defensa de Europa a EEUU, que impidió el conflicto que Rusia tenía in mente, que era expandirse por toda Europa. Cosa que, por cierto, están comenzando ahora con Ucrania, nuestro particular muro defensivo - también financiado en gran parte por EEUU - muro que, cuando caiga, dejará la vía expedita para la invasión de Europa por las potencias Rusia-China, aunque de momento no sabemos en qué orden de prelación.
sábado, 15 de junio de 2024
La naturaleza y otros mitos
martes, 11 de junio de 2024
España, como los demás, entre la incompetencia y la demagogia
“Es, con los límites de la participación habida y las características concretas de la cita electoral, lo que ha ocurrido en las Elecciones Europeas de este pasado fin de semana: que han dibujado lo que a día de hoy pensamos y queremos los que formamos parte de la comunidad política. Y ahora nos conocemos todos mejor. Y, al parecer, no podemos dejar de ser lo que somos.”
lunes, 10 de junio de 2024
30% de suelo
Temo que es así
miércoles, 5 de junio de 2024
Notas sobre la Democracia
“Una singularidad de la corrección política de hoy en día es que se trata de la primera nueva ideología radical de izquierdas que tiene su origen en Estados Unidos. Además, es la primera ideología importante de izquierdas que no posee ni un nombre oficial ni una definición canónica. En ocasiones, sus defensores insisten en que no existe como tal más allá de la imaginación de sus oponentes, mientras que los autores que la critican utilizan expresiones como The Silent Revolution o la ideología invisible. No se plasma en un único partido político ni en un movimiento cultural concreto, sino que es multiforme: son muchos los partidos y grupos sociales que la encarnan.
En realidad, es una cultura de élites y de activistas que está presente en las principales organizaciones políticas occidentales y en casi todas las instituciones —las excepciones son muy pocas— y, a diferencia de los movimientos radicales anteriores, su objetivo no es derrocar el sistema político, sino transformarlo desde dentro de la democracia por medio de la manipulación. La democracia, cuando se pone en práctica, muestra tendencias igualitarias y deconstructivas, con una propensión a igualar tanto las instituciones como las costumbres.
Este planteamiento no es nuevo, y por eso el liberalismo clásico decimonónico se cuidaba mucho de evitar los excesos de la democracia y planteaba restricciones, como, por ejemplo, el sufragio censitario, que limitaba el voto. En otras épocas era posible encontrar instituciones pseudoliberales oligárquicas que reconocían algunos derechos que estaban restringidos a una pequeña élite, pero esto ya no ocurre con el liberalismo moderno occidental, que ha dado lugar al proceso político más dinámico de la historia, imposible de detener a largo plazo.
El liberalismo fue el resultado de la conjunción de poderosas corrientes en la cultura, en la sociedad e incluso en la religión; de ahí que, pese a todas sus restricciones y al elitismo de su forma clásica, no haya podido evitar la evolución hacia la democracia y, con ella, hacia un igualitarismo que ha llegado a ser radical, homogeneizando las instituciones y las estructuras, y desafiando y relativizando creencias. La tendencia natural hacia el igualitarismo y la eliminación de las estructuras más jerarquizadas, habitual en Occidente, presentaba serios problemas a la hora de llevarla a la práctica, ya que el igualitarismo es un concepto y un objetivo que no se encuentra reflejado en la realidad: los seres humanos no son iguales ni en el plano físico ni en el intelectual ni en el moral.
Cuando las estructuras políticas del siglo XX, a través de los Gobiernos, comenzaron a imponer unas condiciones más igualitarias, los éxitos y los fracasos se sucedían con suma facilidad. Así lo constató la experiencia comunista, y también los países democráticos impusieron ciertas medidas de coerción para conseguir la igualdad. En la segunda mitad del siglo XX se produjeron numerosos cambios en la cultura y en la sociedad occidentales, pero la igualdad, objetivo inherentemente imposible, no se alcanzó, lo que ha llevado a imponer nuevas medidas de coerción en un círculo vicioso que no tiene fin. Al relacionarse de modo contradictorio con la economía de mercado y la globalización, la ideología del igualitarismo produce más desigualdades y, nuevamente, el Estado adopta más medidas coercitivas.
Este problema se aprecia claramente en lo que señaló hace dos siglos Alexis de Tocqueville al hablar de Estados Unidos. El movimiento actual surgió en la década de 1960, y en los veinte años posteriores abandonó el izquierdismo original —en parte anarquista y en parte colectivista— para centrarse, primero, en la cultura y en la sociedad y, después, en el llamado «individualismo radical», que se manifiesta, sobre todo, en el estilo de vida. Poco a poco fue introduciéndose en las facultades de humanidades y ciencias sociales, llegando a convertirse en la corriente dominante de los últimos años del siglo pasado. Su más clara expresión en Estados Unidos y en España se produjo durante los Gobiernos de Obama y de Rodríguez Zapatero. Este último es el campeón de lo políticamente correcto y de la doctrina del igualitarismo, pero Obama lo superó en su tendencia a gobernar por decreto ignorando la legislación.”
“Pero, ¿qué tiene esto que ver con Ucrania y si Putin gana allí?
Fundamentalmente, si consideramos que la democracia occidental está decayendo, se volverá cada vez más vulnerable. Vulnerable a ideologías y sistemas de gobierno más radicales y, en última instancia, a dictadores de dentro y de fuera. Si Putin tiene éxito en Ucrania, en esta nueva batalla de ideas –esta “Segunda Guerra Fría”–, entonces el atractivo de sistemas y líderes autoritarios más colectivistas, poco a poco empezarán a difundirse no por la fuerza, sino por imitación.
Durante demasiado tiempo Occidente ha creído que sus valores proliferaron después de la Segunda Guerra Mundial debido a una bondad inherente, más que porque esos valores habían sido probados y “ganados”. En la lucha darwiniana de sistemas y creencias políticas, ese éxito fue de suma importancia. Permitió a Estados Unidos y a sus aliados no soviéticos crear las Naciones Unidas y muchos otros organismos internacionales que buscan mantener el orden global sobre la base de principios legales, democráticos y occidentales.
Pero si esos valores empiezan a “perderse”, esto empezará a cambiar. Si bien en cierto modo los occidentales vivimos en una era hiperindividualista (pensemos en TikTok, Twitter e Instagram), olvidamos que estas plataformas, paradójicamente, tienen más que ver con la promoción de ídolos que con la emancipación. La gran mayoría de usuarios tiene sólo un puñado de seguidores. Las celebridades, los políticos y los agitadores tienen millones.”
martes, 4 de junio de 2024
Ideas y creencias
https://www.elmundo.es/opinion/columnistas/2024/06/04/665deed9fdddff0f538b456d.html