Los países ricos suelen tener más activos que pasivos frente al exterior. Su acumulación de capital necesita reinvertirse, y lo hace saliendo en busca de rentabilidad allende sus fronteras. Esa rentabilidad se transforma en renta nacional del país exportador de capital, renta que sin embargo no viene recogido en el PIB, que es por definición producción intra fronteriza. Esas rentas, como las remesas de emigrantes, que son también una renta de un factor nacional explotado fuera de las fronteras de origen, se recogen en el Producto Nacional Bruto, o PNB, que se diferencia del PIB en esas rentas netas ganadas por factores nacionales en el exterior.
Por ejemplo, lo que gana el banco de Santander de sus inversiones en el exterior y reingresa a España como beneficios, o lo que gana un ingeniero que hace un trabajo en una obra en otro país del mundo y lo transfiere a su su cuanta corriente en España, son rentas nacionales. A estas se les resta las rentas de factores extranjeros en España, y la diferencia intentas netas del exterior pasan a computar se en el PNB.
En el gráfico se muestran los efectos acumulados que tienen este PNB comparado con el PIB. Tomamos España comparada con sos países significativos, como son Francia y Alemania. La variable es el PNB/PIB, de manera que cuanto más alto sea, más representa en la renta nacional las rentas de los actores en el exterior. Por supuesto, la fuente principal es el capital invertido en el exterior a través de los años.
Inmediatamente vemos que España es un país cuyo PNB/PIB siempre ha estado por debajo de 100. También vemos que muestra una tendencia a decrecer hasta el año 2010, último dato disponible en la base de datos del SLFed.
Eso quiere decir que España tiene una renta factorial exterior neta negativa, es decir, que paga más que cobra por los factores utilizados internamente. De aquí se puede colegir que España es un país necesitado de capital extranjero. Por eso España acumula una deuda exterior neta del 100%.
Por el contrario, Francia muestra un tendencia creciente en su PNB/PIB. Un país que muestra esa tendencia es porque genera con el tiempo el suficiente ahorro por encima de sus necesidades de inversión, lo que le lleva a buscar rentabilidades alternativas en otros países.
Alemania muestra una evolución muy curiosa. Hasta 1990, es decir, hasta la reunificación alemana, era un país exportador enero de capital. La reunificación supuso una demanda extra de recursos que redujo notablemente esa capacidad de financiación al exterior. Pero desde el 2000, años de introducción del euro, es sumamente destacable la reacción al alza del PNB/PIB, sin duda porque Alemania ha aumentado su capacidad financiera que, literalmente, "le sale por las orejas".
Resumamos: el exceso capacidad de ahorro de un país se invierte en el exterior. Cuanto más ahorrativo es un país, más positivo es su saldo de balanza de pagos. El saldo positivo exterior, si se acumula a lo largo de los años, genera una capacidad de financiación exterior que busca rentas en el resto del mundo. Esto en cuanto a la descripción neutral de los hechos.
Pero detrás de toda descripción hay un posible juicio moral. El juicio moral no está fuera del juicio económico. Según algunos, estas posiciones diferentes se deben a "la virtud del ahorro". Es totalmente justo que ese esfuerzo sea recompensado. El país que, como Alemania, tiene un capital exterior del 100% de su PIB se lo ha ganado con su esfuerzo.
Ésta es la posición ingenuo-austriaca, que se ve que no leen a Adam Smith. Adam Smith escribió su obra en gran parte para combatir el mercantilismo, que pregonaba que la riqueza se un país no era el bienestar de sus ciudadanos, sino la acumulación de capital exterior frente q los demás países. Naturalmente, ese capital era mejor si se concretaba en oro. Como el oro era la moneda universal, la axumulqdion por parte de un país empobrecía a los demás. Smith demostró que el bienestar económico tenía otra raíces, de las que la libertad era esencial. Libertad que quizás en Europa está muy condicionada, desde el momento que el Banco Emisor está a las ordeños del país dominante.
