"What deters businesses from expanding output and employment in a depression is lack of demand; they fear that if they do expand, they won’t be able to sell the added output at prices high enough to cover their costs, winding up with redundant workers and having to engage in costly layoffs. Thus, an expectation of low demand tends to be self-fulfilling. But so is an expectation of rising prices, because the additional output and employment induced by expectations of rising prices will generate the demand that will validate the initial increase in output and employment, creating a virtuous cycle of rising income, expenditure, output, and employment."Lo que quiere decir que, cuando los precios caen, la oferta no se está quieta: cae también. Los oferentes no son tan tontos de seguir produciendo lo mismo: ajustan su oferta a la baja, tanto más cuanto más piensen que los precios van a seguir cayendo. Lo cual contrae el empleo, también. Si una inflación moderada atrae a la oferta, una deflación la contrae. Y el idiota que confía en comprar más barato y con ello aumentar su renta real, corre el riesgo de no encontrar tantos productos como pensaba ni tan buenos. Resulta que el coche que le gustaba, ya no lo hacen en serie. Hay que encargarlo, y cuesta más caro. cuestión de costes medios y marginales. Producir miles permitía un coste medio menor, y un precio menor. Ahora, el coste medio de una unidad se ha puesto por las nubes, la ventaja de las economías de escala se ha esfumado. Puede que también se haya esfumado el crédito, incluso el banco: ¿pour quí?, dirá el idiota acongojado. pour qui toca, cojones, le dirá su mujer. La mujeres tienen más intuición.
Probablemente los coches nuevos que salen son peores que los que había antes de la crisis, aunque más baratos.
En 1929, los precios cayeron un 30%. Pero la producción también cayó un 30%. Sí, la renta real aumentó para los que ganaban una renta fija; pero la oferta que encontraron era peor y menor.
lo mejor que hizo Roosvelt en 1934 fue anunciar que iba a restablecer los precios de antes de 1929. Eso atrajo oferentes y producción nueva, y para 1937 la economía crecía.
Es lo que los liquidacionistas (dejen que se purgue la economía) no entienden. La purga lo oxida todo. La oferta y los oferentes caen, sean empleados y empleadores. Y lo que ofrecen es peor.
Así que no se froten la manos con el BCE y su seriedad, aunque esté sólo en el mundo y tenga ud lingotes de oro. La deflación no es productiva.
Glasner dice hoy en uneasymoney qué bien lo ha hecho el Banco de Suecia en la crisis. Acabo de escribir un artículo para "Revista Consejeros" sobre ello. Cierto, lo ha hecho bien, pese a su error de subir tipos en 2008. Lo que hizo bien fue comprar bonos suecos en el mercado hasta un 25% del PIB, lo que activó la recuperación, hasta el punto de que ahora el Riksbank, hoy mismo, ha subido los tipos, pero porque la economía está creciendo a todo trapo (¡5,7%!).
Dice Glasner, con razón, que eso demuestra que un país pequeño como Suecia, puede ser monetariamente independiente (dicen que los países pequeños no pueden ser independientes monetariamente). Muy cierto, lo demuestra, lo que es un torpedo al euro. ¿Por qué? Suecia va muy bien, pese a ser un país de 9 millones de ciudadanos libres, que eligieron eso: no euro.
Por cierto... la oferta bancaria también se contrae... lo digo porque oigo y re-oigo que los bancos son mu malos. Bien; sí, lo son. Pero los banco no dan crédito porque no pueden. Si el productor no confía en vender su producto, ¿qué decir de la banca? La banca no espera recuperar su crédito. No seamos demagogos.
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