Como nos recuerda aquí Gavin Kennedy, Adam Smith nunca dijo que el egoísmo era la guía de la buena economía. Es muy común, incluso en la universidad, banalizar a Adam Smith porque casi nadie lo lee, y es muy como de decir que era de derechas, o incluso fascista (eso era moneda común en mis años universitarios, pero me temo que ahora también). Yo sí lo he leído y releído (por cierto, un inglés muy fácil y preciso), y lo que dijo (que sigue siendo válido ahora) es que el interés económico propio es mejor guía para todos - la mano invisible fue su metáfora, no una definición literal- que la imposición por ley o por decreto de un determinado comportamiento.
Smith observó lo que se estaba desarrollando ante sus ojos tras la "Gloriosa" Revolución inglesa de 1688 (un siglo antes que la Revolución Francesa) y lo describió magistralmente. La Gloriosa desreguló (como decimos ahora) la propiedad y la producción de mercancías y servicios, y eso trajo consigo un gran aumento del bienestar.
¿La razón? Es bastante simple de ver. Antes, las coronas perseguían un fin económico nacional: el poder frente a los demás. Eso se concretaba en la mayor posesión de oro, lo que Adam Amith llamó el "Mercantilismo", que significaba "todo supeditado a los intereses de la Corona". La posesión de oro hacía ver al enemigo potencial que el rey podía armar un ejército más fuerte, lo que era un arma disuasoria -a veces. La corona Inglesa fue la primera en cambiar de "teoría". Smith fue el amanuense de ese cambio, unos noventa años después (la gloriosa fue en 1688; "La Riqueza de las Naciones" es de 1776, "casualmente" (o no tanto), año de la Revolución liberal Americana.
Creo que la Guerra de la Independencia americana fue la lucha contra los abusos de la Corona Inglesa. El propio Adam Smith, en su "Riqueza..." Tiene un capítulo muy alagador de la democracia y la libertad en América en comparación con la todavía no del todo desarrollada en la Metrópoli. Su amigo Edmund Burke tuvo mucho que ver con la liberación de las colonias, al convencer a la corona que le sería mucho más oneroso mantener la guerra que hacer La Paz; aparte de ser una fuente de información sobre el nuevo mundo que conocía bien.
En Inglaterra, desde la Carta Magna (1212), el Parlamento fue durante siglos arañando poder al rey, y cuando llegó Guillermo de Orange, encontró más inteligente y productivo poner a la gente a crear riqueza para sí misma (lo que de paso aumentó los ingresos fiscales), en vez de estar todo el día a la greña con el Parlamento y con los demás reyes. Es lo que Mancur Olson llamaba "el bandido Inteligente", que es el primer poderoso en darse cuenta que su renta de poder será tanto más alta cuanto lo sea la de sus ciudadanos.
Napoleón, 40 años después, decía despectivamente que "Inglaterra era un país de tenderos". Sí, unos "smithianos" tenderos que le persiguieron hasta la derrota final.
Lo que Adam Smith llamaba el interés propio incluía los deberes morales, porque consideraba que los individuos tienen sentimientos morales (puestos por Dios) que les fuerza a actuar correctamente. Por supuesto que esos impulsos morales estaban sesgados hacia la propia familia y la gente más próxima. Pero nunca dijo que la economía debía ser inmoral. Por cierto, era cristiano y clérigo, como casi todos los intelectuales de entonces. En su "Teoría de los sentimientos morales" se declaraba inclinado al estoicismo filosófico, muy alejado del egoísmo; más bien todo lo contrario.
Y creía en una sociedad reglada por la ley la justicia del gobierno, para dirimir los pleitos y va conflictos entre la gente.
Alguno se sorprenderá que un "keynesiano" (esto es una etiqueta muy simplificadora) como yo, crea en Adam Smirh. Es que no tiene nada que ver con el liberalismo ahora, tan utópico. Smith era mesurado, no decía que había que destrozar al estado, sino reorientar su acción. Por otra parte Keynes nunca dijo que había que socializar la economía. No era socialdemócrata ni mercantilista. Sólo creía que en situaciones graves la demanda podía caer y no salir de una situación de desempleo. Dijo muchas tonterías, pero eso no anula sus aciertos. Por su parte, Smith no desarrolló una teoría monetaria, cosa que sí hizo su amigo David Hume. Pero eso es otra historia y otra lección mal aprendida por los austéricos españoles, que no ha leído nada pero hablan de todo.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
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