¿Es mercantilista Alemania? Al igual que los países ricos pre-smithianos, acumula euros sin parar. Eso no año afectaría sí nosotros no estuviéramos obligados a transaccional en euros. O tampoco nos afectaría si la inversión que hace Alemania en el exterior viniera a los países del sur de Europa. Pero ni una cosa ni la otra. Alemania dicta la política monetaria que le conviene, pero dice que todo lo debe a su esfuerzo. Su esfuerzo no lo discute nadie, lo que es discutible es que a la vez sea la "sueña del euro".
Volvamos a ver el giro al alza de la curva de Alemania desde 2000 hasta ahora. Una parte de ese despegue de sus rentas exteriores se debe a la acumulación de préstamos a España y otros financiando la burbuja. La burbuja que tanto nos ha dañado no es sólo responsabilidad de los deudores: también es de los prestamistas, que deberían haber sabido que esa acumulación de riesgos no era una buena gestión de riesgos. Las deudas que nos atenazan ahora son en gran parte incobrables (eso es un riesgo de Alemania) por la nefasta gestión del euro, que se ha mantenido muy alto porque Alemania le gusta así, y le conviene para mantener el precio de sus activos exteriores. Mientras siga registrando una BP positiva por un 6% de su PIB, y un capital exterior acumulado por el 100%, ¿por qué cambiaría su modo de ver las cosas?
Su riesgo, que hasta ahora ha controlado inteligentemente, es que se declaren en suspensión de pagos los países endeudados. Pero no es un menor riesgo para nosotros, los países deudores.
Cuando un país acumula sin cesar superávits exteriores, esta generando déficits simétricos en otros. Estas posiciones se corrigen mediante una apreciación-depreciación del tipo de cambio entre ambas, o bien mediante la reinversión de su superávit en el país deficitario. Ninguna de estas cosas se ha producido en el euro.
La otro vía -la de los ilusos-austéricos- es un reequilibrio de los niveles de precios entre ambos países: es decir, lo que llaman la devaluación interna. Tampoco funciona si el país excedentario baja todavía más sus costes internos.
Por ejemplo, lo que gana el banco de Santander de sus inversiones en el exterior y reingresa a España como beneficios, o lo que gana un ingeniero que hace un trabajo en una obra en otro país del mundo y lo transfiere a su su cuanta corriente en España, son rentas nacionales. A estas se les resta las rentas de factores extranjeros en España, y la diferencia intentas netas del exterior pasan a computar se en el PNB.
En el gráfico se muestran los efectos acumulados que tienen este PNB comparado con el PIB. Tomamos España comparada con sos países significativos, como son Francia y Alemania. La variable es el PNB/PIB, de manera que cuanto más alto sea, más representa en la renta nacional las rentas de los actores en el exterior. Por supuesto, la fuente principal es el capital invertido en el exterior a través de los años.
Inmediatamente vemos que España es un país cuyo PNB/PIB siempre ha estado por debajo de 100. También vemos que muestra una tendencia a decrecer hasta el año 2010, último dato disponible en la base de datos del SLFed.
Eso quiere decir que España tiene una renta factorial exterior neta negativa, es decir, que paga más que cobra por los factores utilizados internamente. De aquí se puede colegir que España es un país necesitado de capital extranjero. Por eso España acumula una deuda exterior neta del 100%.
Por el contrario, Francia muestra un tendencia creciente en su PNB/PIB. Un país que muestra esa tendencia es porque genera con el tiempo el suficiente ahorro por encima de sus necesidades de inversión, lo que le lleva a buscar rentabilidades alternativas en otros países.
Alemania muestra una evolución muy curiosa. Hasta 1990, es decir, hasta la reunificación alemana, era un país exportador enero de capital. La reunificación supuso una demanda extra de recursos que redujo notablemente esa capacidad de financiación al exterior. Pero desde el 2000, años de introducción del euro, es sumamente destacable la reacción al alza del PNB/PIB, sin duda porque Alemania ha aumentado su capacidad financiera que, literalmente, "le sale por las orejas".
