Como ya han sospechado, nunca me lo creí. Pero bueno, ahora resulta que, incluso si nos hubiéramos hecho discípulos de tan preclaro pueblo, tampoco hubiéramos triunfado: Irlanda tiene el dudoso honor de ir por delante de la caída de fichas en cadena que tarde o temprano nos llegará.
Lo voy a decir de otra manera para que se entienda mejor. Irlanda era un ejemplo de economía liberalizada, de bajos impuestos, de mercados flexibles, productiva y moderna. Se decía que iba camino de comerse a su odiada Inglaterra (todo nacionalismo conserva un rencor hacia la potencia anterior, e Irlanda no es menos).
A nosotros nos pasaría como un F-16 a una cometa. Eso sí, no se pregonaba -para qué- que Irlanda recibía en ayudas públicas de la UE un ¡20%! de su PIB.
Los qu razonan así -la mayoría de los economistas "ortodoxos", izda o derecha- hacen como enseñan en todas las universidades: a largo plazo, la economía es un asunto de "asignación de recursos", y las políticas activas de incentivas la demanda son estériles o peor, contraproducentes.
Bueno, pues mira por dónde, estamos demostrando que cuándo la gestión monetaria es mala durante décadas, tiene efectos nocivos durante décadas, como dice Scott Sumner. Porque por mucho que se empeñen los farfolleros, vivimos en una economía monetaria, no de trueque.
Una mala gestión monetaria es lo que ha hundido a Japón durante dos décadas. Japón tiene el mismo PIB nominal que hace dos décadas. Durante cortos periodos, la inflación ha subido y el PIB real ha subido; durante el resto, los precios han caído y el PIB real se ha estancado o caído.
Ahora todos reconocen que nosotros, y los demás países periféricos, vamos por ese camino; pero a continuación no dicen que una de las causas es que la gestión monetaria no facilita solventar el gran problema de la deuda.
Esto genera unas expectativas auto-confirmadas de que todo va a bajar. Vean el ejemplo de Irlanda:
traducción del inglés al español de http://www.ft.com/cms/s/0/dfe36452-f342-11df-a4fa-00144feab49a.html#axzz160BFt6q4
"En el caso de la teoría de juegos clásicos de dilema del prisionero ", dos partes pueden cooperar con l beneficio mutuo, o cada uno puede vender a los demás con la esperanza de una recompensa individual mayor - pero con el riesgo de perderlo todo si los otros hacen lo mismo.
Esta es la opción a que se enfrentan los tenedores de bonos junior del banco Anglo Irlandés (el causante de todo, que fue nacionalizado) cuando votan este viernes una oferta de canje que, de aprobarse, vería los reciben sólo el 20 por ciento del valor nominal de sus bonos.
Los tenedores de bonos podrían trabajar juntos para rechazar el acuerdo y forzar al banco a la mesa de negociaciones con la esperanza de una mejor oferta - al igual que los dos prisioneros.
Pero si los tenedores de bonos votan con la esperanza de recuperar el 20% de su capital, corren el riesgo de perder prácticamente todo, pues el acuerdo contiene una cláusula inapelable de aceptación para permitir al banco a liquidar a los inversores por sólo un centavo por € 1.000 de los bonos. En suma, todos perderían el 99% de su inversión, los que han votado y los que no.
¿Qué expectativas denota esto? Unas expectativas de angustia, de activos tambaleantes, que sugieren un horizonte horrible para todos nosotros. Mientras estemos así, y el BCE sea lo que es, un banco a la deriva, no hay nada que hacer.
Esta es la opción a que se enfrentan los tenedores de bonos junior del banco Anglo Irlandés (el causante de todo, que fue nacionalizado) cuando votan este viernes una oferta de canje que, de aprobarse, vería los reciben sólo el 20 por ciento del valor nominal de sus bonos.
Los tenedores de bonos podrían trabajar juntos para rechazar el acuerdo y forzar al banco a la mesa de negociaciones con la esperanza de una mejor oferta - al igual que los dos prisioneros.
Pero si los tenedores de bonos votan con la esperanza de recuperar el 20% de su capital, corren el riesgo de perder prácticamente todo, pues el acuerdo contiene una cláusula inapelable de aceptación para permitir al banco a liquidar a los inversores por sólo un centavo por € 1.000 de los bonos. En suma, todos perderían el 99% de su inversión, los que han votado y los que no.
¿Qué expectativas denota esto? Unas expectativas de angustia, de activos tambaleantes, que sugieren un horizonte horrible para todos nosotros. Mientras estemos así, y el BCE sea lo que es, un banco a la deriva, no hay nada que hacer.
2 comentarios:
YA NOS CONTARA LO QUE DECIDEN LOS BONISTAS SR ARROYO
los bonistas e quedarán en pelotas, como todos nosotros
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