"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Marginales y marginalistas

Hayek no negaba la libre competencia, pero sí la competencia perfecta. Se declaraba Mengeriano de origen, y fiel seguidor al marginalismo. Pero decía que un mundo de competencia perfecta llevaría al control del mercado por el más productivo. La competencia refutada por sí misma, o algo así. Creía que había diferenciación de productos sustitutivos, pero no iguales. Había diferencia en la calidad y en el precio, lo que permitía la coexistencia de varios oferentes sin entrematarse uno a otros.

Ese matiz se ha ido perdiendo, quizás porque la postura de Hayek respeto a la competencia le llevó a negar a Walras y su equilibrio general. Sin embargo, esto es contradictorio, porque Walras sigue siendo el paradigma del Vaciamiento de los Mercados a través del mecanismo de los precios. Y desde luego Hayek postulaba el vacía medirnos de los mercados.

Por la razón que sea, los austéricos enfatizan sus diferencias con los neoclásicos, aunque no pueden negar raíces y postulados comunes. Son una rama del marginalismo, lo quieran o no, como lo es por cierto cualquier escuela de economía troncal. Todos creemos en la formación marginal de los precios. No hay más que leer a Keynes, a los monetaristas, Friedman, Neo keynesianos, Racionalistas, etc. Sería difícil discutir entre distintas escuelas sin la aceptación común de unos mínimos básicos. A partir de esos mínimos, se edifican las diferencias enormes entre keynesianos y clásicos.

¡Pero creer en el marginalismo no obliga a creer en el vaciamiento de los mercados! Ni en que la oferta crea su propia demanda!

En este nuevo blog, keynesiano (que he añadido a mi lista), hay un buen post sobre este tema de la negaciones de los austriacos a sus principios. Lo que concluye es que los austéricos son Walrasianos, lo quieran o no. No vale decir: -"No, yo no creo en la competencia perfecta, no soy walrasiano, pero creo que los mercados son eficientes y que los precios son las únicas señales que deben seguir los productores como guía, para que al final la demanda sea igual a la oferta."

La eficiencia de los mercados es común a los austéricos y a los Racionalistas, por ejemplo, Eugene Fama. Lo que dictaminan lao mercados- por ejemplo, un paro enorme- es culpa de los sujetos en paro, no de un fallo del sistema o de la instituciones. Sólo el mercado puede corregirlo vía ajuste salarial. Lo crean o no, esta es la postura básica del Gobierno, lo que nos vende. Aquí tanto Keynes como Friedman coinciden por encima de sus diferencias: esa afirmación es falsa.

Friedman decía que los salarios no se ajustarían lo suficientemente deprisa. Keynes decía que lo mismo, pero añadía que si lo hicieran sería peor, porque la demanda global se contraería, y los empresarios reducirían su empleo, pese a la caída salarial. Detrás de estas dos posturas hay un mundo inacabable de matices.

Los Neo keynesianos - que para mi han chupado de Friedman sin reconocerlo- parten de una rigidez salarial y de precios para que los mercados no se vacíen y haya exceso de oferta (debilidad de demanda) acumulativo. Solución: política monetaria.

La principal diferencia entre unos y otros es ésta: aceptar que los mercados se ajustan con suficiente rapidez, de modo que los precios y salarios varían sin que las cantidades ofrecidas y demandadas varíen mucho, o, por el contrario, se reconoce que hay rigideces de precios insalvables (aún en los mercados libres), hay ajustes de cantidades, que además pueden ser "sistémicos": pueden ser masivos, de todos contrayendo su demanda de consumo e inversión a la vez. Los ajustes individuales no interesan a la macro si no se convierten en sistémicos, retro alimentados.

Pero, ¿Saben cual es la principal diferencia? Que unos aceptan el debate y las críticas, mientras que los otros no. Llevan más de un siglo diciendo lo mismo, y cada vez lo dicen más simple y burdo. Se van empobreciendo porque la dogmática se va empobreciendo necesariamente. En ese sentido, sobre todo en ése, los austriacos son marginales (no marginalistas).

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