"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 13 de junio de 2011

10 días de infarto

En 10 días se decide sobre el rescate de Grecia. El FMI está en situación de interinidad, y los demás actores, Alemania y BCE, están a la greña.
El BCE es el banco emisor de la zona euro.
La FED es el banco emisor de EEUU.
Cuando empezó el euro, se dijo que el BCE iba a ser similar a la FED para EEUU. EEUU es un Unión Federada de Estados; la UME iba a ser lo mismo.
Cuando en EEUU la FED quiere regular el nivel de liquidez, compra y vende bonos del Tesoro. Estas operaciones de mercado abierto pueden ser a plazo (un día, 3 meses) o sin término fijo. Las primeras son como un préstamo con garantía, siendo la garantía el bono; se llaman repos, pues son operaciones con pacto de recompra: el banco le vende a la FED bonos que recompra al vencimiento. La diferencia en el rpecio es el tipo de interés. Las segundas son una compra/venta en firme.
El BCe hace lo mismo, opera de la misma manera. Compra/vende a plazo fijo (presta/cobra) o lo hace en firme.
http://www.ft.com/intl/cms/s/0/f6ba40f8-9516-11e0-a648-00144feab49a.html#axzz1P4rqze93
AQUÍAQUÍEl problema es que al lanzarse el euro no se tuvieron en cuenta las diferencias de calidad  de los diferentes Tesoros -se dice ahora. Ahora, un bono griego no es lo mismo que un alemán. Vaya, es que Grecia ha emitido más que Alemania, mucho más (y Irlanda, y Portugal, y España...), y nadie quiere comprar deuda griega irlandesa, portuguesa, como es visible en el cuadro. Española sí, si hay compras de deuda española. Aunque supongo que son los bancos españoles los únicos.

El problema para un banco central es cuando los bonos del Tesoro no los quiere nadie, ni sus propios bancos, como pasa con los bonos de Grecia, Irlanda y Portugal. Si eso sucediera en un país con banco central, éste podría 1) dejar de comprar los bonos, lo que llevaría a la quiebra a su gobierno, o, más probable,  2) comprarlos, pese a que nadie los quiere, a un precio al descuento para cubrirse del riesgo de capital. Pero el gobierno no quebraría, por muchas condiciones le pusiera el BC para comprar sus bonos. La banca podría seguir ofreciendo como colateral esos bonos. De hecho, que La FED esté siempre dispuesta a comprar los bonos de su gobierno, garantiza un mercado para ellos, pues siempre habrá una contrapartida al posible vendedor.
Ahora, el BCE amenaza con dejar de comprar bonos griegos si en el nuevo plan de rescate se hace la más mínima modificación en las condiciones de devolución de la deuda griega. Esas condiciones hay que modificarlas, puesto que ya nadie quiere bonos griegos. La deuda griega ha sido descalificada varias veces hasta el nivel de bonos basura, pero el problema es si el BCE dice que no la admitiría como posible colateral. Eso secaría a los bancos griegos, que colapsarían.
Lo gracioso es que el BCE ha hecho compras en firme de bonos griegos, para que no se hundieran demasiado; pero no ha servido de nada, y ahora tiene en cartera decenas de miles de millones de esos bonos que él mismo podría rechazar como colateral dentro de poco. Ni siquiera puede plantearse simplemente guardarlos hasta su vencimiento, pues resulta que, probablemente, ese vencimiento se vea modificado, alargado, para aliviar un poco la carga de la deuda sobre Grecia. El BCE debería aflorar unas pérdidas por el montante que supone alargar el vencimiento de los bonos griegos que posee. Esto se cargaría al final sobre los capitalistas accionistas del BCE, que son los países miembros, que deberían suplir el capital mermado; es decir, los contribuyentes alemanes y demás países acreedores.
Pero no es sólo eso: aceptar un "reprofiling", como se dice ahora, de la deuda griega, por muy voluntaria que sea por parte de los acreedores, sería un tajo a la credibilidad del BCE.
El problema griego es de órdago; quién lo resuelva será como el que encontró la solución del problema de Fermat. Por una parte, un país en quiebra (o dos o tres) que no puede pagar sus deudas; por otro, un BCE que podría dejar de operar con los bancos de ese país. Entonces nos encontraríamos con otra dimensión del problema, algo que, como en casi todo, no se había pensado: un país del euro sin banca, sin dinero, con los mercados colapsados. Esto podría contagiarse fácilmente hacia otros países periféricos. Lo cual, no haría más que agigantar el riesgo que se quiere evitar: o el BCE mete dinero y cubre todas las necesidades que se presenten, por inflacionista que sea, o el euro se rompe.
Si no se quiere llegar a eso, y no romper el euro, la única solución es que los países ricos acreedores compren la deuda de  los países periféricos. Los países ricos debería hacerse cargo de la deuda incobrable, convocar concurso de acreedores, y asumir la deuda neta que quede, que financiarían ¿con su deuda; o  un bono especial que cargarían a los países deudores? La pregunta es ¿A cambio de?
Esos bonos tendrían que tener condiciones especiales que deberían permitir su redención, como se hizo con los bonos Brady en la crisis de Latinoamérica en los 90. Es algo a lo que se opone Alemania. Sería una gigantesca conversión de deuda, en la que los pagadores no deberían perder mucho dinero, pues, como Alemania, no lo aceptarían. Por otra parte, estos bonos y el precio al que se truequen han de tener un mínimo de interés para los acreedores que cambien sus tenencias de deuda basura por estos nuevos bonos. Además, estos bonos no dejarían de repercutir en la deuda alemana, que bajaría de valor, pues es una asunción de deuda en firme añadida de la suya propia.
Por un lado o por otro sale que una pieza fundamental es que los acreedores admitan un pérdida de capital.
Todo esto se da de tortas con los tres principios del euro: no rescate, no devaluación, no recorte de deuda.
Se salve o no, el euro no será lo mismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, pero es que si no sería la primera quiebra en la que no sufren también los acreedores, un absurdo.

www.MiguelNavascues.com dijo...

SÍ, TODO ES ABSURDO. Han creado la encrucijada más absurda de la historia.

www.MiguelNavascues.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.