... Que se puede ser feliz fuera de un estado nacional estable, que eche un vistazo a Ucrania. Lo digo porque nosotros, los españoles, no apreciamos lo que supone tener una nación independiente desde hace 500 años, por la estúpida idea de que ser anti español es progre, o que tener un estado nacional es anti liberal. Ucrania está al borde de una guerra civil, entre dos bandos que no son de tintes tan claros como nos lo representa la prensa: un bando pro soviético, dictatorial y corrupto, y otro por occidental, democrático y limpio. Tony Barber nos avisa de que no es así:
It is inaccurate to portray the contest that broke out on the streets of Kiev in November as a showdown between a vicious pro-Russian regime and a democracy-loving opposition. Ukrainian politics are not so black and white.
When imposing limited sanctions this week on various Yanukovich officials, Washington and Brussels stated that the president and the Ukrainian authorities bore the “prime responsibility” for the bloodshed. It was doubtless correct to point the finger at Mr Yanukovich, who as a young man served prison time for robbery and bodily harm, and who in the early post-Soviet era embodied the thuggish, gangster-like political culture of Donetsk in Russophone south-eastern Ukraine.
But US and European officials chose their words carefully. They were implicitly recognising that extreme nationalists, though not the dominant force in the opposition camp, are partly to blame for the fighting. An equally serious problem is that violence-prone elements such as Right Sector, a far-right group, do not regard themselves as subordinate to mainstream opposition leaders such as Arseniy Yatsenyuk, a former economy minister, and Vitali Klitschko, a boxing champion. Indeed, some radical nationalists suspect the moderate parliamentary opposition of being, if not as saturated in corruption as they hold the Yanukovich family and entourage to be, nevertheless too tainted to represent the national cause with integrity.
En realidad, Ucrania nunca ha sido una nación independiente. Siempre bajo la órbita o el dominio de los imperios europeos, sobre todo el ruso, cuando llega la Primera Guerra Mundial pertenece a Rusia y al imperio austro-húngaro. Por ello luchó en ambos bandos a la vez, una parte a favor de Rusia y de Occidente, la otra bajo el imperio Austriaco. Ni siquiera en la Paz de París, tan favorable al nacimiento de nuevas naciones (fue el año del furor del derecho de autodeterminación), logró unir a Ucrania, que quedó dividida en tres estados:
Uno de los estados fundadores de la Unión Soviética...por lo que hemos leído de su historia, ¡seguro que no fue por unanimidad de todos los ucranianos! Su paso por la URSS no fue un caminos se rosas, y como grupo étnico sospechoso de "decadente nacionalismo", sus habitantes sufrieron más que otros las purgas de Stalin. Sólo en 1990, con el rompimiento de la URSS, nace la república independiente de Ucrania. Es decir, legalmente lleva apenas 24 años de libertad nacional... Aunque bajo la hegemonía aplastante de Rusia, de la que depende para casi todo. Además, es una nación dividida como siempre. Los orientales no sólo son pro rusos, sino que hablan ruso con normalidad (quizás fruto de las políticas de "reinserción" del camarada Stalin)."Con el colapso de los imperios de Rusia y Austria después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa de 1917, reapareció el movimiento nacional ucraniano para la independencia. Entre 1917 y 1920, surgieron varios estados ucranianos autónomos: la República Popular Ucraniana, el Hetmanato, el Directorio de Ucrania y la República Socialista Soviética de Ucrania se establecieron sucesivamente en los antiguos territorios del Imperio ruso; mientras que en el antiguo territorio austro-húngaro brevemente surgió la República Nacional de Ucrania Occidental. En medio de la guerra civil, un movimiento anarquista llamado el "ejército negro", dirigido por Néstor Majnó, se desarrolló en el sur de Ucrania. Sin embargo, a la derrota de Ucrania occidental en la guerra entre Polonia y Ucrania le siguió el fracaso de la ofensiva polaca que fue repelida por los bolcheviques. Ucrania y Polonia firmaron una alianza anti-soviética ( Acuerdo de Varsovia en 1920). De acuerdo a la Paz de Riga, celebrada entre los soviéticos y Polonia en marzo de 1921, Ucrania occidental se incorporó oficialmente a Polonia que reconocía a su vez a la RSS de Ucrania, la cual posteriormente se hizo uno de los miembros fundadores de la Unión Soviética en diciembre de 1922 (Wikipedia)"
Ahora, el bando anti-ruso, busca el apoyo de Occidente, especialmente de la UE, a la que dice quiere integrarse. Pero la UE no se siente tentada, mientras que para Putin sería un fracaso estruendoso que Ucrania cayera en manos de la UE. Sería cruzar una línea roja que sus enemigos internos no le perdonarían.
