En la semana entrante podemos encontrarnos con el primer paso de la FED hacia una reducción de su QE. Es decir, a hacia una reducción del reír o de su expansión monetaria.
Hay un consenso sobre lo que señalan los datos económicos: todos, menos la inflación, están cada vez más vigorosos. En el artículo de
Robin Harding, en el FT, hay una magnífica selección de gráficos que permiten calibrar las razones para abandonar el QE gradualmente.
De ellos expongo varios:
El primero es el repunte del empleo (rojo) y de los abandonos voluntarios del puesto de trabajo, evidencia de mejoras en las expectativas de encontrar empleo.
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Contrataciones y abandonos voluntarios |
El segundo son los ISM de manufacturas y de servicios, ambos en niveles holgados muy por encima del 40, indicador de crecimiento. |
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ISM manufacturas y no manufacturas |
El tercero es la fuerza que está tomando el mercados de la vivienda y sus precios, (aunque estos son variaciones. Los niveles están todavía muy por debajo de los de antes de la crisis).
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Ventas de viviendas y precios |
El último contiene varios índices de precios de consumo, para que se vea la terrible hiperinflación que ha causado Bernanke -según los austéricos.
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Inflación total y subyacente |
Con estas bajas tasas de inflación, ¿por qué no esperar a restringir facilidades monetarias? Las presiones de los Tea Party-sanos son brutales. Si a Bernanke se le escapa por una rendija una burbuja oculta en algún sitio, su pedestal para la historia quedaría bastante mermado. Está aún to de jubilarse, y quiere acabar la faena con rodos los honores, como es natural. |
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Pero, como es natural también, lo hará con suma prudencia, para no cargarse las cada vez mejores perspectivas. |
Precios de consumo y deflactores |
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