En el gráfico adjunto, pueden ver en la línea verde el rendimiento del bono a 10 años para Japón. La línea azul no es más que el mismo rendimiento pero deflactado por el deflactor del PIB.
Que el interés nominal de un bono sea inferior al tipo de interés real (nominal menos tasa de inflación) es resultado de la deflación japonesa.
El gráfico es un Idicador de la trampa de la liquidez: por mucho que bajen los tipos nominales, el coste real de financiar la inversión es mucho mayor, pies los precios están cayendo.
En unas expectativas arraigadas de que los precios van a seguir cayendo, los inversores no ven motivo alguno para invertir y ampliar plantilla, pues el tipo de interés que paga por la inversión es mayor que la eficiencia marginal del capital, o lo que gana por añadir una unidad de capital a su línea de producción.
Similarmente, su margen de beneficio esperado sobre el coste laboral no estimula a crear empleo, pues el salario real (salario deflactado) no baja lo suficiente. Por otra parte, una caídaeonunciada del salario real supondría un recorte importante en el gasto.
¿Qué demuestra esto? Que la política de ajustes estructurales no hace nada por corregir esto, al revés: estimula la deflación y por ende la aversión a tomar riesgos a largo plazo (Japón tiene un mercado laboral mucho más flexible que nosotros). También demuestra que los recortes fiscales no son necesarios para bajar lao tipos de interés: Japón ha gozado de unos tipos de interés muy bajos a pesar de que la deuda pública se iba al 250% del PIB.
Ergo, ni la consolidación fiscal baja los tipos ni la deflación estimula el gasto en consumo e inversión. Lo que baja los tipos es las expectativas bajistas sobre el PIB y los precios.
En el último tramo del gráfico, el más reciente, muestra los efectos en ambas variables de la "Abeconomics", la nueva política económica de Shinszo Abe, primer ministro. Dicha política se basa fundamentalmente en una expansión monetaria garantizada, con la promesa de duplicar la base monetaria cada dos años. Esto ha tenido el doble efecto de bajar los tipos de interés y subir la inflación, lo que ha redundado en un tipo de interés mucha más bajo. Esto no ha dejado de estimular la inversión y el crecimiento del PIB, que este año se espera aumente u 2%. El problema es mantener esta política en el tiempo para bajar el nivel de deuda pública. Si el Bando de Japón flaquea en su política pro inflacionista, volverá la desconfianza en sus promesas, como ha sucedido en las dos últimas dos décadas.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)
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