"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 24 de febrero de 2014

Escocia versus Cataluña

(Al principio no pensé en hablar de Cataluña, pero no he podido evitarlo. Escocia no es Cataluña)

Estamos asistiendo a un curioso galimatías entre escoceses e ingleses acerca de la posible secesión. Curioso porque no me lo imagino aquí, en España.

Escocia seguramente votará no en el referéndum a la independencia, pero podrían votar sí. Según el acuerdo previo entre los separatistas y el gobierno de Londres, Escocia debería marcharse para formar un estado independendiente.

Bueno, no tanto. Resulta que los secesionistas quieren seguir en la Libra. Es decir, quieren independencia, pero no tanta. En Inglaterra han surgido dos opiniones básicas opuestas: si se van, se van con todo, dice Martín Wolf, o, por el contrario, Jeremy Warner, que dice que lo mejor para Escocia sería quedarse en la libra -aunque el odiaría que se fueran.

Que Escocía quiera separarse de England pero a la vez depender del Bank of England me suena un poco chusco, como lo es toda esta historia desde el principio. Gracias a que no hay una Constitución fundacional, y que Escocia se integró en el Reino Unido por un pacto entre coronas en el XVIII, ese pacto está formalmente vigente y se puede romper por acuerdo de las partes. Es decir, todo muy inglés y muy civilizado... Lo que desgraciadamente lleva a muchos a interpretar erróneoneamente el caso de Cataluña, de la ue hablare al final.

Para Escocia sería el mal menor, caso de independizarse, quedarse en la libra: tiene su deuda denominada en libras, y sus sistema financiero es muy desarrollado y complejo y está amoldado al BoE. Por otra parte, tiene cerrada la puerta del BCE, pues tendría que ser expulsada de la UE. (Como lo sería Cataluña, de la que luego hablaremos.)

Pero para Inglaterra tampoco tendría pocas ventajas, pues es acreedora de una buena parte de esa deuda, y tendría garantizado el cobro. En cambio, si Escocia saliera de la libra, probablemente tendría que declarar un default: un quebranto para el nuevo país y para Inglaterra y sus bancos. Un quebranto difícil de cuantificar, pero nada liviano.

Como dice Jeremy Warner, difícil solución que no sea ésta.... (Y que Cataluña no tendría, puesto que nosotros somos euro y ella saldría expulsada de la UE y, por ende, del euro.)

Sin embargo, Martín Wolf no quiere esa solución, y se basa en las advertencias que hace poco les dijo a los escoceses el gobernador del BoE, Mark Carney: no es incumbencia del BoE decidir, pero si el BOE ha de hacerse cargo de la circulación monetaria de Escocia, ha de ser con unas condiciones (las condiciones que ahora se proponen en la zona euro) que mermarían mucho la independencia: condiciones que se derivan de que el BoE seguiría respondiendo de sus acciones ante el gobierno de SM y del Parlamenro británico, y sería totalmente irresponsable frente al gobierno y parlamente escocés.

Esas condiciones son una unión fiscal y bancaria... Lo que cercenaría un buen trozo de soberanía de ambos dos nuevos países.

De momento el Parlamento dice no a que Escocia se quede en la libra, pero los escoceses separatistas dicen que es un bluff.


Aquí, la opinión de Paul Krugman

Es obvio que Cataluña es un caso distinto. Cataluña no tendría opción a quedarse en la UE, y menos en el euro. Se vería forzada a crear una moneda nueva. Pues bien, el primer shock sería traumático. Posiblemente, antes de declarar la independencia, las cajas de los bancos catalanes se quedarían vacías. Seguirán teniendo sus deudas, pero no podrían ir al BCE a financiarse. También habría una huida de capitales extranjeros y, por supuesto, nacionales: estos pánicos no son controlables. Y creo que habría fuga de capital humano, pero eso es un problema más a largo plazo.

Con las deudas que tendría el nuevo estado, creo que un mínimo de unos 50 mm de euros, Cataluña tendría que hacer default por impago. Esto no sería una buena manera de empezar, pues con llevaría unas necesidades financieras urgentes para cubrir las necesidades más primarias difícil de cubrir en los mercados si no es a una prima prohibitiva. Le sería difícil una medida básica: fijar su tipo de cambio al euro, pues no tendría reservas para hacerlo.

Sólo en el caso de que grandes países estuvieran dispuestos a financiar casi gratis y a largo plazo la salida de ese pozo, en un generoso plan de rescate (no como los de la Troika) Cataluña sería viable. Pero eso es un albur, no está garantizado, ni previsto. Esto es lo que deberían saber los catalanes: los riesgos con los que se está jugando a su costa. Cuando veo a un tipo como Junqueras estar tan seguro de lo que hace, sólo me puedo imaginar una deflagración y una Cataluña como Cuba. Por eso no entiendo a sus excelsos economistas de prestigio mundial, que avalen la aventura secesionista sin red, ni parachoques, ni cortafuegos. A lo mejor ocultan una carta en la manga, o yo me he perdido algo. Puede.

 

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Foto de Yusnaby. Cuba. Tienda de racionamiento



A largo plazo estoy convencido de que lo mejor para una nación es tener su soberanía monetaria. Lo ha demostrado con creces el fracaso del euro. Pero empezar de cero, sin prestigio, sin crédito, y sin recursos, no puede más que alentar huidas de riqueza, deflación, y ruina, durante un periodo que depende de que se lograra o no capital rápidamente. Y ese capital sería condicional, seguro. En cualquier caso, el bajón de nivel sería espectacular. Lo que no ayudaría a una rápida recuperación.

 

Por supuesto, estoy convencido que cuanto peor le vaya a Cataluña, peor para España.

 

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