"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Vías de ajuste, estabilidad financiera y demanda agregada

Una cosa es lo que nos prometían con el euro, y otra es lo que hemos alcanzado. Nos prometían el final de la inestabilidad; el final de las devaluaciones "competitivas"; el inicio de un círculo virtuoso por el que, al no haber devaluación posible, tendríamos unos mercados flexibles que se ajustarían maravillosamente a los choques. Y, por supuesto, que los ciclos de todos se uniformarían. Gracias a la libertad de movimientos de capital y trabajo, los niveles de desempleo se uniformarían, por desplazamiento de trabajadores de las zonas deprimidas a las dinámicas.
Todo esto no ha pasado. Ha pasado lo contrario. Como malos científicos, los promotores de la idea dicen ahora que no se ha sido fiel a la idea: que la culpa no la tiene el euro, ni ellos: que la culpa la tienen los despilfarradores y los asalariados, que cobran mucho.
En la imagen, que tomo de Mrtin Wolf, "Creditors can huff but they need debtors", se ve, en la parte de abajo, que los desequilibrios exteriores se han acentuado con el euro. Eso dice que los mecanismos que iban a sustituir al tipo de cambio no han funcionado. Si quitas el tipo de cambio, la única vía de ajuste es la interna. Es lo que decían estas lumbreras que iba a funcionar de repente, por que sí. Pero no sé de dónde sacaron esta falacia, porque casi todo los economistas -casi, no los españoles- saben que los precios y salarios son rígidos, o no tan flexibles como ellos asumen en sus modelos. No quiero decir que en España no son flexibles y en otros países sí; aún en el mercado más libre, hay rigideces naturales debidas a costes de información e incertidumbre.
En cuanto unos países se han ajustado más rápidamente que otros, las asimetrías y los desequilibrios han aumentado. En una unión política, esto se hubiera atenuado por las transferencias naturales de renta que se producen entre regiones con ciclo alto y ciclo bajo: subsidio de desempleo, y todo gasto centralizado que automáticamente  se reorientan hacia la zona deprimida, mientras los factores van hacia la zona en alza.
Esos flujos de renta naturales son los que se producen en EEUU, y en cualquier país, entre regiones más castigadas y las más favorecidas por el ciclo (Ojo, no es un mecanismo  de distribución de la renta; es un mecanismo de compensación cíclica). Esa unidad institucional garantiza, además, que la política monetaria se asigne eficazmente a todos los mercados.
Por lo tanto, cuando Kansas tiene un ciclo peor que Mashassuset, no necesita devaluar para recuperar su competitividad y su capital perdido.
En la UE no tenemos estos mecanismos, por diversas razones en las que no entro. Digamos que nos dijeron que iban advenir por generación espontánea, pero no se ha visto.
Es obvio que con todo mecanismo de ajuste cerrado, los países que, como España, venden un 70% de sus exportaciones a los países de la UE -países que, como algunos, han devaluado, lease Reino Unido- tendría que hacer una revolución interna imposible. Como no la han hecho, cada vez crecen menos, cada vez pesan más sus deudas, y cada vez aumentan más las diferencias. Además, hay, como se ve en la figura, un asimetría en los créditos y débitos mundiales: el problema es que, mientras España debe casi todo a los demás países de la UE, Alemania es el segundo acreedor mundial, después de China. Luego Alemania no nos necesita tanto, tanto: nos podemos ir al cuerno sin grandes quebrantos para ella. Alemania ha diversificado sus exportaciones, y nosotros no. Luego la asimetría que, nos decían, se iba a corregir con el euro, ha aumentado.
Todo lo anterior iba sobre las vías de ajuste. Ahora hablemos del BCE. El BCE es el Banco Central de Alemania. Eso lo hemos demostrado varias veces. Hasta ahora la política ha sido restrictiva, con la excusa de que la inflación ha aumentado. ¿Qué inflación, la de los bienes de consumo?  Hay precios de activos que han caído y no se han recuperado, hay bancos en quiebra por eso, PERO, como los bonos alemanes, y las acciones alemanas, no han perdido nivel, sino que han subido, no considera necesario actuar como prestamista de última instancia en caso de riesgo sistémico. Pero, aunque los bancos estuvieran sanos, cuanto más estricta sea la política monetaria, más imposible es el ajuste se logre por cada país por su cuenta: es un problema de contracción de la demanda total de la zona, que ejerce efectos inducidos en cada país que se está contrayendo. La única solución es elevar la demanda de la zona con una política monetaria expansiva: así, mientras los países se ajustan internamente como puedan, la demanda interna y exterior de cada uno se sostiene. Pero parece ser que esto, para los economistas de nuestra tierra, no tiene sentido. Quiero decir que, no sólo tiene sentido dejar el euro para poder devaluar: es que para ellos tampoco tiene sentido, admitido el euro, defender que el BCE actúe como prestamista de última instancia y estabilizador de la demanda.
Ni ajustes de costes, ni estabilidad financiera, ni sostén de la demanda. La catástrofe. No sé si me explico.

3 comentarios:

David dijo...

Como un libro abierto.

www.MiguelNavascues.com dijo...

gracias. Ye veo que tienes un blog interesante.

www.MiguelNavascues.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.