"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 28 de octubre de 2013

Que sí galgos, que si podencos. Consecuencialismo como guía

Ayer la víctimas del terrorismo manifestaron su desamparo en una manifestación muy triste. Como el epílogo de una película que no se termina porque los de la pasta ya no están interesados, y los actores siguen actuando en vacío, ya sin público.

Según Jiménez Losantos, se está perpretando una traición a España que empezó Zapatero y esta culminando Rajoy.
MUCHO ME duele escribirlo, pero por el respeto que merecen todas las víctimas del terrorismo, las que salen a la calle y las que ni siquiera pueden reunirse para consolarse, debo decir que ayer asistimos a su último funeral: el fin de la indignación contra los gobiernos que se rinden ante la ETA. Ayer, en la Plaza de Colón, vimos la voladura controlada, desde el Gobierno del PP, del movimiento de resistencia que en torno a la AVT de Alcaraz y otros grupos mostró a una parte sustancial de la nación en guerra contra la casta política dispuesta a pactar que la ETA les perdonase la vida a cambio de que les perdonaran la derrota. Ayer, la ETA obtuvo en Madrid, ante las bases del PP, una victoria más importante que la de Estrasburgo, hazaña particular del PSOE.
Por la mañana, Fernández Díaz anunció la suelta de 50 etarras en dos meses, o sea, la amnistía apenas encubierta que ya comenté aquí. Y a la una de la tarde (por eso se retrasarían los relojes) una concentración de víctimas del terrorismo en la Plaza de Colón no dijo una sola palabra contra Rajoy por aplicar a los etarras el confortable plan de Rubalcaba y ZP. La diferencia es que a Zapatero se le llamaba traidor –lo que era– en esas mismas concentraciones. A Rajoy, ayer, ni siquiera lo nombraron por hacer lo que ideó Zapatero. Obviamente, a la ETA le va todavía mejor con Rajoy. El PSOE era una alfombra, pero los terroristas temían –así lo dicen en sus conversaciones con Gómez Benítez y pandilla– que, llegado el PP al Gobierno, anulase el pacto. Según los sociatas, los enemigos del «proceso de paz» eran «algunos jueces y el PP» que, con las víctimas del terrorismo, hacían muy difícil venderle a la opinión pública el pacto, incluídas la legalización de Etasuna y la anulación, vía Estrasburgo, de la doctrina Parot. Y eso, si el Gobierno quería asumirla como una coartada legal para la amnistía. Con el PP tragando y sin la presión de las víctimas en la calle, la ETA ha ganado.
Carlos Cuesta, en un artículo durísimo, dice que se trata de un plan de los independentistas vascos y catalanes perfectamente engarzado para volar la Constitución en pedacitos. Rubalcaba aporta su parte alicuota al plan proponiendo una reforma Constitucional que abriría la puerta a su desmigajamiento.
Era previsible el golpe a la doctrina Parot. Tan previsible que fue prometido ya en las actas de ETA como parte de la negociación entre el Gobierno de Zapatero y los terroristas. Y, como todo el resto de aquellas promesas, se ha cumplido. Porque cada una de las ofrendas realizadas a los asesinos se ha materializado: dentro de nuestras fronteras, gracias a gente como Gómez Benítez o algunos miembros del Constitucional. Fuera, a través de LópezGuerra.
¿Y cuál es el resultado? Un nuevo triunfo de esa ETA que ya no mata pero no deja vivir. De ETA frente a las víctimas, frente a la Justicia que avaló la doctrina Parot, y frente a España.
Pero lo cierto es que este triunfo no es únicamente de ETA. Lo es igualmente de todo el independentismo que no dudó en negociar con ETA su «normalización». Por eso ETA pactó primero con PNV, después con la ERC de Carod-Rovira y más tarde con aquel PSOE que fraguó en el Tinell su avance hacia el nacionalismo y alejamiento del bloque constitucional.
Y por eso, como en un tándem, unas veces es uno de los polos nacionalistas el que pedalea, otras el segundo, y en ocasiones los dos a la vez.
Una estrategia delicadamente diseñada cuyo máximo exponente no es otro que la voladura de la actual Constitución, tal y como ya plantea el PSOE.
Hoy es la Generalitat quien lidera este proyecto. Y mañana será Otegi quien, si no lo impedimos, tome el relevo radical en el País Vasco. Unos plantearán la consulta soberanista; los otros la declaración unilateral de independencia. Pero ambos cabalgarán de la mano hasta conseguir su objetivo: la ruptura de esa Carta Magna que les obliga a seguir dentro de la unidad nacional.
Por eso es tan importante para ellos el debilitamiento de las instituciones. De la Justicia, del Constitucional, de la Fiscalía, de la presencia del Estado en cada rincón de España. Porque estas instituciones, que deberían ser los resortes del imperio de la ley, quedarán impotentes para exigir el respeto de la Constitución tras su debilitamiento moral. Y eso ya está ocurriendo.
El Gobierno del PP tiene la responsabilidad histórica de frenar esta carrera de relevos, como bien la ha definido Mayor Oreja. De acabar con el reto soberanista en Cataluña y de expulsar de las instituciones a los proetarras. Porque, en caso contrario, es muy posible que el camino hacia la ruptura de España llegue al punto de no retorno.
Es la teoría de Mayor Oreja, de que los independentistas-terroristas "no dan punteada sin hilo", a lo que replica Salvador Sostres, que dice que Artur Mas es tonto, que sabe que el referéndum no puede ser legal, pero sin embargo sigue hundiéndose el mismo en esa línea que no llave a ninguna parte. Es más, para Sostres el único listo de verdad es Rajoy, que sabe que Más se ahorcará sólo.
Mas sabe que la consulta, para que pueda realizarse, tenga algún tipo de validez y sirva para reclamar amparo en Europa, tiene que estar pactada con el Estado y que, si no es así, su celebración es imposible aunque sólo sea por motivos técnicos.
Y Mas sabe también que las prometidas elecciones plebiscitarias tampoco resuelven nada, porque no serían plebiscitarias, sino autonómicas, y ni Europa en su conjunto ni ninguno de sus Estados las admitiría como sustitutivas de una consulta secesionista por la simple y meridiana razón de que en modo alguno lo serían.
De modo que la única salida que tiene Mas para no dar por finiquitado su llamado proceso –digo llamado porque, por mucha que sea la excitación, no hay en Cataluña, como mínimo de momento, ningún proceso político soberanista en marcha– es insistir en la consulta y, por ello, a finales de noviembre va a convocarla oficialmente fijando la fecha y la pregunta, sabiendo perfectamente que es mentira que vaya a realizarse.
Y cuando ya creas que nada puede empeorar, espera a que llegue un socialista y verás.Rubalcaba se reunió con Mas prometiéndole una reforma constitucional, que también es mentira, porque ni va a ganar las elecciones ni tiene el apoyo del PP para alcanzar los dos tercios del Congreso. Rubalcaba, en su más puro estilo, le ofreció a Mas la mentira de una reforma constitucional a cambio de que renunciara a la también mentirosa y falsa consulta independentista.
De fondo, el pueblo de Cataluña, que también sabe que una consulta ilegal es imposible y que España nunca va a autorizarla, reclama a gritos ser engañado y que nadie le despierte de su ensoñación. Sólo acepta que le den la razón y a cualquiera que trate de advertirle de la mentira le llama botifler o traidor.
Rajoy es el único que no se ha creído la mentira y por eso ha decidido no hacer ninguna concesión, hasta que el tiempo y las circunstancias desmantelen el engaño. Si le sale bien, pasará a la Historia como el gran estadista que siempre necesitó España. Si fracasa, tendrá que exiliarse para que no le maten.
En suma, par unos, los independentistas son Maquiavelos con la ruta perfectamente trazada, y Rajoy un traidor, y para otros son unos idiotas que van hacia el vacío, la nada, y Rajoy es el que los manipula como marionetas.
Yo soy un consecuencialista, básicamente. No me fío de los principios, de los códigos molares, porque hay muchos, uno por persona, grupo de personas, partido, empresa, etc...

