En efecto la violencia es común a todos los nacionalismos. Pero si vamos a ese grado de análisis comprobaremos, dando un paso más, que toda forma de Estado lleva implícita, al menos, la amenaza de violencia. Y todo esto sin irnos a definiciones libertarias de lo que es violencia (véase a los amigos Austríacos y similares, a los que ud. regularmente critica en este blog).
Estoy totalmente de acuerdo, y es mi punto de partida. Un estado que empieza de cero tiene más probabilidades de ser violento hasta que se asienta. Una vez asentado, es decir, aceptado por la mayoría, y sin una minoría con la fuerza suficiente para derribarlo, deja de ser violento porque tiene el monopolio de la violencia. Ahora, eso no quiere decir que sea justo y equitativo con los derechos individuales, aún siendo con los de la mayoría. Por cierto, que no estoy haciendo juicios morales, estoy previendo, no condenando moralmente.
Sigamos:Sin embargo, creo que muchos catalanes perciben como violencia las actitudes que hacia ellos se agitan y fomentan en otras partes de España. Dicho sea esto sin ánimo de entrar en el juego de medir quién es el malo y quién el menos malo... en todas partes cuecen habas.
Esto no sé a qué viene, de verdad. No estoy hablando de violencia subjetiva (que desde luego no veo que exista en España contra los catalanes en la misma medida que existe allí contra España). Estoy hablando de cómo se van a desenvolver las cosas, en mi opinión, si consiguen la independencia. Y de una cosa estoy seguro. Que habrá ciudadanos de primera y de segunda. Y desde luego no creo que haya ahora ciudadanos catalanes oprimidos salvo los españoles, cada vez más aculados contra la pared. A menos que ud niegue la información cotidiana sobre los derechos de los hablantes españoles. Por cierto, una flagrante violación de la Constitución. Dice ud. después:
La cuestión de fondo que resulta inquietante es esta: ¿qué es España? Porque actualmente difícilmente se puede presentar como un proyecto de progreso con Rajoy-Rubalcaba a la cabeza. Más bien parece una especie de "democracia radial" a mayor beneficio de las empresas de la capital, con el caciquismo auxiliando desde la periferia.
Si quiere ud decir que España está casi totalmente rota, le doy la razón. Ahora, ¿que es España? Tiene una respuesta objetiva muy clara: es la primera nación de Europa, con una trayectoria histórica con alzas y bajas, como todos los países europeos. Sólo Gran Bretaña puede presumir de haberse consolidado antes como estado sólido, pero ¿los países continentales? Así que no es una ficción, por muchas vicisitudes que hayan sucedido en ella: España es un nombre que designa un hecho histórico.
Ahora bien, que los catalanistas quieran sentirse oprimidos por ese hecho histórico, que no les gusta... Pues me remito a lo que Decía Ortega y Gasset, totalmente vigente:"Pues bien, señores; yo sostengo que el problema catalán, como todos los parejos a él, que han existido y existen en otras naciones, es un problema que no se puede resolver, que sólo se puede conllevar, y al decir esto, conste que significo con ello, no sólo que los demás españoles tenemos que conllevarnos con los catalanes, sino que los catalanes también tienen que conllevarse con los demás españoles."
La última frase sobre la democracia radial y las empresas de capital, no la entiendo. Yo creo que Rajoy y Rubalcaba son dos especímenes que se han salido de la historia, dos peleles, o fantasmones, cómo decía Ortega que eran los políticos de la Restauración. Dos entes amortizados por sus corrupciones, que, paradójicamente, se convertirían en una solución si decidiesen unirse para hacer un gobierno nacional frente al separatismo. Pero parece que no, que no tienen instinto de pasar a la Historia con grandeza. ¿Cómo la van a tener si son mezquinos hasta el hastío? ¿Si uno se puso de lacayo de ETA y el otro de lacayo de su Tesorero ladrón? Con ese espíritu de mezquindad, ni en un millón de veces se les ocurrirá unirse por España; si acaso por cubrirse las espaldas.
(Comentario a la frase se Ortega y Gasset: para le defensa de lao derechos de cada uno de los españoles, debemos conllevarnos)
1 comentario:
Hombre, don Miguel, no hace falta que abra un nuevo post cada vez que le dejo un comentario. Me está usted dando demasiada importancia.
Dicho lo cual, me temo que no puedo estar de acuerdo en su entusiasmo por España. Yo siempre he defendido España, de forma creo que idealista. Y en cierto modo he caído en el desengaño. Creo que en un país con nuestra historia convulsa y que alberga a una sociedad que tiende a la desigualdad más descarnada... hablar de nación es cada vez más complicado.
En el plano puramente histórico no creo que España sea una nación milenaria o bimilenaria. Cuanto menos si el Estado "único" español apenas se remonta, con muchas comillas, a la guerra de Sucesión (curiosamente el punto de partida que se fija el nacionalismo catalán actual). Eso se tiene que construir. Y no de forma radial, no a base de caciques y sus votos. Y yo, que he estado en política, he comprobado que es así: caciquismo y Madrid. Es el plan. El único plan. Y así no se hace patria sino parias.
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