En julio de 1914 las potencias europeas conspiraban unas con otras para desencadenar una guerra, aunque sabían iba a ser la mayor catástrofe de la historia. De esa guerra y de su paz posterior estamos todavía soportando algunas consecuencias.
La Primera Guerra Mundial fue desencadenada por un hecho fútil: el asesinato del heredero al trono del imperio Austriaco el archiduque Fernando, en Sarajevo, Bosnia, en una visita oficial. El asesinato del archiduque fue interpretado inmediatamente por Austria como una acción teledirigida por el gobierno Serbio, país en hostilidades permanentes con Austria por su espacio vital en los Balcanes. No había pruebas definitivas de que Serbia fuera cómplice del asesinato (aunque sí de que había dejado pasar por su frontera a los ejecutores), pero Austria vio la oportunidad de aplastar de una vez a un vecino cada vez más incordiante para sus posesiones balcánica.
Dada la más que probable intervención de Rusia en defensa de Serbia, la guerra sería un gran riesgo para Austria. Pero Austria contaba con la alianza de Alemania en caso de agresión mutua, y veía por ello la oportunidad de juntar los intereses anti-eslavos de ambos para acabar con la supremacía de Rusia en la zona.
Alemania, por su parte, estaba firmemente convencida que su destino era una guerra con Rusia en los próximos años. Mejor ahora, antes de que Rusia hubiera terminado su proceso de rearme, que podía tardar todavía dos años. Mientras, Alemania creyó estar perfectamente lista para una guerra en un "doble frente" , el oriental frente a Rusia y el occidental frente a Francia, pues probablemente ésta cumpliría su entente con Rusia de alianza frente a un ataque de Alemania. Alemania tenía preparado anticiparse a esas reacciones naturales y atacar a ambas por adelantado, antes de que estuvieran bien pertrechadas.
Así pues, desde el principio dos potencias forzaron las cosas por la vía diplomática para que hubiera guerra, aún sabiendo que iba a ser una guerra aniquiladora para tota Europa. La más importante y decisiva fue Alemania, que desde el principio presionó a Austria para que hostigara a Serbia y la atacara. Es losque hizo. Desde el principio Alemania le dejó bien claro a Austria que le concedía un "cheque en blanco" -su apoyo incondicional-, con todas las consecuencias, a su guerra con Serbia, aunque ésta desencadenara una declaración de guerra de Rusia.
Mientras los demás países que entrarían en el conflicto temían las consecuencias de un conflicto, Alemania ya veía las cosas desde el ángulo estratégico, y sus posibilidades de ser al final del conflicto el país hegemónico en Europa, a la vez que dejaba a Rusia, su gran pesadilla, completamente debilitada para muchos años. El previsto ataque a Francia en primer lugar era una baza táctica para anular ese frente lo antes posible, sabiendo que su suerte se jugaría en el frente oriental.
La ironía, como dice Hastings en su "1914: el año de la catástrofe", es que Alemania ya era la nación hegemónica en Europa, por su potente economía, su tecnología, su panteón población y su cultura. Podría haberse hecho la dueña de Europa (como ahora) sin pegar un tiro.
Sin embargo, sabedora del desprestigio que le infligiría ser la primera en romper las hostilidades, esperó astutamente a que Rusia se movilizara para hacer ella lo mismo. Pero una vez rotas las hostilidades, Alemania cometió un error diplomático fundamental: le dio un ultimátum a Bélgica de 24 horas para que dejara marchar sus tropas hacia la invasión del norte de Francia. Fue un gran error porque la inesperada reacción de Bélgica, con el rey a la cabeza, fue heroica. La violación de los Tratados al hollar el suelo belga fue lo que finalmente inclinó la balanza de Gran Bretaña a entrar en la guerra, algo que los alemanes hubieran querido evitar a toda costa - y estuvieron a punto de lograr: Inglaterra estaba muy dividida sobre las razones de ir a una guerra europea.
Como en todas la guerras, el factor de anticipación a la acciones de los posibles enemigos fue decisiva. Alemania quería liquidar a Rusia antes de que se convirtiera en una gran potencia en 1916. Además, se adelantó a las posibles reacciones de Francia y Rusia, aunque dejó que ésta fuera la primera en movilizar su ejército, contando que necesitaría muchos más días que ella. Jugó la baza del conflicto Austria-Serbia con gran eficacia en sus intereses estratégicos. Hubiera bastado que Alemania le hubiese negado a Austria su "cheque en blanco" para evita la guerra. Austria hubiera sido más comedida con Serbia, aunque el conflicto de los Balcanes hubiera seguido envenenandose seguro.
Ni el Zar, ni Francia ni Inglaterra querían una guerra. Hubieran hecho lo posible por evitarlo. Eran países en un estado de franca decadencia: Rusia con su absolutismo cada vez más cuestionado dentro y fuera, Francia en crisis económica, e Inglaterra cada vez con menos peso en el concierto mundial, pese a su imperio. Pero Alemania veía con preocuación el gran crecimiento de la Rusia zarista, a la vez que en su interior el socialismo tenía cada vez más fuerza. Eso, en su visión estrecha militarista y aristocrática, era un factor debilitador para su imperio. La guerra era también una forma de reconcentrar de nuevo a la sociedad en torno a los valores alemanes de siempre.
Sin la intervención final de EEUU, posiblemente la ganadora hubiera sido Alemania.
Los países forzados a ir a ella no se hacían Ilusiones. Sabían que "El mundo de ayer" (Stefean Zweig) cambiaria para siempre, que la sociedad posbélica sería de un orden completamente distinto. Keynes, preparándose a contribuir al esfuerzo desde su puesto del Tesoro, profetizó una Inglaterra completamente distinta después. Los intelectuales europeos se opusieron a la guerra, pero no consiguieron ningún efecto pese a la movilizaciones civiles en contra, las primeras de tal repercusión. La guerra desengañó a los marxistas, que habían predicho que el proletariado de distintas naciones no combatirían entre sí.
Después de la guerra, sin embargo, las fuerzas de la izquierda eran mucho más fuertes en sus respectivos países. Tenían causas profundas por las que luchar. Sus políticos eran parlamentarios, y sus reivindicaciones ya no podían ser ignoradas en nombre de un liberalismo caduco. Porque si algo liquidó la guerra, fue el liberalismo doctrinario que había justificado el Status Quo aocial anterior. Algunos no se han enterado todavía que el liberalismo murió en manos de la guerra... Y la pos guerra.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)
3 comentarios:
Evidentemente algo de la vieja europa, elitista y aristocratica murio en el Somme o Verdún... Pero disiento en cuanto a que se sabia las consecuencias y la magnitud de la guerra. Pocos lideres politicos y militares tenian conciencia del infierno que iban a provocar. Creian que la guerra seria movil y corta como las anteriores de finales del xix o la ruso japonesa. Una guerra de esa magnitud los liberales creian que no podria financiase.
En los siete pecados capitales del imperio aleman se describe de forma magnfica el grave error del alto estado mayor aleman al iniciar una guerra ofensiva en occidente y defensiva frente a rusia. Como bien dice el adagio... La guerra es demasiado importante para dejarla en manos de los militares...
Y en cuanto a los líderes ingleses y franceses, eran remisos a la guerra porque sabían.
Si es un buen matiz, pero quizás porque me he expresado mal. Había gente que sabía de las consecuencias, como Stefean Zwiegg o Keynes. Y muchos otros, que los militaristas vieran un oportunidad era simplemente porque creían que el coste lo pagarían los perdedores.
Pero mucha gente sabía que su mundo se perdería.
22 de diciembre de 2013 16:13
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