Lo que creo que es que permitir a Artur Mas actuar como un loco esta produciendo una rencor cada vez más extendido que en algún momento no será controlable por nadie. Ese rencor de masas pedirá venganza contra España, votará a quién se la prometa, y de alguna forma habrá frustración y/o dolor.

Lo mismo para el avance incesante de Bildu y Sortu en las instituciones, que no sé yo si el PNV no lo ve con recelo, porque a ver como somete eso a su planteamiento de una independencia "civilizada".

O sea, que la pasividad de Rajoy no la veo yo tan eficaz. Si hay que dar un golpe en la mesa y que se desmorone el castillo de naipes de Mas y Bildu-Sortu, cuanto antes mejor. Así el dolor y la frustración serán menores. Eso independientemente de sí son tonos o listos, galgos o podencos. El caso es que van sin freno y marcha atrás hacia un conflicto, un conflicto en el que conseguirán lo que quieren o no. Si no lo consiguen, la frustración será enorme, oceanica, y volverán a ganar fuerza para intentarlo. Tienen una ventaja: saben el nombre de lo que quieren. Eso si que SS una ventaja enorme, porque así puden gritarlo al unísono.

No, no me parece tan listo Rajoy. Ha vendido todo a la "recuperación" y la única propaganda se dirige a eso, a ponerla delante de lao ojos con Botín, Bill Gates, etc. Es en lo único que cree, en la anestesia y el desmantelamiento de los nacionalismos que traerá "su" recuperación. Ya veremos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo del país vasco no tengo ni idea. Pero sobre lo de Cataluña coincido con Sostres, que también sabe de Cataluña y posiblemente no tenga tampoco ni idea del país vasco; pero él habla de Cataluña.

Que en Cataluña se acabarán matando los unos con los otros y los otros con los unos es meridianamente claro. Ya lo dije aquí en otro momento: recuerda a 1935-1938, cuando entre los comunistas y los anarquistas le hicieron el trabajo sucio a Franco para que, después de una escaramuza en el Ebro, Cataluña - o lo que es lo mismo, la burguesía pesetera catalan - se rindiera a los pies del «salvador».

Y quiero decir una cosa más. ERC no es el partido del «establishment». No es el partido «de la pela». Toda la vida fue un contrapeso a CiU, partido hegemónico. Mas lo ha colocado en el centro del espectro político catalán y los «catalanistes de tota la vida» empezarán a hacer sus pactos para contrarrestar ese avance que les perjudica.

La Cataluña independiente que quiere ERC&CUP&IV no es la que quiere CiU, el resto del alto empresariado catal'an y los economistillas liberales de Harvard.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Eso que dice me parece meridianamente claro

Pablo Bastida dijo...

Interesantísimo artículo de García Dominguez:
http://www.libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/por-que-creyo-mas-que-la-independencia-era-posible-69820/
Muy verosimil, ¿verdad?

www.MiguelNavascues.com dijo...

Pues el artículo me parece muy brillante, pero me gustaría ver alguna prueba de esa conjetura. Porque me parece un cálculo muy refinado para esa gente. No digo que sea imposible, pero tampoco plausible.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Por otra parte, no tienen más que esperar a la próxima crisis.