Resumamos: el exceso capacidad de ahorro de un país se invierte en el exterior. Cuanto más ahorrativo es un país, más positivo es su saldo de balanza de pagos. El saldo positivo exterior, si se acumula a lo largo de los años, genera una capacidad de financiación exterior que busca rentas en el resto del mundo. Esto en cuanto a la descripción neutral de los hechos.
Pero detrás de toda descripción hay un posible juicio moral. El juicio moral no está fuera del juicio económico. Según algunos, estas posiciones diferentes se deben a "la virtud del ahorro". Es totalmente justo que ese esfuerzo sea recompensado. El país que, como Alemania, tiene un capital exterior del 100% de su PIB se lo ha ganado con su esfuerzo.
Ésta es la posición ingenuo-austriaca, que se ve que no leen a Adam Smith. Adam Smith escribió su obra en gran parte para combatir el mercantilismo, que pregonaba que la riqueza se un país no era el bienestar de sus ciudadanos, sino la acumulación de capital exterior frente q los demás países. Naturalmente, ese capital era mejor si se concretaba en oro. Como el oro era la moneda universal, la axumulqdion por parte de un país empobrecía a los demás. Smith demostró que el bienestar económico tenía otra raíces, de las que la libertad era esencial. Libertad que quizás en Europa está muy condicionada, desde el momento que el Banco Emisor está a las ordeños del país dominante.
¿Es mercantilista Alemania? Al igual que los países ricos pre-smithianos, acumula euros sin parar. Eso no año afectaría sí nosotros no estuviéramos obligados a transaccional en euros. O tampoco nos afectaría si la inversión que hace Alemania en el exterior viniera a los países del sur de Europa. Pero ni una cosa ni la otra. Alemania dicta la política monetaria que le conviene, pero dice que todo lo debe a su esfuerzo. Su esfuerzo no lo discute nadie, lo que es discutible es que a la vez sea la "sueña del euro".
Volvamos a ver el giro al alza de la curva de Alemania desde 2000 hasta ahora. Una parte de ese despegue de sus rentas exteriores se debe a la acumulación de préstamos a España y otros financiando la burbuja. La burbuja que tanto nos ha dañado no es sólo responsabilidad de los deudores: también es de los prestamistas, que deberían haber sabido que esa acumulación de riesgos no era una buena gestión de riesgos. Las deudas que nos atenazan ahora son en gran parte incobrables (eso es un riesgo de Alemania) por la nefasta gestión del euro, que se ha mantenido muy alto porque Alemania le gusta así, y le conviene para mantener el precio de sus activos exteriores. Mientras siga registrando una BP positiva por un 6% de su PIB, y un capital exterior acumulado por el 100%, ¿por qué cambiaría su modo de ver las cosas?
Su riesgo, que hasta ahora ha controlado inteligentemente, es que se declaren en suspensión de pagos los países endeudados. Pero no es un menor riesgo para nosotros, los países deudores.
Cuando un país acumula sin cesar superávits exteriores, esta generando déficits simétricos en otros. Estas posiciones se corrigen mediante una apreciación-depreciación del tipo de cambio entre ambas, o bien mediante la reinversión de su superávit en el país deficitario. Ninguna de estas cosas se ha producido en el euro.
La otro vía -la de los ilusos-austéricos- es un reequilibrio de los niveles de precios entre ambos países: es decir, lo que llaman la devaluación interna. Tampoco funciona si el país excedentario baja todavía más sus costes internos.
2 comentarios:
Excelente ejercicio de divulgación, sin entender esto no podemos salir del agujero y en Francia o Italia cada vez son más conscientes; pero tiene una pega: a los gusanos les gusta vivir en un agujero.
Sobre todo si los sicarios están bien pagados.
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