"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 14 de mayo de 2013

Sobre el debate en el RU contra la UE

Nigel Lawson, un ex ministro del Exchequer con Margaret Thatcher, y un peso pesado de los Tories, ha lanzado una andanada mortal contra la participación del RU en la UE. Su pasado eurófilo hace aún más contundente su discurso.

En el RU, la oleada de descontentos sobre la pertenencia a Europa está en ebullición. Hay un partido, el Ukip, que ha llegado a más del 20% del electorado con ese mensaje. Pero no sólo es su presión sobre los Tories lo que remueve sus aguas, es que miembros del viejo partido, como Lawson, están llegando a la misma conclusión "separatista".

No se trata de hacer cuentas sobre los pros y los contras contables de salirse o no del tinglado: es algo más importante, aunque difícilmente cuantificable: el Euro exige cada vez más normativas incapacitadoras para los países miembros, incluyendo los que no son de la Union Monetaria.

El Reino Unido se ha sentido casi siempre incómodo en la UE. Siempre se ha resistido a ciertas normas de unificación, sobre todo fiscales y laborales, que probablemente le supondrían más de paro y una merma en su renta nacional. Eso por no hablar de su contribución al Presupuesto de la UE, de magnitud eximia, pero siempre motivo de encono por ambas partes.

Todo eso refleja mentalidades distintas en el Continente y en el RU. Y esas diferencias han vuelto a emerger cuando en la UE es su viejo enemigo, Alemania, el único que parece beneficiarse de la cada vez más enredada legislación por culpa del euro. Tiene derecho a pensar que ella se gobernaría mejor que en la UE, donde la normativa comunitaria es cada vez mas confusa y está cada vez más en entredicho.

A todo esto se suma que el euro, aún no perteneciendo a él, amenaza con comerse el principal negocio del Reino Unido, que es su City financiera. Las principales rentas del exterior viene de esa fuente. La futuro unión bancaria obligaría a aceptar normas reguladoras lesivas para la City, y la unión fiscal otro tanto.

Pero en el fondo hay un problema de soberanía que el RU, al revés que países como España, no está dispuesta a regalar. Y menos cuando las cosas parecen ir tan mal en la UE.

Hay Naciones y naciones. Las naciones son países acomplejados que pensaron que mejor quitarse responsabilidades de encima, que para gobernar ya estaba Europa. Las Naciones, como RU (ignoro si hay otra) tienen un sentimiento de soberanía nacional mucho más arraigado, con unas instituciones democráticas la más antiguas del mundo, que duran ya desde hace 240 años, y que han resistido momentos muy difíciles de los que siempre han salido bien. Hoy Europa está gobernada por una nación nacida a la democracia desde hace pocos años, de reflejos históricos inquietantes. Tan inquietantes que por eso se fundó la Comunidad Europea.

Nada que ver con nuestro recelo a nuestras instituciones, por otra parte de vida corta y cuestionada, y que no están basadas en un sentimiento nacional mínimo. Desde la primera Constitución nuestra Tradición es poner todo patas arriba periódicamente. Parece mentira que esta vez la desestabilización sea por culpa del intento, fallido, de entregar el poder a una burocracia exterior, que ha sido incuestionablemente más nefasta que lo podría haber sido un continuidad nacional, integrada, eso sí, en unas instituciones de colaboración europeas. Lo peor es que no sólo aquí se han dinamitado naciones.

En todo caso, el RU demuestra que nada es inamovible. Las leyes de la UE dicen lo contrario, que los pasos hacia la integración son irreversibles. Sin embargo, parece que la tierra tiembla bajo sus pies. Es que realmente las cesiones de soberanía han sido en falso, pues no se han hecho a una entidad realmente soberana. Lo que se ha hecho es anular soberanías en un punto muerto, el cual no tiene poder militar para impedir que un país ejerza su derecho natural a salirse. Si goza de algún poder de imponer sus leyes es gracias a que se apoya en en los países fuertes que, estos sí, pueden imponer su voluntad a los países dependientes. Si no es RU, el malestar embestiría por otro lado.

Todo esto es de un lógica enrevesada que ha fracasado porque es un contrasentido histórico. Si el comunismo fracasó por eso, por la misma razón el euro y, detrás la UE, son cada vez más débiles. Yo espero que RU, fríamente, se separe de la UR, porque eso abriría la puertas a nuevos horizontes más esperanzadores.

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