"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cameron, un político inglés

Sigue el goteo  de pringosas críticas a Cameron. De sus propios socios de gobierno, los "liberales", que son socialdemócratas pero que casi nadie vota. Han pensado que era una oportunidad para echarle, con el apoyo de la UE, como  hicieron con Thatcher.
Es normal. Un tío incordiante, pues se empuja para que se caiga. Siempre ha sido así. Los liberales son los herederos de aquellos Whigs que eran pro Napoleón, y en la batalla de Warterloo estaban contra el duque de Wellington. Normal, todo normal. Los progres. Para los progres, Napoleón era un "libertador".
Pero en Inglaterra siempre ha habido políticos que han reaccionado mal a lo que consideran los intereses de Inglaterra, con whigs y sin wighs. Inglaterra tiene un sistema político muy enraizado, y por ello más representativo que los demás de Europa, aunque la gente cree erróneamente que sus sistema electoral mayoritario es malo. Cuando defienden lo que consideran intereses nacionales, muerden.
La intromisión de los países en la política interior de otros países ha sido constante en Europa. Por ejemplo, España: desde la guerra contra Napoleón, España ha sido una zona de influencia de Inglaterra (que nos ayudó a echar a Napoleón) y Francia, que quería recuperar su hegemonía borbónica.
Inglaterra ha sido más difícil de mangonear. Pero ya he dicho que la UE, con la complicidad de los Tories maricomplejines, fue capaz de tirar por la ventana a Thatcher y poner en su lugar a John Major, un mediocre. ¿Quién se acuerda de él ahora?
¿Serán capaces ahora de los mismo con Cameron? Creo que lo tienen más difícil, pues Cameron tiene ahora más apoyo social que Thatcher entonces. Y es que el prestigio de la UE en las Islas ha caído a plomo. Veremos. Sigo sin entender las críticas internas a Cameron (las externas sí, son lógicas: envidia cochina de tener un político bragado y que habla por la nación; no como Sarkozy, un palanganero de Merkel).  Pero, recordando a los Whigs napoleónicos, pues eso, nunca se sabe. No en balde el FT es color rosa...

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