Simon Johnson y Peter Boone tienen un articulo en Bloomberg, en el que explican por qué una política de impulso monetario del BCE ahora fracasaría. Hay muchos con inclinaciones monetaristas que siguen pregonando que todo se solucionaría con una buena inflación (por ejemplo, Jesus fernandez-Villaverde en JODEA). Ya hemos dicho que es muy tarde para eso. Los que propagan esa idea piensan, y nos invitan a pensar, en la UME como una zona homogénea (o simétrica, en lenguaje profesional). Pero no lo es y además lo es cada vez menos.
En mi opinión -quitando la improbable y en todo caso tardía unión fiscal - tan solo un gasto fiscal monetizado, desde el centro de Europa hacia los países periféricos, en el que se seleccionaran muy bien los objetivos (por ejemplo sanear la banca) tendría algún efecto positivo (monetizada quiere decir que la deuda emitida seria adquirida por el BCE). Emitir dinero a ciegas, desde el BCE, seria inútil pues el dinero sale de estos países tan pronto como entra. las cifras de salida ya las hemos visto: 302 mm de €, de los cuales 125 mm en el primer cuatrimestre.
El razonamiento de Johnson & Boone es diferente, y aunque creo que no es discrepante:
Una política inflacionista acabaría con la confianza en el euro, que ahora está depositada casi exclusivamente en Alemania (que ha logrado tal nivel de confianza que sus bonos están por debajo del 1,50%). La confianza en el euro es "asimétrica", en el sentido de que es total en unos países y deficiente en otros. Eso ha hecho que, hasta ahora, los movimientos de fondos hayan sido intra-zona y unidireccionales (de sur a norte), pero en términos netos positivos desde el resto del mundo para el conjunto del euro. pero si el BCE se pone a aumentar la inflación indiscriminadamente para estimular las economías del sur, tarde o temprano no sólo los bonos de España, sino también los bonos alemanes, subirían de tipo de interés.
Además, otras asimetrías de la zona se acentuarían, como los saldos de Balanza de Pagos, lo que no está claro que los inversores estén dispuestos a financiar. Eso retraería los capitales del resto del mundo en el euro, lo que sería malo para todos. Es decir, no puede esperarse que a cambio de una menor confianza del resto del mundo en el euro, se redujeran las desconfianzas de los países del Norte a los del Sur. Una generosa política del BCE no seria eficiente.
El euro ha logrado una proeza increible: ha acentuado las asimetrias de la zona.
El euro ha enriquecido sólo un cosa: la literatura sobre uniones monetarias.
En mi opinión -quitando la improbable y en todo caso tardía unión fiscal - tan solo un gasto fiscal monetizado, desde el centro de Europa hacia los países periféricos, en el que se seleccionaran muy bien los objetivos (por ejemplo sanear la banca) tendría algún efecto positivo (monetizada quiere decir que la deuda emitida seria adquirida por el BCE). Emitir dinero a ciegas, desde el BCE, seria inútil pues el dinero sale de estos países tan pronto como entra. las cifras de salida ya las hemos visto: 302 mm de €, de los cuales 125 mm en el primer cuatrimestre.
El razonamiento de Johnson & Boone es diferente, y aunque creo que no es discrepante:
Una política inflacionista acabaría con la confianza en el euro, que ahora está depositada casi exclusivamente en Alemania (que ha logrado tal nivel de confianza que sus bonos están por debajo del 1,50%). La confianza en el euro es "asimétrica", en el sentido de que es total en unos países y deficiente en otros. Eso ha hecho que, hasta ahora, los movimientos de fondos hayan sido intra-zona y unidireccionales (de sur a norte), pero en términos netos positivos desde el resto del mundo para el conjunto del euro. pero si el BCE se pone a aumentar la inflación indiscriminadamente para estimular las economías del sur, tarde o temprano no sólo los bonos de España, sino también los bonos alemanes, subirían de tipo de interés.
Además, otras asimetrías de la zona se acentuarían, como los saldos de Balanza de Pagos, lo que no está claro que los inversores estén dispuestos a financiar. Eso retraería los capitales del resto del mundo en el euro, lo que sería malo para todos. Es decir, no puede esperarse que a cambio de una menor confianza del resto del mundo en el euro, se redujeran las desconfianzas de los países del Norte a los del Sur. Una generosa política del BCE no seria eficiente.
El euro ha logrado una proeza increible: ha acentuado las asimetrias de la zona.
El euro ha enriquecido sólo un cosa: la literatura sobre uniones monetarias.
Hoy, en el FT:Greek and Spanish fears hit markets
Fears that the eurozone’s firewall will prove insufficient to shield Spain and other embattled countries against the effects of a possible disorderly Greek exitfrom the currency union hit European financial markets on Monday.Spanish and Italian 10-year borrowing costs shot up to their highest levels this year and European stock markets suffered their biggest one-day drop in three weeks. German 10-year bond yields fell to a record low, widening the premium Madrid pays to borrow compared to Berlin to a new euro-era high.
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