"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 20 de diciembre de 2011

Devaluación del euro de Martin Feldstein


[clip_image003%255B6%255D.png]La evolución de los costes laborales unitarios relativos ha sido penosa en sentido literal: como se ve en el gráfico que nos mandó Pedro González, España, en verde, ha conseguido mejoras de competitividad, pero "gracias" al brutal aumento del paro y a la expulsión del mercado de miles de empresas. Eso ha supuesto un aumento del la productividad por hora trabajada simplemente disminuyendo el denominador, la cantidad de horas. Por el lado salarial, los despidos de antiguos trabajadores y los contratos de nuevos ha reducido el salario contratado. Como vemos en el gráfico de abajo, de saldos exteriores,  se ha traducido en una mejora insuficiente del déficit, que sigue siendo mayor que el 4,5% del PIB. Es el método de ajuste sin anestesia, es decir, sin devaluación, lo que implica otros 5 años de ajuste mínimos. además, los CLU de Alemania no son un blanco fijo: Alemania va a seguir mejorando su competitividad mediante el aumento de productividad y control salarial, como ha hecho total la vida, lo que convierte en misión imposible lograr alguna vez igualarlos.
Lo que propone Martin Feldstein como alivio -nunca como solución final- es devaluar el euro intencionadamente, para que todos los países exporten más a otras zonas y los desequilirios se reduzcan vía exportaciones a terceros.

Martin Feldstein
, en el FT, plantea una posible solución:
But convergence clearly has not happened. Productivity in Germany rose much faster than it did in Italy, Spain and France. Germany also placed limits on wage growth. Those two factors mean that labour costs in Germany’s tradable sector have risen some 30 per cent less since the start of the euro than labour costs and prices in those countries with slower productivity growth. The result is that Germany has a current account surplus of 5 per cent of gross domestic product while Italy, Spain and France each have current account deficits of about 3.5 per cent of GDP.
Some economists and officials in countries with trade deficits argue that Germany should expand to increase demand for their products and allow a faster rise in wages to reduce its trade advantage. Not surprisingly, Germany rejects these suggestions.
German officials and the European Central Bank argue that the trade deficit countries need an “internal devaluation” – cutting wages and prices to make their products competitive. Estimates differ but many suggest this would require a 30 per cent wage cut followed by permanently slower wage growth than in Germany. This would mean a decade or more of high unemployment and declining GDP – an economically wasteful and politically dangerous strategy.
An alternative proposal might be to reduce consumer spending in countries with trade deficits, since each nation’s current account balance is the difference between its national saving and investment. But reduced consumer spending would just cause GDP to decline unless there was also a fall in the exchange rate to stimulate exports – something precluded within the eurozone.
So this brings me to the action that can shrink the current account deficits of Italy, Spain and France without austerity, internal devaluations, or German expansionary policies. The solution is a lower value of the euro leading to an improved trade balance with countries outside the eurozone.
 So this brings me to the action that can shrink the current account deficits of Italy, Spain and France without austerity, internal devaluations, or German expansionary policies. The solution is a lower value of the euro leading to an improved trade balance with countries outside the eurozone.
Naturalmente, Alemania también exportaría más, por lo que nuestros saldos exteriores con el seguirían siendo deficitarios.
No haría ningún daño, todo lo contrario, que el BCE actuara intencionadamente en ese sentido, pues una devaluación sólo se consigue mediante una expansión monetaria. Es decir, no sólo vía devaluación mejoraría nuestra competitividad frente al resto del mundo, sino que nuestra demanda interna (de la zona euro)  crecería, que buena falta nos hace.Ambos efectos mejorarían las expectativas de crecimiento de todos, lo que tendría un efecto indudable en los mercados de deuda: no hay cosa que de más confianza al acreedor que ver que los recursos del deudor aumentan. Más, si está esforzando en reducir gastos.
Lo único malo es que esto choca de bruces con la filosofía Merkel/Draghi, así que mejor dejamos de soñar. Es más, ha dicho claramente que las medidas de aumentar el crédito a la banca son limitadas, y que no se pretende aumentar el volumen de liquidez como han hecho otros bancos centrales. SI el euro, pos cuenta,s e devalúa, no pondrán inconvenientes, pero no harán nada por ello.
Cualquier problema que miremos tiene una solución no óptima (el euro no es un Área Monetaria Óptima) pero viable, que depende del BCE de Merkel. Los perros de presa de la señora no dejarán que nada de esto ocurra.

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