"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 26 de noviembre de 2011

Suiza versus Eurolandia

En qué se parece Suiza a la Zona euro? se parecen mucho, pero con resultados opuestos. Suiza, como cuenta Tony Barber aquí, es una confederación de 26 cantones que hablan lenguas completamente distintas. Es más, los cantones alemanes tienen fama de hablar un alemán incomprensible, no sólo para los demás suizos, sino para los alemanes.
Como la zona euro, comparten una constitución, una moneda y un banco central. Los cantones son muy celosos de su independencia fiscal, en la que el gobierno federal no se mete. Pero, la deuda suiza es algo así como el 36% del PIB, y su coste de interés a 10 años es del 0,82%, es decir, que paga 100 puntos básicos menos que Alemania.
Un aspecto crucial es que la auto disciplina fiscal de los 26 cantones es ejemplar, y a nivel federal, en 2001 fue aprobado un referéndum que limitaba férreamente el saldo presupuestario.
Hace poco, ante la entrada masiva de capitales que huían desde el euro, y que amenazaba con subir el franco suizo a la estratosfera, el BNS (banco central) decidió fijar el tipo de cambio en 1,20 FrS/€, adquiriendo todas las divisas que fueran a cambio de FrS. Esto es una operación de expansión monetaria, o QE, sin límite, pues las divisas que entran en el banco central han de ser pagadas en FrS.
Luego, si se fijan bien, Suiza ha hecho en este año lo que podría haber hecho la UE: disciplinar el equilibrio fiscal, por una parte, y a la vez hacer una política de expansión monetaria, que hubiera dado desahogo al sector privado mientras el sector público se contrae. Por ejemplo, el ECB, si fuera realmente independiente (de Alemania) podría haber fijado su tipo de cambio al $, en vez de dejarlo apreciar, y esa hubiera obligado a expandir la circulación del euro. Solo con eso, a lo mejor no estaríamos ahora con la soga al cuello.
Hay que reconocer que ni somos suizos, ni estamos tan aglomerados como ellos, ni -más importante- no somos una Zona Monetaria Óptima, como ellos. Ellos se benefician de una moneda única muy fuerte que les ha traído grandes ventajas a todos. Nosotros no podemos decir lo mismo. Pero si el BCE hubiera actuado ortodoxamente, quizás él y el euro se hubieran ganado el aprecio de sus 300 millones de ciudadanos (ese aprecio que, ficticiamente, se ganó cuando bajó los tipos para favorecer a Alemania, y la burbuja se expandía), y quizás estaríamos más dispuestos a asumir los sacrificios fiscales que nos exigen hacer "sin anestesia".
El caso es que en la primera contrariedad grave, cuando el BCE debería haber asumido un liderazgo fuerte e independiente de Alemania, y haberse erigido en el baluarte que prometieron que sería, paradójicamente ha conseguido poner al euro en riesgo de caer en mil pedazos. Y a nosotros con él.
Yo creo que si el euro finalmente no se rompe, no será una moneda amada por la población. Nos tendrá años estancados, en un ajuste duro y lento, con muy poco crecimiento, y el paro alto, si acaso sólo bajando por la emigración de los más capacitados a países con mejores perspectivas. 

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