"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 4 de abril de 2013

Bitcoin. Política versus economía

Bitcoin es una moneda "digital" creada con el fin de que fuera libre e independientes de los controles usuales de las monedas desde los bancos centrales.

Por supuesto, detrás de sus creadores están feroces ultraliberales austriacos, que en el fondo odian todo lo que huela a institución humana.

Lo que pasa es que al Bitcoin se ha convertido en un monstruo especulativo, sospechosos de petar cualquier día. Pueden ver su cotización desde que hace cuatro años fue presentada.

Su valor ha pasado de 0,05 $ a 138,6 $ ayer.

Una pasada. Lo malo es que, como todo bien especulativo, su cotización depende de que una oferta fija y una demanda creciente. Si la demanda deja de subir, como con cualquier otro bien (oro, vivienda), el precio se derrumba.

¿Cómo funciona? Aquí, el el FT, hay dos o tres artículos sobre ello, que intento resumir.

Es una moneda que cualquiera puede adquirir a cambio de un saldo en otra moneda. Pero esto no es tan cierto, porque hay que tener cierto nivel de conocimientos, y de equipamiento electrónico, para acceder a Bitcoin.

Unless you are a computer geek, an MIT grad or an algorithmic genius, it’s unlikely you will ever really understand. Generally speaking, however, it’s fair to say that the regulatory system is related to the two ways you can acquire Bitcoins.

The currency was created four years ago by an unknown computer scientist and the limited stock of “coins” grows according to a predetermined algorithm. A small number of online services accept Bitcoins as payment but the value appears correlated less to their use than to talk on Twitter, blogs and in the media.
En principio, se creó como un sistema de pago alternativo para productos vendidos por internet no siempre legales, lo que hacia interesante a los compradores y vendedores depositar su liquidez en un moneda no regulada. Pero pronto pasó de ser un medio de pago a un instrumento especulativo, como demuestra su volatilidad (ver gráfico).
Eso se debe a que la oferta está regulada automáticamente por un algoritmo secreto, que, obviamente, no responde con elasticidad a la demanda. De ahí la volatilidad en el precio. Naturalmente, esta a expensas de que un Hacker lo destripe, como cualquier moneda está a expensas de los falsificadores.

Pero, de momento, se ha convertido en cualquier materia prima, como por ejemplo el oro, que sube y baja en función de la especuladores y las expectativas. Por ejemplo, el último subidón del bueno de Bitcoin ha sido el asunto Chipre. Como siempre, el que haya comprado el último, a 136 $, corre un gran riesgo de batacazo.

Ahora imaginen que se quisiera fijar la oferta dineraria de los bancos centrarles a las variaciones de Bircoin que, como sueñan los librepredadores austéricos, es fija (= no depende de un banco central). Sería como crear un nuevo sistema de patrón oro, en el que las monedas del mundo estaban fijadas a un precio por cierta cantidad de oro, de manera que los,bancos centrales no podían suavizar las entradas y salidas de oro.

El Bitcoin haría el papel del oro. Una vez fijados los tipos de cambio monedas oro, y monedas a monedas, la oferta dineraria el mundo sería fija, que es lo que sueñan esos desalmados. Entonces, cualquier perturbación inesperada que lanzara a las nubes la demand de liquidez-Bircoin, haría subir el precio del Bitcoin muy por encima de las paridades oficiales, provocando una contracción de la oferta de dinero y una deflación.

Eso pasó cuando se restableció el sistema oro en los años treinta del siglo pasado, y eso fue la causa de la deflación mundial, que no se corrigió - y solo parcialmente- hasta que uno a uno los países fueron abandonando el oro.

Una solución hubiera sido devaluaciones acordadas por las autoridades de sus monedas frente al oro (o Bitcoin), antes de llegar al abandono total. Eso hubiera aumentado la oferta monetaria mundial. Pero precisamente los valores políticos (honor nacional, etc) se daban de bruces con los intereses económicos. A Francia no le apetecía devaluar la moneda en la que debía cobrar las reparaciones de guerra alemanas...

Lo mismo que pasa ahora pero al revés, con los intereses políticos de Frau Merkel, que son alemanes, y no coincide con los intereses económicos de la zona. A los alemanes no les haría gracia que no les pagaran en euros lo que les debemos los demás.

La Bitcoines son tanto más apreciados cuanto su oferta es más fija. El oro, en los países coloniales, era cuasi sagrado. Mantenía estable el valor de la deuda con la que se financiaban las guerras de opresión coloniales, que permitían garantizar, a su vez, los intereses de la Metrópoli en tan lejanos parajes...

Lo cual hacia muy es cada su oferta. Sólo los Grandes, vinculados por las Casas Reales, como Inglaterra y Alemania, o por intereses económicos, como EEUU y Francia, mantenían el sistema. Para evitar la volatilidad natural, tenían que hacer pactos a espaldas de las reglas del juego, prestamos entre Bancos Centrales, sin los que el sistema hubiérase roto antes, mucho antes, de 1914. Pero es que a nadie le interesaba que el Banco de Inglaterra o el de Alemania pasara por dificultades que afectaran al comercio. Ese buen rollito se acabó después de la Primera Gran Guerra.



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