"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 3 de octubre de 2010

Es buena la competencia?

De la reflexión anterior, sobre la Tv y su ansia por la audiencia, me pongo a reflexionar que si es buena la competencia. A veces vale la pena pararse a replantearse ideas que se dan por indudables, aunque sólo sea para afirmar sobre bases más sólidas nuestras creencias "Orteguianas" esas que usamos todos los días para decidir.
No lo hago exclusivamente por deporte; es que la banca ha tenido una crisis mundial por su rabiosa competencia para ganar o no perder su cuota de mercado y su beneficio. Quizás pensar en las Tv nos ayude a dilucidar cosas sobre mercados más complejos.
Ayer hablaba de las sandeces de Veo7 para elevar audiencia. Veo7 es un canal nuevo, del grupo Unión Editorial, que es el que publica el Mundo de Pedro Jota. Algo no iba bien, pues en pleno verano botaron a Melchor Miralles, un "clásico" del Mundo de toda la vida, y cambiaron la programación, metiendo más caras conocidas, restando sensatez y profundidad, y llamando la atención con cosas como esa que comentaba en el post anterior. Es decir, un ejemplo estándar de que la competencia ha reducido calidad, que ha sido sustituida por otros ingredientes más llamativos, dirigidos hacia un segmento de la audiencia más estragada (como los romanos en el circo), que busca sensaciones más turbias, cosas más simplonas,  más pelea de gallos. Si uno se asoma a los programas de la ingle, estos han pasado ya descaradamente al sadismo gratuito, nada del amor infiel, ni nada de eso, que es una ingenuidad que no se tragan ni los niños: morbosidad, sadismo, amenazas, broncas, acusaciones tremendas...
Eso es la competencia, digan lo que digan. La competencia ha ido arrinconando el bueno gusto  a... no sé a dónde. Lo que importa es el share desde siempre, pero la competencia de más canales ha bajado notablemente la calidad, cuando lo que se esperaba era otra cosa: más debates,más pedagogías, etc. Es decir, se puede afirmar, sin rubor, que a más competencia, pero gusto y menor calidad.
Si nos fijamos ha pasado en casi todas partes. Los libros por ejemplo, que es un producto cultural por antonomasia. Supongo que ahora se lee más, pero ¡qué cosas! libros hechos por negros y firmados por famosos; si ahora eres famoso, de repente eres escritor y sabes de todo.  Una carrera de escritor empieza primero en pisar un plató, si no te mueres de asco. Si lo consigues y tienes un agente espabilado, a vivir que son dos días.
¿Es buena la competencia? voy a decir una trivialidad: depende del nivel de la clientela. Si la clientela se anega en es mar de mal gusto y ya no quiere salir de él, la competencia tirará hacia abajo de la calidad. Y ese nivel, depende básicamente del nivel de la escuela, una cosa que sí sabemos que en España es ínfimo y zafio.
¡Luego resulta que el efecto positivo de la competencia depende de la calidad de un servicio público! pues sí que estamos bien!!  ¿No habíamos quedado en que...?
Pues supongo que así es en un montón de cosas. Los liberales dirán que lo que pasa es que hay que introducir la competencia en la oferta escolar... (Y la hay hasta cierto punto). Pero una competencia total entre colegios, con un cheque escolar para las rentas más bajas, ¿acabaría con los problemas? ¿No es necesaria una vigilancia mínima del estado? Me pierdo. Para eso creo que sería necesaria una des-ideologización previa del Mº del ramo, con un servicio que fuera inmune a los avatares electorales. Pero en España eso es imposible, con el mapa electoral/ideológico/nacionalista/regionalista que nos hemos regalado.
Tenemos una educación pésima, moral y técnicamente, y resulta que la competencia por la audiencia potencia ese lastre hacia abajo: la calidad, el bueno gusto, no interesa a gran parte de la audiencia. No hay ni una oferta minoritaria de calidad porque no hay una demanda de ella. Y no confío que que un gobierno por sí sólo pueda crearla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto es que la cultura hoy brilla por su ausencia y que todo entretenimiento masivo compite entre si para ver cual es mas exagerado, cual llega mas allá de limites de lo que pasa por decente. Pero también es cierto que hay muchos autores y guionistas que no tienen posibilidades de entrar en esa competencia. A lo mejor no son buenos, pero tampoco lo son los obsesionados con competir por ser el mas vulgar o descabelladlo. Cientos de personas que no comparten las ideas de un gobierno cuya manera de pensar marca hasta el entretenimiento, no tienen nunca la oportunidad de dar a conocer su obra.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Sí, por eso como explico luego, soy partidario de que el estado no se meta con ayudas.