
Ya lo dije en este post (hard-to-explain-as-quatitative-easing): que la operación de Bernanke ha sido cuando menos confusa por llamarla QE, cuando no tiene nada que ver con la verdadera expansión que hizo en el 2008, ni en cantidad, ni en los efectos. Es más, como expuse entonces, los efectos han podido ser contractivos, pues los tipos de interés nominales han subido mientras que la inflación interna ha bajado, al menos la que no depende de los precios exteriores, como se ve en el gráfico siguiente (que debe ser la que preocupe al banco central).

Que las almas temerosas de la inflación se sosieguen: Bernanke parece más cauteloso de lo que pregona; claro que, viendo la debacle fiscal, quizás hace bien, porque los políticos parecen decididos a hundir el país en un océano de deuda.
En suma, lo que hay es una tímida emisión de dinero, contrarrestada por un "crowding out" provocado por las fuertes emisiones de bonos del Tesoro. Chungo.
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