Arde

Arde España (¿?) y arde el mundo por Garzón. La política es vehemencia y manipulación. Un asesino convicto, mascarón de los jaleadores de un juez corrupto y de una nueva transición: "Esta vez no pasarán", dicen. Pero son ellos los que quieren pasar, traspasar y transgredir. Y, oh, rareza, la apatía general hace que Falange resucite. Falange hace lo que deberían hacer las asociaciones cívicas... que no existen. O existen, pero sólo para salir en internet.
Este país es el de la apatía que espera que escampe para sacar los cuernos al sol. Caracolo col col, saca los cuernos al sol, que la primavera llega y sale el sol..
A casi nadie le importa Grazón: Garzón es la ocasión, la ocasión de arremeter contra 1977, fecha en que creyeron perder la guerra. 33 años después, ante la simpatía del zapatero, esperan estrenar zapatos nuevos. Les mueve la fe, aunque creen ellos que es la razón. Si el zapatero no estuviera en la Moncloa jugando con el tende, arracando cabezas a loa muñecos azules, dormiríamos más tranquilos. Pero el zapatero está ensimismado en su juego, como Luis XVI y Mº Antonieta en su Trianón. La Moncloa es el Trianón de Zapa y Sonso, donde hacen gorgoritos y descabezan muñecos azules mientras las turbas rugen. La mayoría no somos azules ni falangistas, no rojos, somos españoles de la calle, pero nos van a soltar una de no te menees.