"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

breve nota (bueno, no tanto)

Algunos creen que si los tipos de interés están más bajos que nunca, y sin embargo no hay reacción positiva a ello (no aumenta el consumo, ni la inversión, los activos caen de precio) es una señal (¿del cielo?) de que las "ayudas" de la política monetaria no han servido de nada; o que han sido perjudiciales. Mejor quedarse uno con los tipos de siempre (¿cuales?) y si no ha de crecerse, es natural, pagamos por nuestros excesos.
Es una interpretación mecanicista de los tipos de interés. Decía Friedman (1997, comentando la deflación de Japón), que si los tipos de interés están al 0,25%, eso solo quiere  decir que en el pasado inmediato los tipos fueron demasiado altos.
Cuando los tipos de interés están muy bajos en relación a una media histórica, y la inversión no reacciona, hay un estado de las expectativas que pesa más que los datos reales e impide que los agentes se comporten con "racionalidad". (Lo racional es aprovechar esos tipos para invertir en capital rentable, pero no sucede.)
Durante la burbuja sucedía al revés: los tipos subieron y sin embargo la burbuja prosiguió hasta su estallido final. La explicación más sencilla es que entonces se menospreciaba el riesgo, y ahora se sobrevalora el riesgo.  Entonces, con un hipotecario al 6,7,8,%, la gente compraba casas como loca, pese a su precio, porque pensaban que seguirán subiendo. La prima de riesgo era cero. Ahora, con un tipo mucho más bajo, la prima de riesgo es mucho mayor: la gente no confía en que las casas sigan bajando, y hasta que no las vean subir un buen trecho, no se animarán. Es un signo de deflación de activos: yo no compro mientras no compren los demás, igual que antes todos acudían como locos antes de los siguientes lo hicieran.
Siempre ha sido así, y siempre ha habido burbujas y post burbujas.
Luego el tipo de interés no es alto o bajo, si no es en función de las expectativas de precios. tampoco confía plenamente en que el BCE sepa qué está haciendo. Es más, recibe mensajes nada tranquilizadores, que le dicen que en cuanto despunte la inflación, ¡zás! subirán los tipos. Ese mensaje, que cree Trichet que aplaca el demonio (como si no hubiera otro) de la inflación, es letal para la actividad. Más, cuando estamos en un proceso de desapalancamiento lento, que estos tipos de mensajes no ayudan a aliviar. Pero claro, para algunos (liquidacionistas) cuanto más duro, mejor.
Aunque pueda estar de acuerdo que en la euforia hay que ser prudente, no estoy nada de acuerdo de que luego, en las penalidades, hay que dejar que el castigo divino caiga con todo su peso. Ya he dicho un millón de veces que como este castigo no es selectivo, que es masivo,  lo pagan todos, sus consecuencias pueden ser tremendas. Peo algunos se empeñan en ver la realidad con gafas justicieras, y necesitan sangre derramada. Y es que no tienen el más mínimo sentido social de lo que puede acarrear un proceso retroalimentado de caída.
Los datos hay que ponerlos en relación con las expectativas, si no, cualquier valoración es estéril.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con las expectativas siempre te cuadra todo, es un buen comodín. Si sube el precio de la vivienda y los tipos están altos es por las expectativas. Si están altos y cae es por las expectativas. Si cae y están bajos, es por las expectativas. Si sube y están bajos es por las expectativas. Gracias por la explicación.