George Soros tiene otro nuevo embate contra Alemania y su posición respecto al euro. Si en la anterior, hace unos meses, se mostraba partidario de que Alemania abandonara el euro antes de que éste estallara, ahora se muestra más moderado en su proposición de un eurobono. No es que esto fuera a solventar todos los conflictos latentes, pero al menos retiraría la posibilidad de quiebra de los estados del sur del euro.
Su sistema de eurobono no le costaría a Alemania un euro, pues sólo se convertiría la deuda flotante actual: los paises seguirían siendo responsables de sus emisiones futuras y de sus pagos. Sólo se podría emitir eurobono para rescatar deuda ya en circulación, miemtras que la nueva deuda sería emitida bajo estricta responsabilidad de cada país (como actualmente).
De todas formas, siendo una propuesta indudablemente positiva, se queda corta para resolver los conflictos creados por el euro. Aún así, no hay ni una remota esperanza de que Alemania estudie el tema. Merkel, como dice Soros, ha ganado uniendo los votos de los eurófilos alemanes junto con los que no quieren que suba la factura, y esa ha sido la política de Merkel exactamente: dar confianza a estos dos electores mayoritarios. Es decir, tranquilizar las conciencias de los eurófilo a a la vez que de los no atan euristas y de los del puño cerrado.
Soros recuerda a Alemania las veces que ella ha sido generosamente perdonada del pago de sus deudas de guerra. El plan Marshall fue, ciertamente, el último ejemplo mundial de reconstrucción inteligente, de la que se aprovecharon los países acreedores (EEUU) y deudores (Europa). El Plan llevaba en uno de sus capítulos condonación de duedas europeas, incluida la alemana.
Su sistema de eurobono no le costaría a Alemania un euro, pues sólo se convertiría la deuda flotante actual: los paises seguirían siendo responsables de sus emisiones futuras y de sus pagos. Sólo se podría emitir eurobono para rescatar deuda ya en circulación, miemtras que la nueva deuda sería emitida bajo estricta responsabilidad de cada país (como actualmente).
Sería, por tanto, una manera de que la deuda que nos ahoga hoy se financiara a menor tipo de interés y en plazos manejables, pues ha sido una deuda causada por la errónea expectativa que originó el euro que éste cubriría la seguridad de las deudas nacionales.Converting all outstanding government bonds – with the exception of Greece’s – into Eurobonds would be by far the best remedy. It would require no transfer payments, because each country would remain responsible for servicing its own debt. And it would impose stricter market discipline on debtor countries than they currently face, because they could issue Eurobonds only to refinance maturing ones; any additional borrowing would have to be in their own name, and markets would impose penalty rates for excessive borrowing.
De todas formas, siendo una propuesta indudablemente positiva, se queda corta para resolver los conflictos creados por el euro. Aún así, no hay ni una remota esperanza de que Alemania estudie el tema. Merkel, como dice Soros, ha ganado uniendo los votos de los eurófilos alemanes junto con los que no quieren que suba la factura, y esa ha sido la política de Merkel exactamente: dar confianza a estos dos electores mayoritarios. Es decir, tranquilizar las conciencias de los eurófilo a a la vez que de los no atan euristas y de los del puño cerrado.
Soros recuerda a Alemania las veces que ella ha sido generosamente perdonada del pago de sus deudas de guerra. El plan Marshall fue, ciertamente, el último ejemplo mundial de reconstrucción inteligente, de la que se aprovecharon los países acreedores (EEUU) y deudores (Europa). El Plan llevaba en uno de sus capítulos condonación de duedas europeas, incluida la alemana.
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