"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 12 de febrero de 2011

Bienestar y progreso técnico

Tyler Cowen, ecomonista del blog Marginal Revolution, ha escrito un libro ampliamente comentado y discutido en USA: "The Great Stagnation", sobre lo que él considera la larga decadencia de EEUU, cuyo comienzo cifra en 1974. Sus argumentos son principalmente cualitativos, y viene a decir que el cambio tecnológico de los últimos 40 años ha sido más aparente que real. Especialmente crítico es con Internet, que, dice, no aporta más que una satisfacción personal a los navegadores, pero no se ha traducido en un incremento de productividad (aparte de lo harto discutible de la observación, ¿qué tiene de malo el aumento de satisfacción personal?).
Yo me lo tomé a broma; compré el libro, y le comenté en su blog que, gracias a la decadencia que él ve, me había descargado su libro por 4 euros, a 10 mil km de distancia, en unos 30 segundos. No podía creer que se pudiera negar algo tan evidente como el avance inconmensurable que supone Internet.
Pero he aquí que, en el blog de David Beckford -también escéptico con la supuesta decadencia de Cowen- se reproduce este gráfico, que representa el avance de la productividad de todos los factores (TFP) desde la posguerra. Dicha productividad multifactorial es, teóricamente, el excedente que queda después de haber descontado el aporte de los factores físicos capital y trabajo. (no confundir con  la productividad del trabajo, más usado habitualmente.)
Cuanto más alto sea ese excedente, más se obtiene por las cantidades implementadas en el PIB de capital y trabajo, ergo más producto disponible para el bienestar de todos los habitantes de la nación.  Dicho excedente se debe, por definición, a un mejor uso de los factores, que a su vez es debido al avance tecnológico y a la mejor asignación de los recursos (aquí cabrían conceptos como las economías de escala, que reducen los costes medios).
Pues bien, el gráfico no deja lugar a mayores dudas: precisamente desde principios de lo 70, la productividad multifactorial deja de crecer al ritmo de 1947-1973, y lo hace mucho más despacio. SI nos paráramos aquí, diríamos que Tyler Cowen está en lo cierto: EEUU está en decadencia desde hace 40 años -algo que choca con lo que salta a la vista. Ahora bien, gracias a un enlace dejado por Marcus Nunes y firmado por Leonar Nakamura (muy recomendable) se demuestra que las estadísticas están cada vez más distorsionadas por varias razones. La más obvia -que ya resaltó Greenspan hace años- es que la productividad se medía mejor antes, cuando la inmensa mayoría de la producción era física, que ahora, cuando en ella  entran complejos servicios y avances de calidad que no quedan reflejados en el PIB. la distincción entre mejores bienes y servicios y simple aumento de precios es cada vez más difícil, y se tiene a sobrevalorar lo que es más fácil de medir. Si
El autor propone un ingenioso "corrector" de la contabilidad nacional, que consiste en observar la variación en el porcentaje de gasto de los bienes de primera necesidad y el resto, pues la ley de Engel (cuanto más alta renta, menos se gasta en necesidades primarias y más en bienes menos necesarios. En lña Edad Media, el duro trabajo extraía de la tierra lo imprescindible para comer) es robusta, y si se observa que el cambio en la composición del gasto es más rápido que la productividad, algo falla en las cifras oficiales.  Y, efectivamente, si se van a la tabla 2 del artículo de Nacamura, podrán ver que hay un error a la baja de las cifras oficiales importante, tanto como


"If real income rose 45 percent from 1959 to 1974 as the official data show, the change in spending shares from 1974 to 1994 suggests that real income rose just over 100 percent during those 20 years, not 39 percent as reported in the official statistics."


Que, traducido del arameo, dice que la renta no creció un 39% en el periodo de decadencia 1974-94*, sino un 100%: es decir, más del doble del 39% que dicen los datos oficiales y del 45% del periodo de gran avance, 1947-73.
Lo cual, obviamente, pone una duda más que razonable en la pesimista tesis de Tyler Cowen; una tesis, por otra parte, muy bien desarrollada, y que cuando se refiere al creciente presencia del sector público, es imposible no darle la razón. Pero eso, para otro día.

*el artículo es de 1997

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