"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 22 de enero de 2014

Distribución y empleo. Dudas razonables sobre la eficacia del mercado

Se habla mucho recientemente del aumento de la desigualdad en el mundo. Creo eso es una afirmación aventurada, porque los países emergentes han crecido mucho más que los desarrollados en las ultimas décadas. Habría que ver como ese crecimiento se ha distribuido entre la población.

Lo que es notable es la desigualdad creciente en EEUU, como vamos a ver en el siguiente gráfico. Lo más chocante es que, en contra de lo que predice la economía clásica, la desregulación del mercado de trabajo no ha hecho subir el empleo tanto como la producción, ni los salarios han tendido a igualar la productividad.

En la primera figura, tienen el niveles de productividad por hora trabajada (azul), el salario real por hora trabajada (rojo), y el nivel de empleo (verde). Como ven, hasta finales de los setenta, las tres variables se comportan de manera muy pareja. Como predice el modelo neoclásico: la productividad determina el nivel de salario y a la vez el nivel de empleo. A partir de entonces, llega la desregulación de todos los sectores, financiero incluidos, y se rompe el modelo: el salario dejan de seguir a la productividad desde 1980.

El empleo sí que sigue parejo a la productividad en la década de los ochenta y noventa, pero entonces, desde la crisis de los Dot-Com (2000), el empleo praticamente se estanca, mientras la productividad sigue su curso.
Esto resulta ser una expresión bastante clara de lo que Larry Summers ha llamado the Great Stagnation, que podemos ver mejor si acercamos la lupa a ese periodo final.
Entre 2000 y el presente, el empleo ha aumentado menos de un 5%. Los salarios han aumentado un poco más, mientras que productividad real, con crisis de por medio, lo ha hecho un 25%
Algo de razón tienen los keynesianos (Summers, Krugman), cuando dicen que el modelo clásico falla estrepitosamente: los precios no han restablecido ningún atisbo de equilibrio de pleno empleo.
Por otro lado, el estancamiento del empleo y del salario por fuerza se ha transformado en una redistribución de la renta a favor de las rentas empresariales, pues la productividad (básicamente lo que se reparten el trabajo y el capital) ha aumentado cinco veces más en el mismo periodo.
Por lo tanto, no se puede desligar la creciente desigualdad de la atonía del empleo y el salario. Pero queda un interrogante enorme sobre la eficacia de un modelo al que le fallan todas sus predicciones, más que una escopeta de feria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El primer gráfico es buenísimo.

Demuestra que sabemos muy poco. Y lo que sabemos no está claro que sea como creemos.

Tyler Cowen tiene un interesante y reciente libro sobre el tema: http://www.amazon.es/Average-Is-Over-Powering-Stagnation/dp/0142181110/ref=pd_ecc_rvi_1

www.MiguelNavascues.com dijo...

Exacto, sabemos muy poco. Lo que creíamos se derrumba. Gracias por la referencia.