En todo caso, la caída de Ucrania en una guerra civil, la eventual ruptura con Rusia, u otra eventualidad impensable, es una nueva amenaza económica, como nos explica Ambrose Evans-Prichard:
Ucrania nuca ha sido un país independiente. Cuando en el XIX era moda disponer de un imperio, estuvo sometida a los caprichos de las potencias, que cambiaban las fronteras de los débiles como les venía en gana (ya saben, ¡esa Arcadia feliz según los austéricos!). Tampoco Rusia ha sido un gran potencia, pese a su tamaño. Siempre ha sido, con el Zar o con el Comité Central, un gigante con pies de barro. La UE es, sin embargo, una cosa más débil, pues no es una nación: no tiene una política estratégica que no sea la de sus miembros. Esta disputa es, por lo tanto, una entre entidades no muy afirmadas, de las que sólo una sabe lo que quiere: Rusia. Por eso tiene las de ganar, eso con suerte, porque podría enfangarse en una guerra que le podría llevar a uno nuevo Afganistán. Y todo, por una región que es de por sí explosiva y que sufre una división interna dificil de conciliar.La UE no puede hacerse cargo de un país débil y dividido, con la corrupción siempre cerca del poder (sí: efectivamente, he cambiado de opinión). Tiene razón el que ha dicho (Tony Barber) que nos retrotrae a la guerra fría, cuando las tropas soviéticas estaban a punto de entrar en Hungría para sofocar la rebelión.The dramatic escalation of Ukraine’s civil conflict and fears of Russian military intervention have sent financial tremors across Eastern Europe, turning the region into the new fulcrum of the emerging market crisis...... Ukraine’s foreign reserves are down to survival levels. Russia has so far kept the country afloat with a $3bn loan, the first tranche of a $15bn bailout, but further payments are in doubt.
Russia faces the choice of large losses from a default or the ever rising costs of propping up Ukraine's economy. Military intervention to subjugate the rebels in the Catholic strongholds of Western Ukraine orbit could lead to a quagmire.
Russia is already near recession itself. Industrial output has contracted over the past year and fixed investment has fallen by 7pc. “We think Russia is the most exposed. The current account surplus has fallen very sharply,” said Liza Ermolenko, from Capital Economics.
Russia has nearly $500bn of foreign reserves - the world’s third largest - but this cannot easily be deployed in an economic slump. The country learned the hard way in 2008-2009 that such action has a side-effect of monetary tightening. The central bank burned through $200bn propping up the ruble, but in the process destroyed part of the Russian banking system.
La historia, decía Marx no se repite, y si lo hace es en forma de farsa de lo que antes fue una tragedia. Lo decía comparando al Gran Napoleón con el pequeño Napoleón III. Pero este trajo más de una década de paz y prosperidad a Francia. Ojalá estemos asistiendo a una farsa que acaba medianamente bien.
1 comentario:
¿Ahora van a tener los alemanes el placer de hacerse cargo de la factura? El belén ucraniano me temo que va para largo. La columna de Spengler es deliciosa:
http://atimes.com/atimes/Central_Asia/CEN-01-240214.html
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