"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 19 de septiembre de 2010

Frivolidad escalofriante


Volvamos a visitar algunos datos que hemos ido viendo este verano, y reflexionemos sobre si el único camino de salvación que nos ofrecen es viable, lleva a un final, o nos enfanga lastimosamente para siempre.
Hace un mes veíamos los esfuerzos tan dispares que habían hecho los países del euro para no perder competitividad, esfuerzo esencial para recuperar rentas del exterior que nos permitan pagar la deuda que debemos a los demás, principalmente a Alemania. En la Imagen puede verse que, salvo Irlanda, los países periféricos han empeorado su nivel de competitividad, especialmente España (línea roja; cuanto más alta, más pérdida de competitividad). El aspecto de España es bochornoso: no hemos sido capaces de controlar los salarios de los cada vez menos trabajadores, y en el año de crisis nos hemos permitido el lujazo de perder ante  Alemania (y los demás) un buen tramo de competitividad. Esto se debe a unos sindicatos "modélicos" (irresponsablemente, quiero decir) y a un gobierno que no ha sido capaz de ponerles en su sitio, cuando no los ha alentado.
Pero veamos Irlanda, este sí, el país ejemplar, el niño modelo de la clase, el "empollón" que asume sin rechistar todo lo que le dicen, y recorta su gasto fiscal un 20%, los salarios otro 20%... ¡y es el único que gana en competitividad frente a Alemania! (línea azul del gráfico de arriba). Para quitarse el sombrero.
Pero, ¿De qué le ha servido, si sigue estando cuestionada su capacidad de servir su deuda, hasta el punto de que su prima de riesgo se ha disparado y ha sobrepasado la de España? (ver gráfico, linea naranja). Imaginen la cara que puso el empollón de la clase al saber que le han suspendido el curso y ha de volver a repetir...
Irlanda es un país que siempre ha puesto una voluntad férrea
en pertenecer al euro. Ahora, su voluntad férrea se traduce en que sus esfuerzos de rigor y austeridad (admirables, impensables en España), cuestionan el resultado final, en términos de crecimiento, lo cual atasca la deuda bancaria y pública. Y menos mal, Irlanda partía de unos niveles peores que España en deuda, pero es un ejemplo de que aquí falla algo, cuando la virtud se ve recompensada con el estacazo. Cada uno a su turno, primero Grecia, Portugal, España, Irlanda, y vuelta a empezar... A estos países se les ofrece un camino no sólo de espinas, sino pedregoso, donde tropezar y atascarse es inevitable. Al final, solo una ayuda masiva exterior l(n)os salvará. Lo digo porque sólo eso podrá compensar las vías de ajuste (tipo de cambio) que se cerraron alegremente con el euro, tirando la llave al mar, mata-rile-lire, con una frivolidad escalofriante. No lo pensaron, pero es así: y esa ayuda exterior la van a soltar los países ricos con cuenta gotas... (además, ¿quiénes son los ricos?)

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