¡Qué buen de artículo Max Hastings! No nos desea que encontremos un gran líder como Wellington Churchill o Adenauer, que tanto parecen faltar ahora; no fueron buenos tomando decisiones en tiempos de paz, y que estuvieran en el poder significaría que las cosas estarían mucho peor. Hastings, el biógrafo de Churchill, dice que la actuación de éste en las revueltas obreras de 1926 fue patética (en las que además, creo recordar, tuvo una culpa directa por empeñarse en devolver a la libra esterlina su antigua paridad, lo que hundió la economía).
La tesis de autor es que son tiempos difíciles, que no han tenido líderes aparentemente exitosos como Clinton y su generación, cuando todo parecía ir sólo sobre ruedas y los conflictos mundiales parecían apagados.
Cameron es un líder responsable, que no oculta las dificultades. Pero Hasting es escéptico sobre que eso no lñe pase factura electoral. El electorado no es, no lo ha sido nunca, maduro y racional.
... Con todo, Merkel no me parece mala "líderesa" para Alemania. Puede que sea mala para nosotros, pero su primer cuidado es Alemania; no sólo porque es dónde la votan, sino porque supongo que es una patriota. Está ante la disyuntiva de salvar a Alemania del marasmo europeo, o salvar a Europa... con el riesgo de cargarse Alemania. Salvar a Europa supone una hazaña compleja y que le puede salir muy cara, electoralmente, para empezar. De momento ha puesto límites al salvamento. Y esos límites lo hacen casi inaccesible.
La tesis de autor es que son tiempos difíciles, que no han tenido líderes aparentemente exitosos como Clinton y su generación, cuando todo parecía ir sólo sobre ruedas y los conflictos mundiales parecían apagados.
The same might be said of Bill Clinton’s US presidency. Though there were plenty of dramas – some of his own priapic creation – nothing tested him as presidents Roosevelt, Kennedy and Johnson were tested, and as President Barack Obama is being tested now. Some national leaders also enjoy luck: Margaret Thatcher generated much of her own weather, but her exchequer benefited from the North Sea oil boom too.Nuestros líderes se han formado, como nosotros, en la época de bonanza, y hablan de los "brotes verdes", o de que ya se ve la luz al final de túnel, que es lo que queremos oír. Pero no es eso.
But today’s western leaders face difficulties that cannot all be attributed to their own inadequacy. Their fundamental task is to reconcile electorates to accepting less of everything than they have had in the past. It seems mistaken to suppose that mere Churchillian rhetoric or Rooseveltian guile could achieve this.¿Reconciliar el electorado con la áspera realidad, de que lo que poseía antes no era un derecho? Pero no es la democracia precisamente "el arte" de quitarle el poder al que loo tiene prometiendo que va a traer el cuerno de la abundancia?
Cameron es un líder responsable, que no oculta las dificultades. Pero Hasting es escéptico sobre que eso no lñe pase factura electoral. El electorado no es, no lo ha sido nunca, maduro y racional.
Our societies cherish a gross sense of entitlement Sí, estamos acostumbrados a "unos derechos adquiridos" que nos deben. Esos derechos se satisfacían -no sin problemas- en la época dorada en que su factura podían cargarse a futuras generaciones. En la medida en que esas futuras generaciones no habían nacido -y de hecho no nacerían- nadie levantaba la voz por ellos. Ahora ese cúmulo de deudas llaman a la puerta. Pero nos dicen que una selecciones, con promesas anestesiantes, será el comienzo del arreglo.
I question whether such rationality is the norm among the British, American and European peoples. Our societies cherish a gross sense of entitlement. We have also become wedded to the doctrine, profitably promoted by millions of lawyers, that for every misfortune someone must be indicted as blameworthy.Sir Mervyn King, governor of the Bank of England, said in a recent speech that Britain is at the midpoint of “seven lean years”. When I recently put it to a central banker that most western nations seem more likely to be starting 70 lean years, I was shocked by the readiness with which he assented.
Yet if today’s leaders told their peoples the truth, and articulated the most plausible and bleak scenarios for their economic future, I will bet my socks most would be electorally trounced by rivals claiming to offer panaceas – as Mr Obama might be in 2012. Voters acknowledge the theoretical notion that the west faces a challenge from Asia, but few grasp the scale of upheaval and sacrifice necessary to meet it.
How much bad news will pampered European and American voters take? Not that much, I suspect, in the absence of bombs raining down around their heads, figuratively or literally. We get the political leaders we deserve. Recent evidence suggests that in America, especially, charlatans prosper on the hustings, while good people flinch from exposing themselves to the humiliations and deceits essential to secure public office. Unless or until electorates become more rational, I doubt we shall see leaders much better – though, please God and the Tea Party, no worse – than today.We get the political leaders we deserve. Nos merecemos los líderes que tenemos. Es duro porque si se tienen en cuenta todos los factores, es verdad. Dicen de España que los partidos son cerrados, y que las cúpulas lo deciden todo. Sí, pero nosotros lo aceptamos con pasión, como si se tratara de nuestro equipo de fútbol. ¿Quién se ha opuesto a la traición repetida de la Constitución y la leyes que ellos mismo han dictado? Nadie. Así que, siquiera por pasividad, no estamos disgustados con el sistema... Mientras nos dé de vivir como hasta ahora, claro. Por ocultación de los líderes, y por nuestra propia y voluntaria ceguera, la desilusión nos invade poco a poco. Es así, las cosas son así. Antes se decía: la naturaleza humana; ahora se dice: el deficiente aparato cognitivo. Estamos hechos para la normalidad que nos permite soñar. Mientras podamos seguir la vida cotidiana con nuestros sueños favoritos, aceptamos lo que nos venga dado. No nos gusta que interrumpan nuestros sueños. Vivimos sobre una mentira rodante, que se va actualizando a sí misma, hasta que los cojinetes pierden aceite. ¡Entonces, qué desconcierto!
... Con todo, Merkel no me parece mala "líderesa" para Alemania. Puede que sea mala para nosotros, pero su primer cuidado es Alemania; no sólo porque es dónde la votan, sino porque supongo que es una patriota. Está ante la disyuntiva de salvar a Alemania del marasmo europeo, o salvar a Europa... con el riesgo de cargarse Alemania. Salvar a Europa supone una hazaña compleja y que le puede salir muy cara, electoralmente, para empezar. De momento ha puesto límites al salvamento. Y esos límites lo hacen casi inaccesible.
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