"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El coste de información y el buen rollito

En la economía real todo tiene efectos secundarios, o de segunda ronda. Como dicen mis estimados enemigos incompetentes de FEFEA, "Nada es Gratis". Lo que quiere decir, todo repercute. Por ejemplo, cuando decidimos dar una limosna, estamos dando un golpe a un bola blanca de billar que chocará con la amarilla, pero no con la verde, que a su vez... Es decir, si le damos un Euro a Juan, que toca el bandoneón en una esquina, no se lo damos a José, que toca el acordeón en otra, y aquél a lo mejor se lo gasta en vino, cuando éste se lo gastaría en comida para su familia.

Otro problema de falta de información...

Esto viene al caso porque en FEFEA, con ese aire seudo científico que se dan, hacen un (seudo) análisis sobre la actividad filantrópica de las empresas, independientemente o a pesar de, el beneficio empresarial. Y, sorprendentemente, los de "Nada es Gratis" llegan a la conclusión "empírica" (Sic) de que dicha actividad no afecta a la solidez empresarial. Lo cual es imposible, y ¡además va en contra de lo principios que proclaman!

La economía de la academia está llena de "ruido y de furia sin sentido alguno", y este artículo es un bien ejemplo de cargarse el sentido común a base de matemáticas, econometria, y muchas citas.

Friedman, sólo con sentido común, dijo que las empresas deberían dedicarse a maximizar sus beneficios, y que obligarlas a hacer gastos sociales era como ponerles un impuesto. Eso es pura lógica. Si obligas a la empresa a desviar parte del beneficio a actividades sociales, es lo mismo que aumentar el impuesto sobre los beneficios, aunque quede más bonito. Pero es una carga adicional para la empresa.

Otra cosa es que la empresa, por decisión propia, decida tener una actividad social. Allá ella con sus propietarios, los accionistas. Si después resulta que entra en pérdidas y quiebra, deberá responder por qué una parte de los fondos propios se han ido a actividades impropias. Ella misma verá si con eso consigue publicitarse y hacerse más competitiva, o si sus competidores más eficientes le van a comer el mercado porque ponen todo el esfuerzo en bajar los costes y los precios. Pero lo que es imposible es que que una empresa decida aumentar su gasto en una actividad improductiva sin que eso repercuta en los beneficios, o en los precios, o en otros costes, como el numero de empleados.

Así que es de suponer que agentes "racionales" como son los clientes, o trabajadores, o accionistas (o las tres cosas) no les haría mucha gracia que su empresa se dedicara a desviar fondos para otras actividades. ¡Ah La racionalidad! Cuantos crímenes se han cometido en tu nombre! Pero es que los agentes no son racionales! Y si lo son, no tienen la información suficiente para actuar en consecuencia!

En la realidad, no sabemos que está pasando. La contabilidad suele ser ambigua, en el mejor de los casos, y la ideología, como el vino, nubla la lectura de la contabilidad. Además, la libre competencia esta lejos de existir, sobre todo en España. Así que...

Que se da el caldo de cultivo perfecto para que tires de un modelo econométrico, le metas unos datos más o menos reales, unas variables dummies (me despollo con esto) y jalajafí, jalafullá, y resulta que sale lo que quieras. Sobre todo si refutas a Friedman y de paso te metes con el gobierno, que es de derechas.

Pero no han computado el coste de información. Y no han computado el extraño medio económico que es España. Y no han computado la absoluta inanidad de la econometría, que si no es brujería es porque estamos en otra época de cuando se quemaban a las brujas.

 

Llegados aquí, ¿no sería mejor prohibir a las empresas que se dedicaran a obras de beneficiencia - sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de fraudes y corruptelas que amparan-?

Pies si. Desde luego. Entre prohibir u obligar, prefiero lo primero.

Y a mi me parecería además una pedrada al "buen rollito" que tanto dañó está haciendo.

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